La construcción cuya fachada está teñida de paredes rojas y ventanas albas alberga el legado de una serie enorme de relaciones diplomáticas entre Colombia y el territorio ruso. El Instituto Cultural León Tolstoi es una entidad sin ánimo de lucro la cual trabaja bajo el lema de divulgar la cultura rusa en relación con el propio talento nacional. Una vez se entra al recinto es posible observar un amplio patio decorado por un enorme mural representante de la cercanía colombiana y rusa que promueve el instituto. En las pinturas del mural es posible apreciar, en un enorme esplendor, el azul, blanco y rojo que caracteriza la bandera de Rusia; a su lado, descendiendo de los rayos del sol, baja suavemente una franja amarilla que representa el dorado de Colombia, haciendo contraste entre las dos banderas e intentando mostrar lo similar que son ambas. A sus pies se encuentra el pueblo, marchando bajo el clamor de la libertad, la revolución y la independencia.
En este patio es posible escuchar por una pista de audio la voz del coro del Ejército Rojo, cargada de emoción y amor patrio. Al fondo, se observa una pequeña biblioteca la cual está nutrida por completo de obras literarias, históricas e intelectuales rusas, dentro de ellas se pueden apreciar figuras como Достоевский (Dostoyevski), Čehov (Chejov) y, por supuesto, Толстой (Tolstoi). “Buenas, ¿entonces usted está interesado en estudiar en Rusia? ¿Cuándo piensa partir?”- preguntó una voz en la distancia.
La pregunta es bastante directa y logra sorprender a cualquiera que solo se encuentre curioseando por la zona. Siguiendo la voz es posible observar la figura de una afable señora sosteniendo un pocillo de aromática. Su nombre Consuelo Rodríguez, una de las directoras del instituto, desde hace varios años ella trabaja en el lugar, y ha visto cómo ha ido cambiando a lo largo del tiempo. “En América Latina, Colombia fue el tercer Estado, luego de Argentina y México, en conectar relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. En 1935, cuando Alfonso López Pumarejo era presidente, se iniciaron los contactos mediante notas, para consolidar los nexos diplomáticos. En el año 1943, en la segunda administración del mismo presidente, se establecieron dichas relaciones de manera formal, mediante el intercambio de ministros representantes.”- comenta Doña Consuelo, “es decir, el León Tolstoi ya lleva consigo una larga historia detrás".“Por supuesto. Este instituto durante su larga permanencia lleva 75 años en una importante misión como organización nacional de carácter cultural”, replica Consuelo.
Y es que, el León Tolstoi es fundado en 1944, siendo legado de lo que otrora fue el Instituto de Intercambio Cultural Colombo – Soviético, el cual poseía el objetivo de incrementar el mutuo desarrollo entre las dos naciones. Además, también tenía la labor de mediar por aquellos estudiantes que desearan realizar sus carreras en la tierra soviética. Dentro de sus fundadores se encuentran figuras de suma importancia como el historiador Germán Arciniegas, el expresidente Alfonso López Michelsen, y los poetas León de Greiff, Luis Vidales y Jorge Zalamea.
Como comenta Doña Consuelo, a día de hoy el León Tolstoi cumple con la misma labor, el instituto cuenta con relaciones con la embajada rusa en son de hacer que el proceso de intercambio sea más ameno. Por ello, el instituto también se especializa en dictar clases de especiales del idioma ruso para aquellos que se encuentren interesados en el país. Siendo las 2:30 de la tarde entra por la puerta principal una mujer de largo pelo rubio y ojos verdes, su nombre es Wanda y es una profesora ucraniana del idioma ruso en el instituto. Como comenta Wanda, para poder estudiar como extranjero en Rusia es menester presentar un examen especializado en la lengua conocido como el TORFL. Cuando se oficializa el estudio extranjero no se entra a la carrera de elección de inmediato, primero se ha de realizar un curso de la legua, y posterior se presenta el susodicho examen. Sin ese certificado es imposible acceder a la educación, por ello el León Tolstoi toma la labor de dar las clases, para que sus estudiantes lleguen preparados para las pruebas.
Ahora, aquí no termina el recorrido del instituto, siguiendo el pasillo es posible llegar a una amplia sala de conferencias, un enorme auditorio que cuenta con varias sillas para que sus espectadores se deleiten con las variadas presentaciones que aquí se escenifican. Por supuestos, esos espectáculos tienen como punto central la cultura rusa, donde de algunas veces se hacen eventos artísticos y musicales. Ya saliendo del lugar el canto del Ejército Rojo deja de sonar, y comienza a escucharse el delicado sonido de un piano proveniente de una de las aulas de estudio, al frente de la pequeña biblioteca. Al parecer, el instituto también se encarga de repartir clases de música, y cuenta con varios pianos a lo largo de las habitaciones. El Instituto Cultural León Tolstoi es un importante lugar histórico del centro de Bogotá, no solo por su longevidad, sino por su papel dentro de la cultura local e internacional. El instituto es un recito el cual vale la pena visitar por su enorme aporte al entendimiento del territorio ruso y sus relaciones con Colombia.