La cruda y precaria realidad del aprendizaje virtual en preescolar

Viernes, 02 Octubre 2020 13:08
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Los padres de familia aseguran que las clases virtuales de preescolar han dificultado el desarrollo intelectual y social de los niños debido a el déficit de atención y el aumento en la carga académica.

 

Educación virtual en preescolar.||| Educación virtual en preescolar.||| María Paula Ducuara R.|||
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Lunes de princesa, martes de doctora, miércoles de chef, jueves de payasa y viernes de cualquier animal que pueda ser dibujado en su rostro con pintacaritas. Esta se convirtió en la rutina de Matilde Muñoz, una profesora de preescolar que dicta sus clases virtualmente desde hace cinco meses a causa de la pandemia.

Con 13 pequeños a su cargo, que todavía no saben leer y escribir, Matilde afirma que esta experiencia ha sido el reto más grande de su trayectoria como maestra. A pesar de su esfuerzo, el aprendizaje virtual en la educación inicial no ha logrado llenar las expectativas de los padres de familia, pues, de acuerdo con su experiencia, el proceso académico se ha retrasado considerablemente.

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De acuerdo con la Asociación Nacional de Preescolar y Educación Inicial, (Andep), el 83% de los niños, de entre los cero y los seis años, reciben educación preescolar en Colombia. En los jardines privados el acompañamiento por parte de los maestros es constante. De acuerdo con Matilde, “es importante realizar actividades sencillas durante las clases para que los niños no tengan trabajo extra para la casa”.

No obstante, este objetivo es difícil de cumplir teniendo en cuenta el déficit de atención y la falta de apoyo presencial para la realización de las manualidades y talleres.

Para contrarrestar este efecto, el Ministerio de Educación ha hecho énfasis en la importancia del aprendizaje desde metodologías flexibles, siendo el acompañamiento familiar y los recursos tecnológicos necesarios para el fortalecimiento de las capacidades. “Una educación de calidad puede salir adelante con una tecnología inadecuada; pero jamás una tecnología excelente podrá sacar adelante un proceso educativo de baja calidad”, afirmó el Ministerio en un comunicado de prensa. 

Sin embargo, en las zonas rurales, el cumplimento de estas directrices es difuso. Como resultado, los padres deben asumir el papel de maestros sin importar lo afectada que pueda verse su jornada laboral de teletrabajo. “Hemos tratado de hablar con las directivas para que dejen menos trabajo, pero no hemos sido escuchados porque, según ellos, los niños necesitan ese estímulo”, afirma Viviana Ríos, madre e integrante de la asociación de padres de un jardín en Medellín.

Por su parte, Angélica Castro, madre de Juan Manuel, de cuatro años, sostiene que no todos los profesores están capacitados para la virtualidad, pues no conocen del todo las herramientas digitales que aseguran el aprendizaje de los niños, pues la brecha tecnológica y la falta de planeación han sido algunos de los obstáculos.

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Adicionalmente, aspectos comunes en el aula como la indisciplina o la inasistencia ocasional han aumentado. Según Angélica, “los niños aún no tienen el conocimiento para regular sus participaciones y necesitan de una mayor supervisión porque se ponen a jugar o ver televisión”.

El panorama es totalmente diferente en las escuelas públicas las cuales reciben subvenciones o ayudas del Estado. Allí, el aprendizaje bajo la modalidad virtual es casi nulo, pues no todas las familias tienen acceso a internet. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Javeriana, el 50% de los estudiantes en Colombia no tiene computador o conexión remota.

Por esta razón, el Ministerio de Educación tomó la determinación de implementar la educación a distancia sin necesidad de una conexión a internet para estas escuelas. Se trata de guías semanales y asesorías virtuales las cuales deben ser realizadas de forma autónoma con el fin de promover el autoaprendizaje. 

“Estas guías se han convertido en un desafío diario”, afirma Carolina Morales, madre de Gabriela de cinco años, quien se encuentra cursando grado cero en una escuela pública en el municipio Pacho, Cundinamarca. Carolina ha tenido que tomar la batuta del aprendizaje de su hija. Su falta de pedagogía la ha obligado a recurrir a los famosos tutoriales en YouTube para que Gabriela comprenda los temas. A pesar de contar con estas plataformas, Carolina siente que el proceso intelectual, cognitivo y social de su hija se ha limitado por la falta de interacción física con su maestra y compañeros.

Adicionalmente, el Ministerio de Educación, en alianza con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y RTVC, anunciaron en el mes de abril la estrategia “Profe en tu casa”; diseñada con el objetivo de garantizar la educación por medio de la radio y los canales regionales. Esta alternativa comprende más de 80.000 contenidos digitales y ha beneficiado alrededor de 30.000 niños.

Por el momento no se conoce una fecha exacta para el regreso a clases presenciales debido al riesgo de contagio que estas podrían ocasionar. De acuerdo con Marta Lucía Valencia, presidenta de la Asociación Nacional de Preescolar y Educación Inicial, en Bogotá hay 2.700 instituciones de educación inicial. De estas, el 22% ha cerrado sus puertas por falta de ingresos durante la pandemia.

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Con este panorama, seguramente Ana Matilde Muñoz tendrá que seguir con su rutina de disfraces, bailes y peinados alocados por un tiempo. En palabras de Ana Matilde: “la presencialidad no sólo se trata de transmitir el conocimiento sino también es apoyar a los niños en sus emociones y estados de ánimo para que el aprendizaje sea integral”.