Alentando una vez más al Once Caldas

Lunes, 11 Octubre 2021 10:06
Escrito por

Mateo Muñoz hace parte de la barra Holocausto Norte. En 1998 se creó este grupo que alienta en todos los estadios al ‘blanco blanco’ de Manizales, aquel equipo colombiano que en el 2004 derrotó en la final de la Copa Libertadores al todopoderoso Boca Juniors de Carlos Bianchi.

Holocausto Norte en el Palogrande.|Mateo Muñoz en medio de dos integrantes del Parche Velez.||| Holocausto Norte en el Palogrande.|Mateo Muñoz en medio de dos integrantes del Parche Velez.||| Mateo Muñoz.|@ddisintegrationn.|||
2106

Cada vez que hay partido, Mateo Muñoz, de 28 años, se levanta para alentar al equipo de sus amores: el Once Caldas de Manizales, el club que tiene en su escudo tatuado cuatro estrellas del fútbol colombiano y en el corazón una Copa Libertadores. Se alista con su camiseta negra de la barra Holocausto Norte, su pava, pantaloneta, cámara y llega al estadio dos horas antes para manejar el tema de la logística e ingreso. 

Es el primero de agosto, el Once Caldas se enfrentará a Millonarios por la fecha 3 de la liga Betplay. En el Palogrande, Mateo accede por la puerta de Maratón y empieza a preparar las banderas, entregar los trapos, sombrillas e implementos en general. La barra es la primera en ingresar y la última en salir. Mateo se alista con su cámara para grabar la salida triunfal del Once Caldas.

Desde su lente ve cómo la gente empieza a gritar las arengas durante los 90 minutos. Las canciones son una parte importante en el ritual del partido porque le dan vida al encuentro. Algunos tocando el bombo y otros saltando al compás del mismo con el fin de animar al equipo. No importa cómo va el marcador, si están perdiendo, empatando y ganando, se alienta. La fiesta es tan grande, que nadie en la tribuna se sienta.

La gente mueve las banderas con los colores tradicionales de Manizales: blanco, verde y rojo. Saltan y cantan con furor, desde sus gargantas: “Esta hinchada que no para de alentar, vamos Once vamos a ganar”. Todos con camisas de diferentes campañas, algunas más recientes y otras antiguas, de su color característico blanco o negro. Pero también están los hinchas que se las quitan, porque los consume la alegría y la pasión de alentar a los jugadores.

Mateo capta una imagen poco habitual en el estadio: algunos hinchas alientan con el tapabocas puesto, aquella prenda que se convirtió en parte de la vestimenta de cada uno desde el inicio de la pandemia, la misma que marcó la suspensión del fútbol en colombia durante casi un año. Por eso, una tarde en el estadio se vive con mucha más intensidad que antes, o por lo menos así lo hace creer el trabajo de este hincha furibundo.

El trabajo de Mateo es documentar el partido en videos e imágenes para luego subir todo el material a las redes sociales del Holocausto. Pero lastimosamente en este partido no pudo registrar un triunfo, el Once Caldas perdió 2-0 con Millonarios que se impuso con goles de Harrison Mojica y Édgar Guerra.

¿Cómo está organizada la barra?

Holocausto Norte se estructura por “parches”, es decir, por barrios de Manizales, los cuales deben tener un mínimo de 20 a 25 personas. Tienen 35 parches alrededor de la ciudad. Uno de los lugares más conocidos en la capital de Caldas es 'La Sultana', de donde salió el jugador Elkin Soto, uno de los grandes referentes del Once y parte importante de aquel equipo que ganó la Copa Libertadores en el 2004 ante Boca Juniors.

Mateo es el líder del ‘Parche Vélez’. También hay filiales de la barra en diferentes partes del mundo como Chile, España, Estados Unidos y en otras ciudades como Bogotá, Medellín y en todo el departamento de Caldas. Cualquier persona puede entrar a Holocausto Norte: no hay estrato, religión o etnia. “Todos son bienvenidos”.

Mateo piensa todo el tiempo en la barra. Desde el lunes se reúne con los demás líderes para comentar el partido del fin de semana, si se hicieron bien las cosas, qué tienen que mejorar, y planear el partido de la siguiente semana para mirar si tienen que viajar o no. El martes se junta con su “parche” y les comenta de lo que se habló en la reunión general. Los otros días de la semana se encarga de las redes sociales del Holocausto Norte.

Cuando inició la pandemia se reunían de manera virtual. También aprovecharon el confinamiento para hacer entrevistas en vivo con ex jugadores del Once Caldas recordando su máximo título: la Copa Libertadores del 2004.

El vínculo con el equipo

La relación con el club siempre ha sido buena porque, después de todo, el Once Caldas administra el estadio y pues el Palogrande es donde ellos trabajan y se expresan. Sin embargo, en los últimos años el equipo no ha tenido buenos resultados deportivos. Ha estado lejos de la clasificación a los octogonales y los técnicos que llegan no rinden al igual que los refuerzos. En el último tiempo estuvieron en el banquillo técnico Hubert Boderth y Eduardo Lara. Un fracaso total. Por eso la barra se manifiesta en contra de las directivas.

Si siguen así, el Once puede descender. Desde la temporada 2018 no ingresan en las instancias finales de la liga y han tenido hasta rachas de más de diez partidos sin ganar. Por esta crisis deportiva han solicitado reuniones con el cuerpo técnico y los directivos para demostrar su inconformismo y dialogar porque les duele el equipo, pero “las cosas están pasando a otro nivel y nos cansamos”, comenta Mateo mostrando toda la decepción que esto le genera.

Barrismo social

Mateo cuenta que dentro Holocausto Norte hay una fundación que se originó en el 2011, se llama Voces de Aliento, y nació paralelo a la idea del barrismo social desde la que hoy en día se maneja la barra. Ahí tienen un equipo de fútbol, el Holocausto Norte Fútbol Club, que es el actual campeón de la Liga Caldense de Fútbol. También hay categorías para los más pequeños.  Los profesores, también integrantes de la barra, son licenciados en educación física.

Otro de los pilares clave de la fundación es la música, esto a través de la percusión de la barra. Cuentan con profesores que hacen parte de la comunidad, y que tienen una formación académica para enseñarles a los muchachos cómo tocar un instrumento. Debido a su gran trabajo han estado presentes en eventos del Ministerio de Cultura, la Alcaldía de Manizales, el Ministerio del Interior y en todo el departamento de Caldas. Cuentan incluso con un club de artes marciales mixtas.

Holocausto Norte es autosostenible y su financiación se basa en dos cajas: la mayor y la menor. En la primera el dinero va destinado exclusivamente a los viajes para las ciudades, telones e instrumentos y se consigue con una rifa que se realiza en el mes de diciembre, en la que alcanzan a recaudar aproximadamente cinco millones de pesos. La segunda caja es con el objetivo de pagar el arriendo de la sede de la barra, facturas y se obtiene cuando venden camisetas o boletería. Tratan de no pedir dinero, pero salen cuotas extras entre “parches” por si hace falta algo.