"Cuando estaba chiquito, Jaime era llorón, pero educado y sobresaliente. Siempre ha sido un buen hijo porque es muy honesto y casero", afirma Leonor, la madre del caricaturista más ácido de la esfera nacional. Esta chef bogotana dice también que sufre mucho y le da pánico la profesión de su hijo, pero lo apoya en todo porque piensa que ha trabajado con mucha constancia para llegar a donde está y es el orgullo de su familia.
Este caricaturista de El Espectador estudió en la Escuela Nacional de Caricatura y en la universidad Jorge Tadeo Lozano, donde se graduó como diseñador gráfico. Su mamá no estuvo de acuerdo con que se dedicara a la caricatura, pero no tuvo más remedio que dejarlo seguir adelante, aunque acepta que se sentía muy orgullosa de los dibujos que hizo Jaime cuando estaba en el colegio. Bacteria estudió en una institución distrital en la localidad de Kennedy, donde también vivió durante muchos años rodeado de su familia. Sus primos son sus principales amigos pues creció con ellos. Actualmente vive con su madre, su hermana y su sobrino.
El amor por la caricatura le nació gracias a Turcios, caricaturista corozalero que lo marcó por sus trazos. También admira a Vladdo, Osuna, Pepón y el maestro Calarcá, entre otros. "Se volvieron un referente para mí. Buscaba las caricaturas de ellos para estar informado", dice Poveda. Pero su más cercano colega es Betto, también caricaturista de El Espectador y antiguo profesor de Bacteria.
"A Bacteria lo conocí en el 2003 en la Escuela Nacional de Caricatura mientras le dictaba clase de humor gráfico. Era el que tenía mejor trazo de todos mis alumnos, pero tenía que pulirlo", recuerda Betto, quien ahora se ha convertido en amigo cercano del joven caricaturista. "Fui profesor de él y luego él me enseñó muchas cosas que yo no conocía. Es como una simbiosis recíproca", añade.
Fue precisamente gracias a Betto que Jaime pudo entrar a El Espectador. Mico era caricaturista fijo del periódico e iba a tomar unas vacaciones, Betto propuso que Bacteria ocupara ese espacio temporalmente. Así se convirtió en caricaturista suplente del periódico. En el año 2006 entró a El Tiempo, donde le tocaba hacer hasta cuatro caricaturas diarias para que, en el mejor de los casos, le publicaran una. En este medio debía competir por un espacio con los demás caricaturistas.
El Espectador lo volvió a llamar en el año 2008. "Comenzó publicando dos días a la semana y le cogió el tiro", comenta Betto. También ha hecho caricaturas para Semana, Cromos y Cambio, entre otros medios.
Hace muy poco se conoce el nombre de Bacteria, sin embargo cuenta actualmente con más de 23.000 seguidores en su página en la red social Facebook. Además de este perfil, publica sus caricaturas en su blog personal y en el espacio virtual que le da el periódico. Poveda afirma que nunca se ha sentido censurado por su medio. Sin embargo su perfil en Facebook fue bloqueado por supuesto uso de pornografía y material violento. Pero después de la reapertura de su cuenta en la red social se han disparado sus seguidores. "Antes contaba con 3.000. Ahora, en tres meses aproximadamente, he conseguido más de 20.000", dice Bacteria.
Gran parte de su reconocimiento se lo debe precisamente a las redes sociales donde ha llegado a un público joven y crítico. "Me gustan los nuevos medios porque puedo tener contacto con la gente que me sigue y tengo la libertad de expresar mis opiniones a cientos de personas para así generar discusiones y debates con argumentos válidos", afirma Poveda.
Y es que desde muy pequeño Bacteria ha expresado sus opiniones. "Yo siempre he sido de los que han estado en desacuerdo. Cuando tenía 14 fui muy rebelde, me echaron de muchos colegios por ser así. Pero es que es increíble que sucedan cierta clase de cosas y nadie haga nada. Es necesario que alguien al menos diga que no está de acuerdo", resalta el caricaturista.
Este joven creció pensando que tenía que hacer algo para mostrar su opinión de forma no violenta. Por eso optó por el dibujo. Siempre le ha gustado la caricatura política. "Se dice que nosotros los caricaturistas tenemos que ir siempre en contra del poder. No podemos ir en una línea fija. Nosotros somos como el ciudadano común que no tiene voz pero que quiere quejarse. Ese ciudadano que paga impuestos, que hace fila, que coge bus, que madruga…", añade.
