Son las 7 de la noche del día de las brujas. En el barrio Ciudad Montes, en sur del Bogotá, el ambiente se percibe mezclado con algunos tonos sombríos, otros tenebrosos y una gran dosis de carnaval por parte de los vecinos del sector. La mayoría lleva disfraces escalofriantes y muy creativos: zombies, vampiros, payasos diabólicos, demonios y figuras emblemáticas del cine de terror como Freddy Krueger y Chucky.

Entre la niebla y el frío bogotano desfilan familias enteras disfrazadas con una misma temática: Shrek, Los Simpsons, La Vecindad del Chavo del 8, Los Cazafantasmas, los personajes de las películas de la Purga, Trolls, Valiente y Toy Story, Los Vengadores,Batman y Gatúbela, La Mujer Maravilla y Superman y Harley Quinn.

El carnaval de la noche de las brujas del barrio Ciudad Montes se realiza desde hace más de 25 años. Ocupa veinte cuadras, por la calle octava, de la carrera 30 a la 50. No importa si paralizan el tráfico o impiden la circulación de los buses del Sitp, de todos modos los participantes caminarán, se tomarán fotos y bailarán en los dos carriles y sobre el separador de grama.

Aunque se desconoce el origen de esta celebración, algunos habitantes del sector se lo atribuyen a la unión y la gran fraternidad que existe entre las familias del barrio. Pero no sólo los vecinos disfrutan del desfile; también llegan familias de otras partes de Bogotá, como Andrea Suárez, quien se disfrazó, junto con sus dos hijos y su esposo, de Capitanes América. Ellos viven en el barrio El Tintal, en el occidente de la capital, y desde hace 13 años han asistido a la fiesta que se realiza en Ciudad Montes.

Cuando se le preguntó a Andrea sobre la primera vez que asistió a un día de brujas en la calle octava Sur, con gran alegría y orgullo dijo que lo hizo cuando su hija mayor, Sarah, tenía tres años y la familia de ella vivía en el barrio El Jazmín, un sector aledaño a donde se realiza la fiesta Halloween.

Para los adultos, como Gloria, una pensionada de Cine Colombia, es una oportunidad para compartir con sus hijos y con sus nietos una festividad tan bonita como el Halloween. Ella, disfrazada de la abuela del Gato Silvestre y Piolín de la serie animada de Looney Tunes, brinda un elemento de ternura. Sus hijos se disfrazaron de indios, mientras que sus nietos encarnaron el atuendo de dos grandes e imponentes dinosaurios.

Para Antonio Puertas, quién se disfrazó de Batman y estaba acompañado de un perro yorkie, “disfrazarse es la oportunidad de recordar la felicidad y la inocencia de la infancia”. Sus palabras son pronunciadas mientras recuerda la gran pasión que tiene desde niño por 'el caballero de la noche'. 

Mientras los niños piden dulces, los jóvenes y adolescentes como Elkin y Efraín cantan y bailan disfrazados de travestis. Su personalidad atrevida y juguetona hace que mucha más gente se una a su causa y terminen bailando, bajo el ritmo de la música electrónica.

El barrio Ciudad Montes es como un mundo de fantasía en el que conviven los ojos brillantes y emocionados de los niños con la felicidad y la tranquilidad de recibir un dulce, mientras cantan el famoso "Triki triki Halloween…". Así, el final de la fiesta será cuando se agoten las golosinas que cada quien logró recolectar y la multitud, de nuevo, le abra paso a los buses que van para el occidente de la capital de la República.