Dispensando educación sexual: más allá de entregar condones

Jueves, 20 Abril 2023 12:14
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La Secretaria Distrital de Salud implementó en cinco colegios públicos dispensadores gratuitos de preservativos para  promover una educación sexual responsable.

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  • Coautor 1: Julián David Vargas Espitia

En medio de los cambios hormonales y físicos que tienen los jóvenes al llegar a la adolescencia, la charla sobre sexualidad por parte de los adultos responsables en casa  muchas veces es difícil. Es un tema que en los hogares colombianos sigue siendo un tabú. Al preguntarles a los padres de familia si están de acuerdo en que sus hijas e hijos utilicen preservativos obsequiados por las instituciones educativas la mayoría abre los ojos en forma de asombro y no cuentan con una respuesta en medio de la incomodidad. Algunos dicen que esto equivale a “incitar al joven a tener relaciones sexuales” o que “el preservativo es el fin, no es el principio”. La mayoría se sorprenden y, a pesar de estar de acuerdo con el acceso a este método de planificación, ocasionalmente se les escapa un “pero mi hijo no”. 

Los padres y madres son conscientes de que los embarazos a temprana edad son una realidad en el país. El temor porque alguno de sus hijos haga parte de las cifras de embarazos adolescentes o de enfermedades e infecciones de transmisión sexual (ITS), como VIH, sífilis y hepatitis, los hace pensar que la iniciativa no es nada descabellada. Según datos de la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico (OCDE), Colombia se mantiene como el segundo país de América Latina con más casos de embarazo adolescente, con un total del 25% de jóvenes embarazadas, después de México que ocupa el primer lugar en el territorio con  un 25,4%.}

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Muchos jóvenes comienzan su vida sexual en la adolescencia. Es por esto que, en busca de promover los derechos sexuales y reproductivos de los niñas, niños y adolescentes de Bogotá, la Secretaría Distrital de Salud (SDS) decidió implementar cinco dispensadores de preservativos en colegios públicos. Esta iniciativa, que es la primera que se da en instituciones educativas públicas, “será positiva para prevenir embarazos no deseados e infecciones de trasmisión sexual, pero en especial se espera que aporte al ejercicio pleno de tener una sexualidad saludable”, según el subsecretario de Salud Pública, Manuel González.

Los colegios no son el único lugar en el que los y las jóvenes interactúan, por ello en Bogotá para el año 2019 la SDS instaló 185 dispensadores de condones alrededor de la ciudad. Estos cinco nuevos dispensadores, en comparación con los que ya estaban en espacios públicos, no tienen ningún costo para los estudiantes.  

Los dispensadores fueron colocados en: el  Colegio Paraíso, ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar; en el Colegio Andrés Bello, de la localidad de Puente Aranda; en el Colegio José María Córdoba, ubicado en Tunjuelito; en el Colegio Gerardo Paredes, en la localidad de Suba; y en la Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central, de la  localidad de Los Mártires.

¿Cómo accederán los y las estudiantes a este nuevo servicio? 

Cerca de las instituciones educativas, donde comúnmente los estudiantes de los grados superiores salen y regresan solos a sus casas sin compañía adulta, se evidencian las típicas tiendas de barrio, donde se compran dulces, juegos y materiales de papelería. Sin embargo, también están presentes las droguerías, donde los jóvenes pueden acceder a los preservativos que se ofrecen en el mercado. Cerca al colegio Andrés Bello, ubicado en la localidad de Puente Aranda, donde la tasa de fecundidad para el año 2022 fue de 108 nacidos en mujeres adolescentes, el precio de una caja de condones oscila entre los 12.000 y los 14.000 mil pesos. También se venden por unidad donde el costo es mucho menor, pero los preservativos que se distribuyen de esta forma no son marcas reconocidas dentro del mercado.

Ir donde un farmacéutico que puede conocer a los padres y a los estudiantes no se compara con el acceso a una máquina anónima, sin voz para hablar de quien o quienes están descubriendo e iniciando su vida sexual. Los y las estudiantes podrán decidir a cuál de los dos enfrentarse. Con la implementación de la máquina la opción de escoger existe.  

