La Dirección de Inclusión e Integración de poblaciones, por medio de la Secretaría de Educación del distrito, ha estado liderando proyectos que buscan la construcción de memoria, paz y restauración por medio de actividades lúdicas y culturales para los estudiantes de colegios de Bogotá.
Una de las iniciativas más importantes que lleva a cabo la Dirección de Inclusión son las Guías pedagógicas para la conmemoración del 9 de abril, que es el día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas del conflicto armado. Estos textos buscan la reflexión en torno a la memoria histórica y el lugar de los estudiantes y familias en la construcción de la paz.
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Las guías pedagógicas de la memoria han tenido una edición cada año desde el 2020. Durante todo el mes de abril se buscó poner a disposición de alrededor de 70 colegios este documento denominado ‘Escuelas que dignifican y conmemoran’, para la realización de actividades que buscan que los estudiantes víctimas del conflicto armado, o que hayan llegado como migrantes a la capital, puedan participar de un proceso de reparación simbólica.
En total son cuatro guías pedagógicas que tienen distintos objetivos y están dirigidas a los estudiantes según su edad y nivel de aprendizaje. Una es para la primera infancia, la segunda dirigida a básica primaria, la tercera a secundaria y la cuarta a las familias. Cada una contiene actividades que promuevan capacidades socioemocionales y ciudadanas que a su vez buscan espacios de inclusión y aprendizaje colectivo.
“Al equipo Pedagogías de las memorias y de las migraciones le ha funcionado trabajar metodologías mediante experiencias y diferentes narrativas que sirven como medio para que los niños, niñas, jóvenes y adolescentes puedan trabajar el tema de la memoria. Muchas veces no se puede decir con palabras la historia de lo que ha pasado y conocer la verdad, sino que, mediante diferentes narrativas como la danza, el teatro, la pintura, el dibujo, diferentes maneras artísticas que no son la oralidad, se puede conocer la historia reciente de nuestro país”, afirma Angela Valencia, pedagoga y partícipe de la construcción de las guías.
Todas las actividades están sustentadas en herramientas pedagógicas pensadas según sus condiciones y el contexto de la población. No todos los colegios de la capital realizan actividades con las guías porque la Dirección de Cobertura del distrito distingue ciertas zonas de la ciudad donde está focalizada la mayor cantidad de población víctima y migrante.
Preparación y capacitación
Las actividades de las guías pedagógicas son llevadas a cabo por los mismos docentes de los colegios participantes. Al tratarse temas de memoria y referentes al conflicto armado se discuten temas sensibles que requieren preparación
“Se han hecho unas redes de maestros, hemos cualificado a los maestros para que logren, a través de ese acompañamiento pedagógico, tener una comprensión clara de la población que vienen atendiendo. Creo que es muy importante sensibilizar a los docentes en que aparte del poder hacer seguimiento en términos académicos, también pueden acompañar en términos de emocionales a los estudiantes y a su familia”. Así explica la preparación de los profesores Virginia Torres, directora de Inclusión de Poblaciones.
Con respecto al acompañamiento docente, Andrés Aponte, subdirector de la organización JustaPaz opina que “cuando los jóvenes escuchan y trabajan en estos temas pueden reaccionar de distintas maneras, con llanto o sintiéndose incómodos porque estos temas muy álgidos, y complejos. Es necesario que cuando hay un profesor hablando de estos temas, haya un apoyo psicológico, ya sea otro docente, otro personal capacitado, para que pueda realizar una contención emocional”.
Acerca del desarrollo de los espacios de aprendizaje, Aponte también menciona que se deben crear ambientes seguros y de confianza. Para que esto suceda es necesario establecer normas y acuerdos de convivencia donde se garanticen valores como respeto, tolerancia e inclusión que permita una participación abierta.
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¿Cómo se habla de la historia del conflicto?
La dirección de inclusión enfatiza que los procesos de memoria y la construcción histórica se tratan desde actividades lúdicas que inviten a la reflexión individual.
Virginia Torres afirma que esto se hace “a través de la danza, del cuento, de las historias. Los maestros, lo que hacen es reconocer que vivimos en un país donde hay conflicto desde hace muchos años, ese es el primer paso, y que ese conflicto ha generado situaciones como el desplazamiento forzado o las desapariciones. Pero la dinámica es contarles a los niños y recibir de ellos también sus historias haciéndolo a través del arte, de la música y a través de los dibujos”.
Dentro de las actividades llevadas a cabo para la construcción de la memoria y la historia se hacen a través de los cuadernos viajeros que son la manera en que los niños cuentan su historia y los acontecimientos por los que han pasado a partir del dibujo.
La tensión entre ideología y verdad
“La escuela trata de ser objetiva e imparcial, es decir, escuela no debe tomar posiciones políticas. No debes mostrar una realidad, objetivamente, pero que nace de sus actores principales”, afirma Torres con respecto a la crítica de sesgos ideológicos que pueden sufrir estas guías. Cuando se habla de construcción de historia y memoria las perspectivas políticas y las creencias pueden suponer una dificultad para los procesos de aprendizaje.
La directora de Inclusión también asegura que la construcción de memoria de los estudiantes se hace con acompañamiento sin intervención: "Nosotros les brindamos los espacios seguros, en donde la escuela les va a poder escuchar lo que ellos han vivido, lo que su familia ha vivido. A través de esto podemos conscientizar acerca del país en que vivimos, tratamos de cambiar la historia y construir paz”.
A pesar de que las guías no pretenden difundir ningún tipo de ideología, los espacios de construcción de memoria en general pueden suponer un ambiente propenso para las discusiones de posturas y pensamientos. En cuanto a las consecuencias que podría traer la difusión de discursos ideológicos en espacios de construcción de memoria, Andrés Aponte menciona que esto generaría una polarización y una hostilidad dentro del aula. “Eso le quitaría todo tipo de legitimidad al espacio seguro y esto pasa cuando transmiten sus preferencias políticas de una manera explícita o a veces implícita, también, por medio de chistes, etcétera. Entonces, esto puede dificultar el diálogo y la convivencia y se desincentiva todo lo que significa el pensamiento crítico, entonces a veces pueden desalentar cuando tienen cuestionamientos”.
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Las actividades de construcción de paz, reconciliación y no repetición están acompañadas de visitas a lugares históricos que complementen el aprendizaje de los estudiantes, como las visitas al museo del Centro de Memoria Histórica o al Museo Nacional de Colombia. Este proyecto también cuenta con el acompañamiento de la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación que permite que se dé la implementación.
Todas las dinámicas buscan incluir a todos los estudiantes independientemente de su etnia, raza u origen. Así mismo, la Dirección de Inclusión de poblaciones espera que en el futuro todos los colegios de Bogotá puedan contar con un acompañamiento integral para la población víctima del conflicto y migrante.