Bacteria ha hecho caricaturas muy ácidas en contra de todo tipo de personajes de la vida nacional. El ex presidente Uribe, Francisco Santos, el procurador Ordóñez, Juan Manuel Santos, Lucero Cortés, Andrés Uriel Gallego, Noemí Sanín y Gustavo Petro han sido caricaturizados por él. Algunos de estos personajes se han molestado.
Aunque es susceptible frente a lo que piensen de él, estas críticas no lo detienen. "Bacteria tiene algo muy especial. Es lector, todo el tiempo está informado", afirma Betto.Ahora trabaja en las sumas, un recurso gráfico que encontró en la página web del diario Milenio de México. Este producto ha sido tan exitoso que el caricaturista tiene planes de sacar pronto un libro que recopile las más de 150 sumas que ha hecho.
Las sumas consisten en adicionar dos imágenes para lograr un resultado. Como armar un Frankenstein. Cuando se ocupó del presidente Juan Manuel Santos, por ejemplo, el mandatario surgió como resultado de sumar a Chucky y a Peggi.
Pero a Bacteria le falta un gran camino por delante. "Aún le falta madurar en el oficio por el poco tiempo que lleva. A veces se extiende en textos", señala Betto.
Según Bacteria, su mayor acierto ha sido la caricatura de despedida al ex presidente Álvaro Uribe, en la que hacía alusión a la frase "ahí tienen su hijueputa casa pintada" del filme ‘La estrategia del caracol’. "Es una excelente caricatura. Digna de despedir a Uribe", afirma Ricardo Castaño, admirador del caricaturista. Pero para Betto, la mejor caricatura es una donde Bacteria ilustra la fosa común de La Macarena y ridiculiza al actual ministro de defensa por llamarla un cementerio.
Poveda no se arrepiente de ninguna caricatura, pero acepta que fue un poco duro con Petro. "Tuve mucho mal genio con Petro por la posición que tomó en las elecciones pasadas. Yo era fiel admirador de él por lo que hacía y su forma de defender sus ideales. Cuando se fue a reunir con Juan Manuel Santos fue la tapa y ese fin de semana le di tan duro que lo comparé con Roy Barreras y Lucero Cortés. En esa caricatura se me fue la mano", admite el caricaturista.
Pero precisamente por ser tan crítico y ‘dar tanto palo’ se ha llevado muchos elogios de grandes figuras a nivel nacional. Félix de Bedout, Daniel Coronell, María Jimena Duzán, Gonzalo Guillén, Vladdo, entre otros, han recomendado sus caricaturas.
Es hincha de Santa Fe, va al estadio, ama la salsa, le encanta el pescado y la lasagna, trabaja con constancia, está ennoviado y es muy malgeniado y orgulloso. Critica las telenovelas: "La vida de los colombianos gira en torno a eso. Dejan en la sociedad la cultura de la plata fácil, de los ‘traquetos’ y las prostitutas. Los jóvenes se dan cuenta de que estudiar no es rentable. Lo más fácil que pueden hacer es robar o entrar al mundo ilegal porque es más rentable, rápido y productivo. Es un país que no ve noticias, no se informa y no le gusta leer. Por eso ven una caricatura y no entienden", dice con preocupación.
Como buen lector de noticias y oyente de radio, sabe de periodismo y tiene a sus favoritos dentro del oficio. Admira a Hollman Morris, Daniel Coronell e Ignacio Gómez y se siente muy orgulloso de trabajar para El Espectador. "También siento respeto por Iván Cepeda, Piedad Córdoba y otros tantos personajes que han tildado de guerrilleros. La gente dice eso porque les falta más información y ver lo que en realidad sucede", agrega.
Al preguntarle qué opina de Álvaro Uribe sólo responde en medio de risas: "Debe ser muy buen papá. Quiso tanto a los hijos que los dejó bien montados. Yo hubiese querido que me hubiera adoptado".
Bacteria es querido por muchos, pero criticado fuertemente por otros. Frente a esto opina: "La gente se indigna porque yo hago un comentario con el que no están de acuerdo, pero no les importan tantos abusos, violencia, pobreza e injusticias que se cometen a diario".Sus proyectos para el futuro son continuar dibujando, publicar el libro de las sumas, seguir con la venta de las camisetas con sus caricaturas a nivel nacional y estudiar fotografía. Para esto cuenta con el apoyo de su familia, especialmente de Leonor, su mamá, quien se siente muy orgullosa y lo acompaña día a día, a pesar de las preocupaciones que pueda generarle la profesión de su hijo.