La disposición de este nuevo implemento hace parte de la estrategia Sintonizarte. Con ella, se busca que los y las estudiantes participen de jornadas lúdico-pedagógicas organizadas por el distrito en las cuales obtendrán una ficha. Esta ficha servirá para activar el mecanismo en la máquina que dispensará el preservativo. A su vez, sintonizarte se circunscribe en la iniciativa “Salud a Mi Barrio, Salud a Mi Vereda”, la cual ha sido implementada por la SDS desde el año 2021 con el objetivo de identificar las necesidades, particularidades y expectativas específicas de cada barrio y vereda de la ciudad.

En diálogo con PLAZA CAPITAL la SDS, afirma que se establecieron seguimientos semanales que registran las estrategias de información, educación y comunicación a manos del equipo del Plan de Salud Pública de Intervenciones Colectivas. Adicional, el organismo comentó que “se llevará el conteo del número de condones abastecidos y se generará un buzón para que la comunidad deposite sus comentarios, para que en el próximo semestre se realicen entrevistas con la comunidad educativa”. A partir del análisis y desarrollo de la estrategia, se planea expandir la iniciativa e instalar otros dispensadores en diversos colegios de la ciudad. 

¿Qué opinan los padres?

Para los padres de familia de los jóvenes que estudian en las instituciones educativas este tipo de estrategias son positivas para prevenir embarazos adolescentes, en especial en una etapa donde existen diversos cambios. Ellos se exaltan al escuchar las palabras “embarazo no deseado” y retoman el color al explicar que no han tenido que enfrentar una situación así con sus hijos. 

Ismael Celis, padre de una joven de 14 años que estudia en la institución Andrés Bello, reconoce que este tipo de estrategias son importantes para que, “los jóvenes sean conscientes de lo que van a hacer. Eso no quiere decir que uno como padre quiera que ellos se pongan en esas cosas, no no, es la realidad de la vida”. La enseñanza en temas de educación sexual también viene desde casa, pero se debe complementar con la educación que se dé en los colegios. En forma conjunta se genera una educación más completa para los jóvenes, dejando de lado los tabús al momento de hablar sobre su sexualidad.  

La ansiedad y el temor de los padres se generaliza al no evidenciar una buena comunicación por parte del colegio hacia ellos. Jonathan Londoño, padre de un estudiante de octavo grado, expresa que la iniciativa es positiva, más cuando no todos tienen una buena educación en casa. No obstante, “si en una institución educativa van a haber dispensadores de preservativos, es incitar al joven a tener relaciones sexuales. Sin una educación previa no hay fundamentos para tener un dispensador de preservativos”.

Acompañamiento constante a los adolescentes

La importancia de que este tipo de estrategias funcionen y sean del todo eficientes para sus fines, también deben involucrar a los padres y adultos responsables de los menores. La falta de educación sexual es una realidad a la que se enfrentan numerosas familias, ya sea porque los adultos evitan tener ese tipo de conversaciones o porque tampoco tienen un conocimiento adecuado sobre educación sexual. 

Miradas extrañas se perciben entre los jóvenes en un salón de clase, donde a través de un juego común como el “tingo tango”, se rotan un molde con la forma del aparato reproductor masculino. Los adolescentes se intimidan al verlo pasar por sus manos y más si son los seleccionados durante el juego para tenerlo por breves instantes. Muchos lo cogen y miran con asco, otros evitan tenerlo por mucho tiempo, pero también están los que lo ven como un juego popular. La incomodidad es mayor si Judy Monroy, co-directora de la organización Jóvenes en Diversidad Activa (JEDA), quien trabaja con adolescentes en colegios públicos, haciendo talleres sobre los derechos sexuales y reproductivos, les pide que hagan la demostración de cómo poner un preservativo de forma correcta frente a toda la clase. Lo que deja en evidencia la falta de conocimiento básico sobre cómo utilizar este método anticonceptivo. 

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Estas estrategias sin un buen acompañamiento educativo sobre el uso correcto del preservativo no sirve de nada, pues la prevención de embarazos e infecciones no solo se logran accediendo a un condón. Monroy afirma que es positivo la implementación de los dispensadores, pero, “antes de colocarlo debieron hacer un trabajo lúdico pedagógico con los jóvenes, incluso desde quinto de primaria en adelante, porque encontramos que ya hay niñas de 12 a 14 años teniendo relaciones sexuales. Explicarles el porqué de ese uso del preservativo es importante y que no solamente evita un embarazo”.

