El pasado 25 de noviembre en el salón Luis A. Morales, se celebraron los 55 años de fundación del barrio Policarpa Salavarrieta y se conmemoraron los 200 años de muerte de esta heroína colombiana olvidada, cuyo nombre representa la rebeldía y lucha que los habitantes de este barrio han llevado a lo largo de su existencia.
En medio de discursos, obras teatrales, bailes, homenajes y una misa de media hora, se llevó a cabo el evento al que asistieron más de 40 personas, entre residentes y comerciantes del barrio. El evento, que duró aproximadamente 5 horas, inició a la 1 p.m. con una marcha marcial a cargo de estudiantes del colegio distrital Jaime Pardo Leal y terminó a las 6 p.m. con la interpretación musical de “La Bala”, una canción de lucha revolucionaria compuesta por Víctor Jara e interpretada por Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano. La canción fue coreada por los asistentes, entre los que se encontraban adultos mayores y algunos niños.
Hubo tres discursos, entre los que se encuentran las palabras del secretario político del Partido Comunista, Roman Vega y una representante de los vendedores ambulantes, pero el más significativo y emocional estuvo a cargo de Mery Guevara, ex-docente y co-fundadora del barrio, que reivindicó la historia de lucha que ha tenido esta zona de la ciudad.
“Muchos derramaron su sangre y arriesgaron su vida por la defensa de su vivienda, otros sufrieron la mutilación de sus miembros corporales, pero todos los policarpunos durante 55 años hemos cargado el lastre del señalamiento, la persecución y la estigmatización de todos los gobiernos de turno. Sin embargo, hoy, con todos ustedes, podemos decir que Policarpa Salavarrieta vive, y el barrio Policarpa resiste.”
Adela Dimas, habitante e ideóloga política del barrio, contextualizó sobre cómo ha sido la resistencia del barrio. Se remontó a finales de los 50’s, cuando la guerra bipartidista parecía ya cesar. Muchos desplazados, o destechados, como los solían llamar, llegaron de las zonas rurales del país a la capital para poder sobrevivir. Los gobiernos de entonces no los quisieron ayudar, e hicieron fuertes represalias contra ellos. Hoy en día, aun cuando el barrio cuenta con los servicios públicos necesarios, con colegios, hospitales y con óptimas vías de comunicación, siguen en la lucha para evitar la estigmatización, el aumento descomunal de los impuestos, y que, según ella, el distrito los saque de los predios que ocupan.
El evento continuó sin mayores complicaciones. A través de Jeison Cajamarca, se hizo entrega oficial del busto de Policarpa Salavarrieta y el cuadro de la misma del artista Arlés Herrera; ambos son símbolo insigne de la lucha y la rebeldía de la mujer en la historia. Durante la entrega, se nombraron a las mujeres que han luchado por el barrio y juegan, o jugaron, un papel fundamental en el surgimiento y estancia del mismo. Mujeres como Mery Guevara, Uvaldina Guevara, Anita Castellanos, Adela Dimas, entre otras, fueron las mencionadas en el acto público.
El arte jugó un papel fundamental en este evento, pues también hubo interpretaciones teatrales. La primera fue un monólogo de una joven estudiante de artes de la universidad Antonio Nariño que interpretó a ‘La Pola’ en sus últimos instantes de vida. Recitó sus últimas palabras e hizo un paralelo histórico con el que habló de las libertades de aquella época y las de hoy en día, enfatizando que nada había cambiado. La libertad, según ella, ya no está represada por el yugo español, sino que ahora viene en forma de las nuevas tecnologías y de nosotros mismos, que la aceptamos sin luchar.
La segunda interpretación teatral estuvo a cargo de la poetisa y dramaturga Patricia Ariza, que presentó una obra teatral representada por dos mujeres, una que sería “la mujer de los libros” y la otra que sería “la mujer de la historia”. Ambas personificaban a Policarpa Salavarrieta, las dos eran una sola mujer.
Después de las obras teatrales y una presentación de baile de salsa a cargo de los jóvenes del barrio Unión Chile que decidieron mostrar solidaridad y unión con la lucha del barrio Policarpa, se finalizó la jornada con la voz de Jaime Caycedo interpretando una serie de temas musicales que representan la lucha de esta zona de la ciudad, siempre acompañada por CENAPROV, una organización sin ánimo de lucro que fundó el Partido Comunista hace ya 57 años en pro de brindar casas para los destechados.
Durante la jornada se recordaron los sucesos históricos y las luchas que tuvieron que librar los habitantes del barrio para poder construir sus casas y establecerse como comunidad. Recalcaron su identidad como barrio, y el terminar con “La Bala” de Víctor Jara, hace referencia, en metáfora, no sólo a la estigmatización a la que son sometidos los habitantes como las balas, sino también reafirma los valores y la fuerza que han tenido estas personas para dar cara a los gobiernos de turno y decir, en palabras de Adela Dimas y de Mery Guevara, que el barrio Policarpa no se vende.