Alexander Monroy, nació en Bosa, Bogotá. Vincularse a los procesos comunitarios lo llevó a desarrollar una sensibilidad social ante la injusticia y la pobreza. Tiempo después ingresaría a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia dentro de una red urbana que operaba en la ciudad. Durante el tiempo en que hacía parte de las FARC-EP llevaba, lo que él describe, como una "doble vida". Su casa se volvió un lugar de reunión con sus compañeros combatientes y su vida universitaria un perfil para mostrar de puertas a fuera.
Con la firma de los Acuerdos de Paz del 2016, se asociaría con otros excombatientes para fundar "La trocha", un emprendimiento de cerveza artesanal, que no solo resulta ser una estrategia de reinserción sino la forma de apostarle a un Colombia en paz y garantías para la vida digna, búsqueda que siempre ha llevado Alexander. Tal como un camino pedregoso y estrecho, la paz es como una trocha, una vía que construye el pueblo y que se abre su propio paso. En esta entrevista reflexiona sobre los firmantes de paz que han perdido la vida en otros territorios, y sobre cómo combatir las causas estructurales de la pobreza y desigualdad permiten avanzar hacia un verdadero fin del conflicto.
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