La exposición “Mujeres Ocultas”, de la artista colombiana María Eugenia Trujillo, que sería exhibida a partir del pasado 28 de agosto en el Museo Santa Clara, generó dentro de algunos sectores de la sociedad un gran malestar. En la propuesta artística, Trujillo toma ciertos objetos propios del culto católico para tratar el tema de la subyugación y el maltrato histórico a los que ha sido sometida la mujer durante siglos. Lo polémico de la obra, es que dichas piezas tienen representaciones de diferentes partes del cuerpo de la mujer como la vagina, elaborados en piedras semipreciosas, bordados en hilos y mostacillas.
A raíz de la exposición muchos grupos religiosos en el país, por medio de sitios como el portal en internet del Voto Católico, manifestaron su rechazo y solicitaron que el Ministerio de Cultura y el propio Museo Santa Clara se abstuvieran de presentar dicha obra. Posterior a esto, el estudiante de derecho, Manuel León, lideró la “tutelaton” ya que se presentaron alrededor de 40 acciones de tutela que buscaban suspender la exposición de María Eugenia Trujillo.
En dichos documentos los demandantes afirmaban que sentían que se vulneraba su derecho al libre desarrollo de a la personalidad y la libertad de culto, porque la artista, a través de sus obras realiza un acto de violencia simbólica contra la comunidad católica y una ofensa abierta a Dios, al ridiculizar los objetos del culto católico.
El presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, Luis Augusto Castro Quiroga, envió una carta el 19 de agosto a la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, para reclamar por la apertura de la obra en el museo, puesto que Trujillo con el apoyo del Ministerio de Cultura, utiliza indebidamente reproducciones de objetos sagrados e imágenes religiosas, hiriendo la sensibilidad de los creyentes y los valores religiosos y culturales de la fe cristiana.
“Solicitamos por ello, nuevamente, al Ministerio de Cultura abstenerse de brindar apoyo- directo o indirecto- a exposiciones, eventos o muestras artísticas que, no obstante su eventual fin loable, utilicen imágenes u objetos sagrados de la fe cristiana en un contexto que pueda ser considerado ofensivo o discriminatorio”, manifestó el monseñor Castro a través de la carta.
Ante la carta Mariana Garcés, respondió a las críticas por parte de la Conferencia Episcopal frente a la exposición y consideró que la entidad en ningún momento faltó al respeto a los símbolos de la religión católica. También que el Museo Santa Clara, desde hace muchos años dejó de ser una iglesia y se convirtió en un museo laico y que además ha sido respetuoso con la libertad de cultos.
Además de las declaraciones de la Ministra, también hizo un pronunciamiento el Museo Santa Clara por medio de una carta abierta, la cual manifiesta que : “estas exposiciones temporales, que en ningún momento pretenden ir contra la fe católica, y que por el contrario hacen referencia a formas sagradas para extender la sublime metáfora de lo divino a otras expresiones de la condición humana, buscan crear conciencia acerca del respeto que merece el cuerpo de la mujer, para que sea percibido por una nueva mirada, desprovista del menosprecio y la relación con la impureza y el pecado. Estas asociaciones peyorativas del cuerpo femenino son las que otorgan viabilidad a su maltrato y a la justificación de la violencia ejercida contra él”
En consecuencia un juez emitió medidas cautelares con el fin de “impedir la apertura, lanzamiento y publicación de la exposición “Mujeres Ocultas”. Debido a lo dispuesto en el Decreto 2591 de 1991”. Posterior a ello el Ministerio de Cultura a través de un comunicado informó a la opinión pública que atendiendo una orden provisional del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que ordenó la suspensión de la exposición de María Eugenia Trujillo, la entidad decidió acatarla. El Ministerio “es respetuoso de las decisiones judiciales y por eso aun cuando no comparte la decisión, atiende dicha orden”.
Para la abogada Lorena Castañeda Peña el Ministerio de Cultura debe acatar los fallos y las órdenes emanados de autoridades competentes, en este caso una providencia de un juez de la república, en aras de respetar el debido proceso, ya que cuando existen dos derechos fundamentales a proteger y en contraposición, se toman medidas cautelares mientras se da un fallo decisorio.
“Considero que la obra de María Eugenia Trujillo no viola ningún derecho fundamental. En primer lugar porque el artículo 20 de la carta política, garantiza la libertad de expresar y difundir el pensamiento de cada quien; en segundo lugar, y si se trata de garantizar derechos fundamentales, la libertad de cultos se basa en profesar las creencias o preferencias religiosas, sin limitaciones. La exposición como obra artística es sujeta de varias interpretaciones y no limita el ejercicio de la libertad de cultos”, manifestó Castañeda.
Semanas después, el 10 de septiembre el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, tumbó el veto a la exposición “Mujeres Ocultas”, y levantó las medidas cautelares que la suspendían. Leonardo Torres, el presidente del Tribunal, indicó que luego de una inspección judicial a la exposición de la artista llegaron a la conclusión de que la obra no viola la libertad de cultos, ni los símbolos de culto de la religión católica y tampoco los principios de la fe de la misma. El comunicado concluye que “será el accionante o cualquier persona en su fuero interior quien habrá de decidir, libremente y sin imposición de las autoridades si decide apreciar la obra o abstenerse de hacerlo, sin que pueda el operador judicial prohibir o recortar la exposición”.
Este caso de censura, recuerda sin duda alguna, a la artista antioqueña Débora Arango quien en el año de 1939 tuvo que cerrar su exposición individual en el Foyer del Teatro Colón por orden del conservador Laureano Gómez. Dentro de la exposición censurada, se encontraba la pintura “Montañas”, en donde Arango representaba la figura femenina de una forma revolucionaria para su época. En la pintura hay una mujer desnuda, tendida sobre el piso y de fondo una cadena montañosa. Sus obras pictóricas transgredían los parámetros y límites establecidos durante esa época y por ello sus piezas artísticas generaron gran polémica dentro de algunos sectores de la sociedad en especial a la Iglesia Católica.
Gracias al fallo del Tribunal el Ministerio de Cultura, el Museo Santa Clara y la artista María Eugenia Trujillo, están a la espera de la notificación oficial por parte del Tribunal para programar la apertura oficial de la exposición.
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