El Rabino Moshe Yerushalami, director de Kosher Colombia, explicó a Plaza Capital cómo es el proceso de santificación y certificación de calidad del animal. La selección del animal se realiza de acuerdo a los mandatos bíblicos; el animal que es para consumo Kosher debe ser degollado con un cuchillo muy afilado, para que se desangre y muera instantáneamente sin dolor alguno. Después de la muerte, se revisan las vísceras, se sala la carne durante una hora y se procede a enjuagar con abundante agua. El Rabino santifica la carne y autoriza su distribución.
El Rabino Moshe afirma que: “Alrededor del 70% de personas que consumen carne Kosher en Bogotá no son judíos”. Él piensa que esto se podría explicar por la idea que las personas no judías tienen sobre la buena calidad y adecuado procesamiento de este tipo de comida; “comer Kosher, en general, es comer sano”-agregó.
Por otro lado, el profesor Asher Gutkind estudioso de las religiones y quien es judío no observante –es decir, que nació en una familia judía pero no hace parte de la comunidad ni sigue sus costumbres- dice que más que una comida con características saludables, la comida certificada por el Rabino (Kosher) implica una relación espiritual con Dios. “Lo Kosher no está involucrado directamente con una propuesta alimenticia saludable, este podría ser un valor agregado. La condición para que un producto sea apto para el consumo judío, es que siga las escrituras y además que esté santificado por un Rabino”- dijo Gutkind.
Daniel Bigio, joven judío estudiante de Administración de Empresas, quien dice tener tendencias “modernas” en cuanto a su religión, no se alimenta con comida exclusivamente Kosher. Acepta este tipo de alimentación como una característica cultural, más no como necesaria. “De igual manera, pienso que sí debe haber una conciencia en la forma en la que se sacrifican los animales, pues estos no deberían sufrir”.