No obstante, no solo el Ministerio de Ambiente es el encargado de realizar el proyecto. Otras organizaciones participarán aportando capital, fundamentación científica y formación práctica en el tema. Estas instituciones son, entre otras, Parques Nacionales, Corales de Paz, Blue Índigo, la Fundación Malpelo, la Institución Internacional de Conservación de Coral.
Otro de los propósitos que se pretende ejecutar es la producción de nuevos empleos en las zonas donde se realicen los trabajos de restauración, ya que, por la naturaleza del proyecto, este facilita la involucración de los habitantes de las zonas aledañas.
Las zonas de intervención
De acuerdo a un comunicado de prensa del Ministerio de Ambiente, emitido en septiembre del 2021, el esquema de intervención seleccionará las siguientes áreas principales: Seaflower y el Parque Nacional Natural McBean Lagoon en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. También, el Parque Natural Tayrona y zonas de la Bahía de Taganga, en Magdalena. Barú, las Islas del Rosario, ciertas zonas de Bolívar, Sucre y el Caribe chocoano. Además, se tiene previsto incorporar algunas áreas tanto del Caribe como del Pacifico, específicamente en La Guajira, Córdoba y el Urabá antioqueño.
¿Cómo nació el proyecto?
En entrevista con Plaza Capital, Phanor Montoya Amaya, biólogo marino colombiano, el único profesional en Latinoamérica certificado para reparar arrecifes de coral por la Sociedad Internacional para la restauración ecológica, dice que desde hace varios años trabaja en el restablecimiento de arrecifes coralinos en distintas partes del mundo. Se capacitó en la República de Seychelles (archipiélago que cuenta con 115 islas en el océano Índico, cerca de África Oriental) en este oficio, y allí pasó varios años aprendiendo las técnicas exactas para realizar esta labor, aspecto clave que lo convierte en una voz más que autorizada para hablar del tema.
Foto referencial de corales. Crédito: Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible
En 2016, después de varios años, regresó a Colombia y se encontró con distintos proyectos a menor escala que tenían como objetivo recuperas ciertas zonas coralinas en el país, pero que no habían sido satisfactorias porque el conocimiento tecnológico no era el adecuado para esta actividad. No obstante, gracias a la implementación de sus conocimientos tecnológicos respecto al tema, en San Andrés y Providencia, se logró restaurar más de 13.000 corales en los últimos ocho años. Montoya explica que “luego de ese trabajo en Providencia y después de la destrucción del huracán Iota, pensamos en acercamos al Ministerio de Ambiente para apoyar el trabajo de restauración de corales. Es así como se monta el proyecto”.
Los ecosistemas de Corales: productores de vida
Phanor Montoya explica que este proyecto nació con la intención de recuperar un organismo vital del planeta: los corales. Ya que estos son unos de los principales organismos productores de oxígeno en el mar, el cual permite la reproducción del fitoplancton, primer eslabón de la cadena alimenticia en los océanos. Además, son el hábitat principal para distintas especies marinas y son los principales productores de alimentos que benefician a la comunidad pesquera y generan ingresos en el turismo.
Por su parte, Carrie Manfrino, presidenta y directora de Investigación y Conservación en el Central Caribbean Marine Institute de Islas Caimán, explicó en una nota de las Naciones Unidas que “las estructuras de los arrecifes protegen de las tempestades a las comunidades costeras, proporcionan arena a las playas y generan enormes ingresos para las empresas de ocio locales. Los arrecifes de coral son también el laboratorio médico del siglo XXI. Un sinfín de organismos como las esponjas, los corales y las liebres de mar contienen moléculas que demuestran potentes efectos antiinflamatorios, antivirales, antitumorales o antibacterianos”.
Corales de Paz
Este proyecto fue fundado en noviembre del 2016 con el propósito de construir arrecifes coralinos resilientes con y para la gente. Phanor Montoya, director y creador de la organización, comenta que para Colombia una hectárea de arrecifes saludables genera más de dos millones de dólares al año en servicios de pesca de alimentación, protección costera y de turismo. Lo que llega a beneficiar a más de cinco millones de personas directamente en el país, por lo que ésta titánica labor de protección de los corales es de suma importancia y que también es necesario el involucramiento de los habitantes para que se apropien y se haga de una manera más efectiva la restauración.
Corales de Paz tiene tres líneas específicas de campo de acción: la primera, enseñar a las personas a proteger los arrecifes de coral; la segunda, ofrecer la oportunidad de que se experimente la conservación de arrecifes coralinos en primera mano, y, por último, invitando a personas naturales y empresas a apadrinar la reconstrucción de los arrecifes de coral. Y, en cuanto al proyecto de un millón de corales, se tiene proyectado que Corales de Paz se encargue de cultivar el 10% de esa meta en Providencia.
A día de hoy, ¿cómo va “Un millón de Corales por Colombia”?
Según cifras del Ministerio de Ambiente otorgadas a través de un derecho de petición, en la actualidad “se tienen cultivados 60.560 y trasplantados 9.444 fragmentos de coral equivalentes a aproximadamente un 7% de la meta, en su mayoría tipo ramificados de las especies Acropora cervicornis y Acropora palmata, los cuales están en su mayoría, representados en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina”.
Además, el Ministerio establece que en cuanto al tiempo que se piensa realizar este proyecto como meta principal tienen actualmente un cronograma preliminar de “un total de 588.100 fragmentos de coral cultivados para el 31 de julio de 2022".
La inversión económica del proyecto es de 8.450 millones de pesos, de los cuales el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible aporta 6.000 millones; Conservación Internacional 600 millones; Corales de Paz 250 millones; Parques Nacionales 600 millones, y otros aliados aportan 1.000 millones. En lo que lleva el proyecto se ha desembolsado la suma de 1.800 millones de pesos, los cuales han sido utilizados en convenios con los distintos aliados, compra de maquinaria, distintos talleres de socialización con las comunidades, autoridades ambientales, etc.
A menos de tres meses de cambio de mandato del Gobierno y con una inversión importante de capital en el proyecto, la meta total de restauración de los corales va a paso lento. Ya que, hasta la fecha, solo se tiene alcanzado un aproximado del 7% de la proyección final a tan solo dos meses de su cronograma para la meta principal. Plaza capital le hará seguimiento al proyecto para saber si continuará en el próximo mandato presidencial o si se pausa con el que termina.
Esta misión cuenta con la ayuda de distintos aliados nacionales e internacionales como La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), Cardique, el acuario de Rodadero en Cartagena, Conservación Internacional, y varios proyectos ciudadanos y empresariales interesados al respecto.