El negocio relacionado con el cuidado, adiestramiento y recreación de los animales ha venido en aumento desde los últimos años. En el año 2003 solo 12 colegios y guarderías caninas estaban registradas en la Cámara de Comercio de Bogotá. Hoy en día poco más de 50 lugares están inscritos en esta entidad. Por otro lado, la mayoría de guarderías operan sin estar registradas en la Cámara de Comercio.
Establecimientos que prestan el servicio de guardería y escuela ofrecen a sus clientes el mejor cuidado y bienestar para sus mascotas, pero en algunos casos, esto no se ve reflejado en la atención a los perros. Un caso conocido es el de Rufo, un Labrador dorado de siete meses que falleció por el descuido de un trabajador mientas se desplazaba al establecimiento canino. (ver: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/muerte-de-perro-posible-negligencia-de-escuela-canina-articulo-521656)
Como este hay decenas de casos de maltrato en donde las escuelas y guarderías caninas están directamente involucradas. Confinamientos, patadas y hasta electrochoques hacen parte de la rutina de los adiestradores de algunos de estos lugares para “calmar” a las mascotas.
La recreación implica ejercicios planeados y ejecutados adecuadamente. Cada animal soporta una carga física diferente dependiendo de su raza.
Según Ricardo Abarca, técnico veterinario de la Universidad de la Sabana, las guarderías caninas deben cumplir con un mínimo de normas para poder funcionar de manera correcta y responsable. Una de las recomendaciones para escoger una escuela para su mascota es ir al lugar y hablar con el encargado del cuidado del animal; observar si a la persona le gustan los animales; ver cómo están y se comportan las demás mascotas alojadas en el lugar; contarle al veterinario todo sobre su mascota, qué pueden comer y qué no o algunas enfermedades que tengan, y el comportamiento normal de estos.
Diariamente las mascotas deben caminar mínimo media hora.
“Los trabajadores deben ser responsables y éticamente comprometidos con este trabajo, uno tiene que estar capacitado y ganarse la confianza de las mascotas y de sus dueños”, comentó Abarca.
Otra recomendación es observar el espacio donde estará la mascota, ver si es un espacio abierto, mirar el estado del pasto, las zonas donde se alimentan los animales, el lugar de descanso y los sitios donde duermen los perros. El lugar debe estar limpio y aseado para que los animales no contraigan enfermedades ni infecciones. Ricardo comentó que un día a su consultorio llegó un perro blanco raza Boxer de un año con el pelo color amarillo, “vi el pelo y me di cuenta que el perro había estado encerrado por días en un guacal, nunca lo limpiaron y el perro había dormido encima de sus propios orines, esto le generó una infección que afortunadamente no pasó a mayores”, afirmó.
Se deben revisar meticulosamente las instalaciones donde las mascotas van a dormir.
El lugar debe ser seguro y tener cercas que impidan que el animal salte y se pierda. Al llegar a la escuela, los perros portar una identificación en el collar donde se encuentren los datos de la mascota y de su dueño. El máximo de perros que puede manejar un adiestrador son 12, si tiene más de estos probablemente esté realizando mal su labor.
Se recomienda tener separaciones para evitar problemas como peleas o embarazos.
En el establecimiento debe haber por lo menos un médico veterinario que pueda ayudar en las urgencias que se presenten, dos adiestradores y recreadores encargados de los paseos diarios, una persona que se encargue de la limpieza de las zonas, un profesional en el baño de mascotas y un automóvil con jaulas seguras e individuales y con adecuada ventilación para el transporte de los perros.
El staff debe estar capacitado para atender emergencias médicas de las mascotas hospedadas.
Si la guardería ofrece servicios adicionales, asegúrese de que sean brindados con altos estándares de calidad.
Si el perro debe trasladarse en el transporte que ofrece el colegio, el dueño debe observar los guacales donde se transportará su mascota, hablar con el conductor y contarle si el perro es nervioso o si tiene algún problema a la hora de encerrarlo.
El confinamiento puede causar depresión y ansiedad en los perros.
Según la Policía Ambiental y Ecológica, en Bogotá diariamente se reciben 25 denuncias por maltrato animal. La teniente Lady Pinzón de la Policía Ambiental invitó a los ciudadanos a denunciar los casos de maltrato a las mascotas. Para denunciar agresiones hacia los animales se pueden comunicar a la línea de la Policía Ambiental 3159000 ext. 5618208 o al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
@velandiatovar
@RafaelEscobar15