Tras la radicación de la Reforma Tributaria el pasado tres de octubre por parte del Gobierno Nacional ante el Congreso de la República en la que busca ampliar el Presupuesto General del 2015; Plaza Capital consultó voces expertas en el tema para que expliquen los pros y los contras del proyecto de ley.
Clara Plazas, especialista en Derecho Tributario de la Universidad del Rosario considera que la reforma no soluciona las falencias de la del 2012 en la que "se añadieron cargas tributarias adicionales, especialmente para los trabajadores, que no se visualiza solucionar" y lo que busca es tapar un déficit fiscal de 12,5 billones ocasionado en gran medida por el desplome de la actividad petrolera en el país.
Por su parte, para Electo Rivera, especialista en Derecho Tributario de la Universidad Externado de Colombia la reforma busca recaudar dinero que se dejó de recibir "por acuerdos de estabilidad tributaria con inversionistas internacionales durante el gobierno Uribe." Así mismo, Rivera cree que la clase más afectada es la de mayor capacidad económica debido al nuevo impuesto a la riqueza, aunque la clase media y baja mantiene impuestos negativos como el cuatro por mil.
Los impuestos creados en 2012 que son CREE, IMAN e IMAS, impuestos dirigidos a la renta tanto de personas naturales -ciudadanos comunes- como jurídicas -sociedades registradas- van a seguir manteniéndose y no serán modificados en esta reforma.
Según Plazas, "mantener los impuestos anteriores pone en situación de riesgo a las personas naturales respecto de su carga tributaria, que en este momento es bastante pesada, en relación a lo que tiene que ver con impuestos a la renta e impuestos territoriales como el predial". Para Rivera el mantenimiento de los impuestos no afecta significativamente a los ciudadanos de clases media y baja pues, "ellos van a seguir tributando en la manera en la que lo han venido haciendo".
Sin embargo, Plazas comenta que, "se pone en situación de desequilibrio e inequidad a las personas naturales", porque éstas no gozan de las exenciones y deducciones -beneficios fiscales que en determinados casos aminoran la cuota del impuesto a pagar- a las que si acceden los grandes contribuyentes, que son empresas o sociedades.
Sumado a eso, Plazas menciona que desde este año hay un nuevo lote de declarantes al impuesto de renta conformado por personas que ganen más de 3 millones de pesos mensuales; “con un salario así pagar un impuesto a la renta, impuesto predial, impuesto de vehículo, IVA, impuestos de consumo se vuelve una carga que "desconoce el mínimo vital", asegura la especialista y añade, “a la gente le va a tocar sacar del dinero para comer y con eso pagar los impuestos".
Rivera tiene una opinión diferente, para él las personas con un sueldo de 3 millones, "no se van a ver afectadas para nada" salvo por el cuatro por mil. El especialista en Derecho Tributario considera que el mantenimiento de este impuesto al movimiento financiero desestimula el uso del dinero plástico y contribuye al aumento del fleteo dada la necesidad de utilizar moneda en papel.
En lo que sí coinciden ambos expertos es en que los impuestos son muy altos y que estimulan la evasión. Ya que, según Plazas, “la poca retribución y reinversión de esos capitales fomenta una inconformidad que prolifera la evasión tributaria.”
Finalmente, para Plazas falta ver la contribución de la ciudadanía y los movimientos sociales en contra de la reforma que, considera, será aprobada pero con algunas modificaciones.
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