Con la pandemia perjudicando el bolsillo y el corazón, los vendedores de la Plaza de Mercado Paloquemao se enfrentaron a una crisis económica jamás vista. En el pasado, con una realidad diferente, las personas llegaban en multitudes para comprar productos básicos de calidad, fueran estos verduras, frutas, plantas, carnes, pescados, huevos, flores y toda clase de insumos que uno pueda imaginarse. Sin embargo, en marzo del 2020 cuando el presidente Iván Duque declaró la emergencia sanitaria en el país, y con ello una cuarentena estricta, el alma de la plaza se vio considerablemente reducida, y los vendedores pasaron de hacer lo que tan bien hacían, vender, a esperar una anhelada solución.
Para terminar de desconsolar a las personas que circulaban en la plaza de mercado, el 19 de mayo del 2020 la Secretaría de Salud confirmó nueve casos positivos por COVID-19. Sin embargo, prontamente para adaptarse a una situación de gran envergadura, en las instalaciones de la plaza se empezaron a implementar medidas de bioseguridad, servicios digitales y entregas de mercado a domicilio, con el fin de que no hubiera aglomeraciones de personas.
A pesar de que la pandemia del coronavirus azotó a todos los sectores económicos, en la plaza Paloquemao, con esperanzas consolidadas, se terminó por atender con dedicación a la poca o mucha clientela que llegara. Con alegrías y tristezas finalizó el año 2020. Aun así, la desgracia continuaba. Tras la crisis global por un virus, venía detrás una crisis nacional, que estaba tomando fuerzas desde finales del 2019. Para la llegada de abril del 2021 se convocó un paro nacional que hasta la actualidad ha generado un gran impacto alrededor de Colombia y el mundo. El inicio de este paro se dio el 28 de abril y desde entonces las marchas no han tenido receso, ya que ni la propagación de un virus, como la Covid-19, ha impedido a los ciudadanos continuar con su lucha.
Los diferentes vendedores de la plaza demuestran su apoyo al paro y son conscientes de la importancia del mismo para la sociedad colombiana. Pero dicho suceso genera consecuencias determinantes para los comerciantes, ya que debido a los paros el desabastecimiento en la plaza durante los primeros días fue evidente y la poca afluencia de personas también. Estas situaciones preocupan a los vendedores no solo por las pérdidas económicas, sino por las pérdidas de comida que no alcanza a ser distribuida a lo largo del territorio.