Los médicos generales, Gabriel Castañeda y Tito León Maya, hablan de la difícil situación económica y social a la que se enfrenta la profesión, aunque sean elementales para enfrentar el Covid-19, no creen que ocurra un cambio respecto a las condiciones de trabajo de este tipo de doctores. Con casi 6 meses en aislamiento por la pandemia de la Covid-19 en Colombia, continua la amenaza del virus en la salud del ser humano.
El temor a la muerte, el contagio de sus familias, el estrés de las jornadas laborales y la estigmatización de la sociedad, desencadenan preocupaciones que afectan la salud mental del personal médico.
Desde la llegada del Covid-19 al país, los centros geriátricos han tenido que reinventarse para la salud física y emocional de sus pacientes. Desde el 24 de marzo, cuando se inició la cuarentena obligatoria en todo el territorio colombiano, el Ministerio de Salud afirmó que las personas más afectadas serían los mayores de 70 años. Esta es la población más vulnerable en la pandemia del COVID-19, los centros geriátricos del país han tenido que cambiar sus medidas de seguridad y reinventarse por sus pacientes.
Bogotá, la capital de Colombia, se caracteriza, por ser una ciudad donde la desigualdad y la creciente pobreza son el pan nuestro de cada día. Solo en 2019, el DANE reporta que en Bogotá la pobreza multidimensional escaló de 304.000 hasta 537.000 personas. Esta cifra hoy puede ser exponencialmente más alta, porque además de la fuerte drogadicción en la indigencia, se suma la pobreza generada esta pandemia.
El coronavirus ha dejado a su paso múltiples crisis, una de ellas es el incremento del abandono de animales domésticos. Esos que solían ser los compañeros de vida se encuentran ahora deambulando por las calles, desprotegidos de un día para otro a la espera de recibir, con suerte, ayuda de una fundación o que le sean abiertas las puertas de un nuevo hogar. Lo anterior, puede ser el reflejo de las dificultades económicas que enfrentan los colombianos, lo que los ha orillado a no poder mantener a sus mascotas con ellos.
Los cursos remotos con la calidad de la educación superior y las asesorías psicológicas profesionales virtuales, tanto gratuitas como a precios accesibles, están a la mano de todos los jóvenes y buscan alivianar los problemas a causa de la pandemia.
Desde el mes de marzo, las peluquerías y peluqueros tuvieron que cerrar por la cuarentena estricta en el país debido a la pandemia del coronavirus. Tras la difícil situación de salud en el territorio nacional, muchos de los establecimientos comerciales que no son de extrema necesidad en el país tuvieron que cerrar las puertas. Desde ese entonces, la crisis por parte de los dueños y empleados de estos establecimientos salió a flote.
Plaza Capital profundiza en la situación de los médicos, quienes piden responsabilidad a los colombianos en esta nueva realidad en medio de la pandemia. Las cifras de contagios incrementan, médicos se están contagiando y podríamos estarnos enfrentando a una nueva cepa del coronavirus. Colombia no puede bajar la guardia en este año 2020 ensombrecido por la pandemia, que ha hecho, sin duda, su agosto en Colombia. En menos de 6 meses, el país ya suma más de 19 mil muertes por coronavirus desde que comenzara la cuarentena en el mes de marzo.
La seguridad en Bogotá es un tema complicado, especialmente para las personas que decidieron montar en bici. Aunque se han disminuido las muertes por accidentes viales, han aumentado las muertes por el hurto de bicis. Sin embargo, no se ha logrado ver una acción mayor por parte del gobierno colombiano, la Policía Nacional y la alcaldía de Bogotá, a los cuales se les ha buscado para que ayuden a los ciudadanos a evitar riesgos al momento de usar este medio de transporte. Se recomienda evitar el paso por zonas con menor trafico de personas y vehículos, evitar hacer uso de este transporte a altas horas de la noche, ir acompañado de algún compañero, amigo o familiar, además de seguir denunciando los delitos.
Pensar que al estar en un país a más de 4.000 kilómetros distancia de lo que yo llamo hogar significaría sentir la separación máxima de mi familia, es sólo una percepción de lugar. Experimenté la verdadera distancia cuando estaba a menos de cinco metros de la persona que me trajo a este mundo. El no poder sentir sus besos, sus caricias, e incluso sus abrazos, hizo que la distancia entre mi madre y yo se acrecentara, a pesar de que ya estábamos bajo el mismo techo después de que yo había vivido en otro país durante más de seis meses.
Mariana Sanz de Santamaría, abogada, profesora y emprendedora social habla de su experiencia enseñando en Barú, de su emprendimiento social enfocado en la educación en derechos sexuales y de la situación actual de esta comunidad. La entrevistamos en Plaza Capital para que nos cuente su experiencia en primera persona.
El aislamiento obligatorio para evitar la propagación del coronavirus ha traído consigo la modificación de varios hábitos y un cambio sustancial en nuestro patrón de sueño, incrementando así el insomnio, la irritabilidad y la ansiedad.