¿Qué ven los colombianos en cine?: Así le va a las producciones nacionales

Martes, 17 Septiembre 2024 08:47
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Del total de asistencias a salas de cine solo el 1,2 % fue a producciones colombianas. El poco financiamiento para la distribución, la falta de espacios de exhibición y la necesidad de replantear el modelo para medir las audiencias son algunos de los desafíos del sector.

Estreno de “Yo vi tres luces negras” en Cinema Paraíso||| Estreno de “Yo vi tres luces negras” en Cinema Paraíso||| DOC Colombia|||
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Durante la pandemia, la industria cinematográfica en Colombia enfrentó una crisis de asistencias a salas de cine. Mientras que en 2019 las cifras alcanzaron más de 73 millones de espectadores, en 2020 cayeron drásticamente a 12 millones según datos de Proimagenes.

En los últimos tres años, el número de asistencias a las salas de cine ha aumentado, pues el año pasado cerró con 53 millones de espectadores, a pesar de esto, las cifras no han mejorado para el cine colombiano. En 2023, las producciones colombianas representaron el 1,2% del total de asistencias a salas en el país según Proimágenes. Esto demuestra que, de 100 personas que asisten a las grandes pantallas, solo una consume productos nacionales en las salas, convirtiéndose en la cifra más baja de la historia.

Gráfica de participación de espectadores por región de orígen de la película 2023. Fuente: Proimágenes Cine en cifras Ed. 26

A raíz de esto, el sector cinematográfico de Colombia se ha preguntado por los desafíos para entender y acercarse a las audiencias de manera más efectiva.

Santiago Lozano, docente de la Universidad Autónoma de Occidente y reconocido director de cine, afirma que uno de los principales desafíos del sector es la manera en que se miden las audiencias.

“Hay que romper ese paradigma de medir las audiencias solamente por un indicador de taquilla que le pertenece a una única manera de ver el cine”, asegura Lozano quien insiste en que se deberían caracterizar las audiencias que asisten a espacios alternativos de consumo de cine.

Por su parte, Ricardo Cantor, el director de la Cinemateca de Bogotá, durante un panel del Bogotá Audiovisual Market (BAM), destacó que para medir los espectadores se debe tener en cuenta los festivales, las plataformas digitales y de streaming, los espacios independientes y las producciones que llegan a la televisión y a los canales abiertos.

“Creo que nos hace falta un ejercicio como sector de consolidar la información y no compararnos únicamente con la cifra del circuito masivo y comercial, que es importante, pero la pregunta se plantearía diferente si estuviéramos siendo cuantificados y contados diferente esos espectadores”, explicó.

El papel de las distribuidoras y los exhibidores

Según cifras de Proimágenes, en 2023 se estrenaron 72 películas colombianas, 15 títulos más que en 2022. Esto convierte a 2023 en el año con mayor número de estrenos de películas colombianas en salas de cine.  Sin embargo, lograr que las personas se acerquen a estos productos cinematográficos es otro de los desafíos.

“El gran público no va a llegar per se a las salas de cine, sino que requiere una alta exposición para conocer las producciones”, afirmó Cantor en el BAM. “Yo creo que el cine colombiano se ve donde lo quieren programar, donde hay una voluntad de cultivar ese público”, añadió.

Para Lozano, quien estrenó su última película Yo vi tres luces negras en el Festival de Cine de Berlín de este año y recibió estímulos de coproducción internacional, un factor que limita el consumo masivo de las películas nacionales es el desconocimiento de su existencia.

"Yo vi tres luces negras" ganó el premio en la sección Panorama en el 74 festival internacional de Berlín, Alemania. Fuente: Festival Bernilane.

Hay muchas producciones que podrían tener gran acogida, incluso comparable con películas comerciales, si se les diera una oportunidad de tener esa conexión y diálogo con el público en términos de visibilidad y exhibición”, explica Lozano. Además, afirma que la atención y promoción de las producciones son un negocio que se centra en los números y no en abrir la oferta artística y cultural para el público.

Lozano añade que si bien cada vez son más los casos en que los proyectos colombianos tienen una buena cobertura de sueldo, estímulos y financiamiento, falta que en la etapa de distribución se destinen mayores presupuestos para desarrollar estrategias efectivas de acercamiento a las audiencias.

Edwin Martínez, quien se encarga del tráfico audiovisual en la Cinemateca de Bogotá, expresa que, con frecuencia, de los mismos recursos de producción se saca para la distribución, dejando a esta con unos presupuestos reducidos para el mercadeo, la promoción y la visibilidad de las películas.

Siga leyendo: A veces el recorrido dura más que la película: las dificultades en el acceso al cine en Bogotá 

Las iniciativas para fortalecer la industria cinematográfica

El sector cinematográfico en Colombia está en búsqueda de alternativas para atraer a más públicos a participar del crecimiento del cine nacional.

“Se deben seguir haciendo políticas de fortalecimiento y reconocimiento de medios alternativos de exhibición”, insiste Lozano, quien enfatiza en que medir el cine nacional a través de las salas de cine comerciales no debería ser la única manera de evaluar su alcance.