El llamado 'Septimazo' de los domingos no es la única actividad que concurre en la cotidianidad de la carrera Séptima. En el misticismo de esta arteria de la ciudad, un rito tan típico como el ajiaco santafereño, bajo el clima impreciso de la ciudad, toma forma con un vigor y recupera la esencia de la cultura de nuestro país. El Mercado de Pulgas de San Alejo lleva 35 años de funcionamiento ininterrumpido, alojando a la vez a más de cincuenta comerciantes de mercados y tamaños.
De nueve de la mañana a cuatro de la tarde, en la intersección entre la carrera Séptima con calle 24, toma lugar el intercambio de comida, de metalurgia, de estatuillas, de cámaras fotografías y de todo tipo de herramientas. Contrario al imaginario que se ha creado alrededor de este sitio de comunión, muchos de los objetos que se venden no son ni baratijas, ni basura, ni reciclaje. ¿Qué consolida entonces este espacio? Escuche para averiguarlo.