La lucha por la legalización del aborto en Colombia no es reciente, de acuerdo con el medio de comunicación Volcánicas, inició desde la década de los 70, cuando el discurso sobre la libertad para decidir sobre el cuerpo y la maternidad apenas se posicionaba en el continente. Las feministas colombianas de entonces le exigieron a las ramas del poder (léase Congreso y Altas Cortes) que les garantizaran, a ellas y a las generaciones venideras, el derecho a abortar de forma segura.

Ver: Abortar no es un juego de niñas

Así entonces, en el año 2006, gracias a una demanda radicada por la abogada Mónica Roa. La Corte Constitucional emitió la sentencia C-355 que despenaliza el aborto bajo tres causales: cuando la vida de la persona gestante está en riesgo -físico o mental-, cuando el feto es producto de una violación o incesto y cuando el embarazo es inviable. Sin embargo, según movimientos feministas, estas tres causales no eran suficientes y no permitían que todas las personas gestantes fueran autónomas sobre sus propios cuerpos.

Incluso con esta despenalización, el aborto seguía tipificado como un delito en el Código Penal, fijando sentencias privativas de la libertad para aquellas mujeres que se practicaran un aborto. En el año 2000, cuando se expidió el nuevo Código Penal se mantuvo el Decreto 100 de 1980 que establece en su artículo 343 que “la mujer que causare su aborto o permitiera a otro hacerlo iría a prisión de uno a tres años.” En el año 2004, esta pena aumentó de 16 a 54 meses de cárcel.

En junio de 2020, el abogado Andrés Mateo Sánchez presentó una demanda ante la Corte Constitucional en la que pedía que el delito fuese eliminado ya que desconocía la dignidad humana. Luego, el movimiento feminista Causa Justa presentó la segunda demanda, argumentando que la mujer fuese quien pudiera tomar la decisión final sobre el aborto sin importar las razones por las que éste se dé.

Ver: "¡Abortemos el delito del Código Penal!": El canto que retumbó frente a la Corte Constitucional

Motivadas por esta causa, grupos feministas protestaron y se movilizaron por el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre sus cuerpos. Los días 20 de enero, 3, 9, 17 y 22 de febrero las mujeres se movilizaron frente al Palacio de Justicia en busca de una pronta respuesta ante las demandas.

“Desde hace dos años el movimiento Causa Justa interpuso una demanda ante la Corte Constitucional para eliminar el aborto del Código Penal, ya que, actualmente hay tres causales con las que se pueden abortar. Sin embargo, esas tres causales son injustas, ineficaces y no ayudan realmente a todas las personas, niñas y mujeres gestantes. Por eso seguimos aquí en las calles frente a la Corte, para que el aborto en Colombia sea seguro y no criminalizado. No queremos que más niñas y mujeres sean criminalizadas por el derecho a decidir. Las interrupciones voluntarias del embarazo son un derecho sexual y reproductivo”, afirmó en una entrevista con Plaza Capital, la influencer y activista Lucía Beltrán Chaparro, conocida como La Mona Soy Yo

Los denominados grupos provida, quienes se oponen al aborto en todas sus causales, también convocaron marchas frente al Palacio de Justicia para pedir que no se aceptaran las pretensiones de la demanda bajo el argumento que ‘la vida es sagrada’. Entre lágrimas, oraciones, y arengas clamaban por su argumento del respeto a la vida y los no nacidos.

Finalmente, el 21 de febrero de 2022, a las 5:30 de la tarde, la Corte Constitucional emitió un fallo histórico. Con éste, la interrupción voluntaria del embarazo se podrá llevar a cabo hasta la semana 24 de gestación, y después del tiempo establecido, bajo las tres causales aprobadas por la sentencia C-355 de 2006. La decisión generó distintas emociones en las personas presentes.

¡ES OFICIAL! ¡DESPENALIZADO EL ABORTO EN COLOMBIA HASTA LA SEMANA 24! ¡Felicitamos al movimiento @causajustaco por este fallo histórico en América Latina! #FALLOHISTÓRICO pic.twitter.com/kqBEa63f5d

— Volcánicas Periodismo Feminista (@VolcanicasRev) February 21, 2022