Cada febrero, mientras millones celebran el amor con ramos de rosas, Colombia se prepara para su mayor temporada exportadora del año. Más del 75 % de las flores que adornan los hogares estadounidenses en San Valentín tienen origen colombiano, lo que convierte a este mercado en el corazón financiero del sector floricultor nacional. En 2024, por primera vez, las flores superaron al café como el principal producto agroexportador colombiano hacia EE. UU., alcanzando ventas por US$1.887 millones.
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Sin embargo, este 2025, la incertidumbre marca el calendario. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de un arancel inicial del 10 % a productos colombianos, que podría escalar hasta el 50 %. La medida golpea directamente a las flores frescas cortadas, segundo rubro de exportación nacional después del petróleo, según datos del DANE. Este impacto se extiende a un gremio que, de acuerdo con el Análisis del Mercado de la Floricultura en Colombia realizado por Informes de Expertos, representa el sustento de más de 200.000 trabajadores entre empleos directos e indirectos. Aunque cerca del 51 % de la canasta exportadora estaría exenta del arancel —principalmente productos como petróleo, oro y plásticos—, el otro 49 % enfrenta un riesgo latente de encarecimiento y pérdida de competitividad, tal como advierte un análisis reciente de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia).
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Este reportaje reúne las voces de expertos en comercio internacional, directivos y administradores de fincas floricultoras en Cundinamarca, quienes narran cómo se vive esta amenaza, desde los cultivos hasta las bodegas de exportación. El reportaje revela no solo los riesgos económicos para el país, sino también el delicado equilibrio diplomático que sostiene décadas de intercambio comercial entre Colombia y su principal socio. ¿Podrá el sector floral sobrevivir a este invierno diplomático justo en su primavera comercial?