La jornada fue transcurriendo y destacándose por un desarrollo en paz y tranquilidad. Con el fin de reflejar la unión de los colombianos, las manifestaciones se han sucedido en las principales ciudades del país, con el objetivo de exigir al gobierno la mejora de condiciones sociales, económicas, laborales para los ciudadanos de a pie.
Los manifestantes en la ciudad de Bogotá, en su mayoría, se reunieron en la Plaza de Bolívar para expresar su inconformismo con el gobierno de Iván Duque, a quien le acusan de querer implementar la privatización de Colpensiones, el incumplimiento del acuerdo de paz, el asesinato de los líderes sociales, el incumplimiento de los acuerdos para la financiación de la educación superior pública, entre otros asuntos futuros como las reformas aún no implementadas. Dichas manifestaciones se vieron afectadas por actos violentos que se llevaron a cabo y que desencadenaron en la medida de toque de queda en la ciudad de Cali. El transporte público fue el principal afectado por las marchas, no solo en la capital del país sino en otras ciudades. Transmilenio dejó de funcionar en los principales puntos de la ciudad, los portales fueron bloqueados y los carriles invadidos por los protestantes. Incluso, los encapuchados atacaron varias estaciones en diferentes puntos de la ciudad, actos que fueron rechazados por los ciudadanos que se manifestaban en paz, los cuales limpiaron rápidamente para evitar que fueran permanentes.
Enfrentamientos desde muy temprano
Los enfrentamientos se dieron desde muy temprano entre el ESMAD y encapuchados iniciando en el Portal de Suba, con la intención de bloquear el transporte en esa área. Luego el portal 20 de Julio también tuvo cancelar los servicios a las 5:00 de la mañana pues se impedía la movilidad del transporte público en esa zona. El portal de Usme fue el tercero en quedar sin servicio pues los manifestantes llegaron a las 8:00 am, entre otros puntos de la ciudad que se vieron afectados por la violencia.
Hacia las seis de la tarde se enfrentaron el ESMAD y los encapuchados en la Plaza de Bolívar, en donde la mayoría de los manifestantes se tuvieron que dispersar por el lanzamiento de las bombas lacrimógenas y las granadas aturdidoras, debido a los intentos de saqueo e invasión de algunos encapuchados al congreso, la alcaldía de Bogotá y la Casa de la Moneda. Estudiantes no violentos trataron de hacer una cadena humana para evitar que los encapuchados atacaran a los agentes del ESMAD, acto que no logró disuadir a los delincuentes. El Palacio de Lievano, la Casa de la Independencia y el Palacio de Justicia se vieron afectadas y vandalizadas por estas mismas personas. Otras zonas que continuaron siendo afectadas por la violencia, fueron el Portal de Suba, Universidad Nacional, calle 53, continuándose en enfrentamientos que esperan finalizarse prontamente para un retorno al orden público la ciudad de Bogotá.