Al llegar a las instituciones educativas, los jóvenes bromean de forma jocosa sobre los temas de sexualidad, muchos se avergüenzan y temen ser juzgados por lo que digan de sus propias experiencias. Desde la estrategia de Monroy, la comunicación constante y efectiva con el adolescente puede generar buenos resultados. La educación sexual va más allá de iniciar una vida sexual, también entran factores importantes como las enfermedades e infecciones, el respeto por el cuerpo del otro y de la misma persona.  

Hay muchas cosas que el condón no previene “Iniciar la vida sexual en una temprana edad donde los procesos psicológicos no están desarrollados de manera tal que entiendan ciertas cosas que pueden ocurrir a este nivel, puede generar algunos conflictos”, afirma Gloria Granados, profesional psicosocial en desarrollo humano de Granfundación.  El acompañamiento es esencial para el desarrollo de prácticas de autocuidado y cuidado de él o la otra de forma oportuna. El condón no previene las lesiones y consecuencias en la autoestima del adolescente, por lo que Granados ve cómo esta iniciativa en realidad debe ser un complemento a una formación sexual orientada a proteger la autoestima y desarrollo de los adolescentes. 

Embarazo: más allá de cargar un bebé


En muchos hogares solo se les habla a los hombres sobre temas de sexualidad, desde un lenguaje apartado al educativo. Se deja de lado la ayuda conjunta que se debe dar a la mujer que queda en embarazo y el respeto por el otro. La educación en derechos sexuales y reproductivos incluye también una educación hacia la igualdad de género, “esto es un proceso equitativo e igualitario del cual se tiene mucho desconocimiento”, menciona Monroy.  

Un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Maternidad en la infancia la historia no contada (Motherhood in childhood the untold story, originalmente), reveló que para el periodo del año 2015 al 2019 América Latina y el Caribe es la región con más nacimientos en mujeres adolescentes, con un total del 18% del total de los partos a nivel mundial. La tercera parte de las mujeres que viven en esta región del mundo, son madres antes de los 19 años y la mayor parte de los nacimientos se da a los 17 años y hasta menos.  

El embarazo a temprana edad representa riesgos tangibles en la salud de las adolescentes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) un embarazo antes de los 19 años representa un mayor riesgo de eclampsia (trastornos hipertensivos en el embarazo), endometritis puerperal e infecciones sistémicas. Además, los bebés de las madres adolescentes son más propensos a  nacer prematuramente, tener bajo peso al nacer o presentar afección neonatal grave. El nacimiento prematuro y las complicaciones que este puede generar es una de las causas principales de muerte en menores, asegura la OMS. Prevenir el embarazo a temprana edad ayuda no solo a cuidar a los y las adolescentes, sino también a prevenir la muerte de bebés que nacen sin haber sido planificados.

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Muchas adolescentes llegan a la consulta con dolores pélvicos, sin saber siquiera que están embarazadas. Por ahí corre el rumor de qué en la primera vez no se puede quedar en embarazo o que tampoco se pueden contraer infecciones de transmisión sexual. Pero, nada es más alejado de la realidad “muchas adolescentes están convencidas que por ser las primeras relaciones sexuales no van a quedar embarazadas”, aclara Cecilia Arroyave Gómez, ginecóloga de la Liga Contra el Cáncer de Bogotá especializada en el área de patología cervical y enfermedades del tracto inferior. 

En su experiencia como ginecóloga ha tenido que tratar adolescentes que han contraído sífilis, herpes o virus del papiloma humano, este último puede resultar en cáncer de cuello uterino a temprana edad. No es un juego adquirir una ITS, varias de estas no son curables, como el herpes. Según Arroyave, las secuelas después del tratamiento quedan en “enfermedades pélvicas crónicas o dolor pélvico crónico”. 

Arroyave concuerda con los padres, la educación es una de las claves para evitar arriesgar la salud de los y las jóvenes. El uso y distribución de condones es un gran aporte para la salud y libertad reproductiva de los estudiantes. De esta forma, la próxima vez que algún adolescente no tenga plata para ir a la droguería o no pueda preguntarle a sus papás cómo protegerse, esta nueva iniciativa estará disponible para cuidar de su bienestar accediendo a una de las muchas herramientas que quedan por implementar respecto a la salud sexual.