En Colombia, la mujer indígena ha sido desde siempre quien conserva y transmite la cultura de sus pueblos. En palabras de Adelaida Vangrieken, una indígena wayuu, las mujeres indígenas son sabedoras, dadoras de vida y tejedoras del saber ancestral y espiritual, por ello son las encargadas de transmitir a las nuevas generaciones estos saberes.
Sin embargo, y pese a su importante papel dentro y fuera de sus comunidades, las mujeres indígenas son triplemente victimizadas, pues en un contexto de discriminación étnica se ven afectadas también por inequidades de género y de clase social. Para Karen Sánchez, descendiente de indígenas Zenúes, el mayor reto para las mujeres indígenas es actuar en contra de los prejuicios acentuados que se tienen sobre ellas en el país y que en muchas ocasiones conllevan al maltrato físico y psicológico hacía estas mujeres, ‘’que te digan que tienes cara de india, que eres pobre y que las mujeres no tenemos ni voz ni voto en nuestras comunidades, es el claro ejemplo de la desconexión que las personas tienen con las mujeres y los pueblos indígenas’’ comenta Karen. Pues, como explica ella, así como existen ciertos roles de género en el mundo occidental, en las comunidades indígenas existe otro tipo de significancia de la mujer y es desde su posición de tejedoras de conocimiento y dadoras de vida donde está su fortaleza.
Por el contrario, Fátima Epiayu, indígena wayuu y luchadora por los derechos de las mujeres de su cultura, cree que el principal problema al que se enfrentan las mujeres indígenas son los roles predeterminados que existen dentro de su comunidad. Ya que en un contexto en donde solo los hombres tienen voz y voto, las mujeres están relegadas en la toma de decisiones y muchas veces aquello que expresan no trasciende más allá de una opinión. Además, asumir problemáticas que estén fuera de su papel como mujeres puede traer problemas o enfrentamientos. ‘’A veces el no poder dar una solución a todo trae carga y sentimientos de impotencia’’ agrega Fátima.
Al igual que ella, Adelaida considera que la opresión por parte del hombre, el machismo y la desigualdad de género son las principales problemáticas a las que deben enfrentarse las mujeres indígenas. Para ella, las mujeres son constantemente discriminadas tanto por los miembros de su familia y de su comunidad como por los hombres del mundo occidental. Según Adelaida, ‘’los hombres creen que las mujeres deben cumplir con ciertos patrones de conducta: ser tranquilas, hablar despacio, permanecer en su casa. Tampoco pueden acceder a estar en otros espacios, ni a discutir en torno a las problemáticas que se viven dentro de su comunidad’’ por eso, cuando una mujer es líder, habla fuerte y tiene propósitos claros, empiezan los señalamientos hacia ellas.
Ahora bien, para estos problemas, identificados por ellas mismas, existen soluciones. Por ejemplo, tal y como propone Karen, podrían llevarse a cabo procesos de sanación en los que las mujeres tomen la vocería, ‘’es importante sanarnos con el lugar a donde estamos conectados y hacer pagamentos a la madre tierra. Además serían espacios liderados por mujeres’’. Por otro lado, es fundamental generar más consciencia sobre el valor que tiene la la mujer indígena dentro y fuera de su pueblo y aún más importante, darles voz a ellas, pues son quienes al final reconocen los problemas y las necesidades de su comunidad.