“Somos una escuela de sueños”: Carlos Solano, cofundador de la biblioteca Violetta en Ciudad Bolívar

Sábado, 16 Octubre 2021 20:49
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En entrevista con Plaza Capital, el artista plástico colombiano y licenciado en educación comunitaria contó la historia de la primera biblioteca comunitaria del barrio Paraíso en el sur de la capital de la República.

 

Carlos Solano, cofundador de la biblioteca comunitaria Violetta.|“Somos una escuela de sueños” —Biblioteca comunitaria Violetta.|Cada marioneta representa un derecho  fundamental de los niños.|Carlos y su esposa Leidy han restaurado artículos de segunda mano para decorar la biblioteca.|Algunas artesanías están inspiradas en obras literarias.||| Carlos Solano, cofundador de la biblioteca comunitaria Violetta.|“Somos una escuela de sueños” —Biblioteca comunitaria Violetta.|Cada marioneta representa un derecho fundamental de los niños.|Carlos y su esposa Leidy han restaurado artículos de segunda mano para decorar la biblioteca.|Algunas artesanías están inspiradas en obras literarias.||| Laura Hernández|Juan Alejandro Motato Soto|Valentina Vélez|Laura Hernández|Valentina Vélez|||
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Esta no es una biblioteca convencional. Está prohibido guardar silencio y se permite jugar. Así lo confirman los niños que llegan a diario con sus marionetas, juguetes e historias para contar. No es un espacio como el hogar o la escuela porque les permite crear y divertirse sin ninguna responsabilidad. 

Al entrar, un letrero en inglés con la palabra 'Welcome' saluda a los visitantes y los invita a pasar. A su costado, un estante de libros en forma de rompecabezas aviva la entrada al salón principal. Nos recibe Carlos Solano, licenciado en educación comunitaria, artista autodidacta y cofundador de la biblioteca comunitaria Violetta junto a su esposa Leidy Salazar. 

El nombre 'Violetta' representa a la sobrina de Carlos, quien falleció a los siete días de nacida por complicaciones respiratorias y desde entonces, les ha dado fuerza para seguir adelante. En la actualidad, alrededor de 50 niños iluminan el lugar que alude a su memoria. A pesar de la pandemia, donde tuvieron que cerrar por falta de recursos, la biblioteca Violetta, ubicada en la Cra. 27H #71 I - 22 Sur, continúa regalando sueños a los niños de la localidad.

¿Cómo surgió la biblioteca comunitaria Violetta? 

Alrededor del 2012 empezamos con clases de artesanías, artes plásticas e inglés. En 2013, se consolidó más el proceso de una organización comunitaria junto a mi esposa. Prácticamente ya vamos para nueve años. Hemos estado en diferentes partes del barrio. En 2015 ganamos dotación de la Secretaría de Cultura, que son más o menos 1200 libros, mesas, estantes, equipo de sonido y el año pasado pudimos comprar algunos equipos tecnológicos.

¿Qué actividades realizan con los niños del barrio Paraíso?

Trabajamos la lectura. Los niños tienen un proceso de marionetas que hablan de derechos humanos y hacemos artesanías con papel maché. [...] Por ejemplo, una marioneta habla de los niños indígenas que entran a procesos de educación formal y son obligados a aprender el idioma español. Pero, ¿por qué el maestro no aprende el idioma de ellos? La idea es que se respete eso y que haya inclusión. 

¿Cómo es el trabajo con los chicos durante la semana?

Nosotros trabajamos de martes a viernes de dos a cinco de la tarde. Los martes y miércoles vienen los niños pequeños de dos a siete años, que son más o menos entre 18 y 35 niños. Los jueves y viernes vienen los niños de ocho años en adelante y son entre 15 y 25 niños.

¿Tiene algún costo para los niños participar en esta “escuela de sueños”? 

Solo cobramos a principio de año un valor de inscripción de diez mil pesos para comprar materiales, mientras llega algún patrocinio o apoyo para el proyecto. Por ejemplo, a veces no contamos con papel o colores.

¿Qué tipo de patrocinio recibe este proyecto?

Nosotros participamos en concursos. Este año nos ganamos uno de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas. Estamos liderando el proceso de Red de Bibliotecas Comunitarias de Ciudad Bolívar. Ahorita nos estamos articulando al Plan de Lectura, Escritura y Oralidad de la localidad. De ahí salen recursos para comprar materiales, movernos y hacer mercado. Varios papás dan un aporte para comprar papel higiénico, jabón y demás cosas. 

¿Reciben apoyo de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá?

Lo que pasa es que con BiblioRed tenemos un raye. [...] Ellos llegan hablando y todo, pero cuando uno les dice “bueno, ¿y qué es lo que hacen?” entramos en diálogo y les decimos “la realidad de aquí es esta. En la pandemia, las bibliotecas comunitarias tuvimos que cerrar el proceso y la mayoría no contaba con internet ni equipos para seguir abiertos, ¿ustedes qué hicieron para apoyarnos? ¿por lo menos nos preguntaron?” 

Entonces contestaron que sí están cumpliendo, que están llegando a los territorios y que han hecho procesos de lectura donde no hay. Por ejemplo, al lado del TransMiCable va a quedar una biblioteca pública y BiblioRed dijo que por primera vez va a haber un proceso de lectura en esta parte de la localidad, cuando nosotros ya llevamos ocho años aquí. [...] No somos los únicos pero tampoco se puede decir que no hay proceso.