Hoy cantamos “ni una más”, entre las llamas. con fuerza,
por esas voces de tantas que nos faltan en la arenga.
Este machismo, este estado, este mundo, este sistema.
Resistimos por la paz que soñamos duradera.
Al bailar, al protestar, al cruzar cualquier acera.
Por las hermanas, amigas, las indígenas, las negras.
Somos poder, movimiento, esperanza, cambio y tierra.
Ni territorio en conquista ni trofeo de sus guerras.
Aunque incompletas y heridas, con fuerza de nuestras muertas.
Marchamos hasta que entiendan que la vida se respeta.