En 1992, un joven de 29 años llamado Rafael Chaparro Madiedo escribió una novela que desafiaba la Bogotá del día, de los carros, de los trancones y de las personas con corbata. Este libro, titulado ‘Opio en las Nubes’, llegaría a ganar el mismo año de su publicación el Premio Nacional de Literatura entregado en la Biblioteca Nacional de Popayán.

Para celebrar los 30 años de ‘Opio en las Nubes’ y para la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo), la editorial Ícono publicó una nueva edición de la novela, pues, tres décadas después, la obra del autor bogotano sigue siendo joven. 

‘Opio en las Nubes’ relata los pensamientos y aventuras de diferentes personajes alrededor de una ciudad ficticia de la cual nunca se menciona su nombre. A pesar de esto, Chaparro Madiedo en esta novela logra narrar su experiencia viviendo en Bogotá, con su música, trancones y peligros.

Andrés Mauricio Cabrera, profesor de Artes Narrativas de la Universidad del Rosario, establece que la literatura de ciudad no es algo nuevo. Pues, fueron autores como Charles Baudelaire y Edgar Alan Poe los que empezaron a narrar las ciudades industriales.

Cabrera resalta que la literatura de ciudad surge a partir de una constante búsqueda de sentido en la urbe, donde los valores humanos y religiosos se degradan. Sin embargo, este movimiento empezó a finales del siglo XIX, entonces ¿qué tiene que añadir ‘Opio en las Nubes’?

Para Cabrera, esta obra se destaca en la forma en la que narra a la ciudad en relación con la juventud. Ya que esta novela muestra la desesperanza, soledad y cuestionamiento constante por la vida, característico de los adolescentes, desde un contexto de una ciudad ochentera, musical y peligrosa.

Desesperanza

Manuela Colonia Vélez, psicóloga clínica de la Universidad del Bosque, cuenta que la adolescencia es una etapa clave en la que se construye la identidad, esta es, a su vez, muy susceptible al contexto que rodea al adolescente. Está segura también que para los jóvenes el futuro siempre va a estar rodeado de incertidumbre y que esto puede generar ansiedad, desespero e incluso desesperanza.

La desesperanza la define ella como la certeza de que las cosas no van a cambiar a como están actualmente, que no hay nada que hacer. Para ella, quién también leyó la obra de Chaparro Madiedo, esto está muy bien representado en el libro, además, lo relaciona con que los jóvenes hoy en día tienen que atravesar muchos mas retos que tenían los adolescentes contemporáneos a ‘Opio en las Nubes’.

La cosa no queda ahí, la psicóloga considera que el hecho de vivir en Bogotá es un fuerte agravante a esta situación, pues, el desenfreno y los peligros de la ciudad hacen que los jóvenes enfrenten el futuro en una soledad abrumadora, como la de Amarilla, el personaje principal de ‘Opio en las Nubes’ quien solo tiene a su gato -Pink Tomate-.

Rebeldía

La psicóloga afirma que muchas veces la desesperanza es una puerta para diferentes problemas como la ansiedad, la depresión e incluso el suicidio. Además, cuando se es adolescente -con las exigencias que esto conlleva- el riesgo es aún mayor.

Una salida ante esto es la rebeldía. Pues, esta ataca varios de los puntos que crean la desesperanza. En un principio soluciona la incertidumbre hacia el futuro con una apuesta hacia el presente, hacia vivir el momento.

Incluso, algo característico de la rebeldía adolescente como el consumo de drogas, la definió en un congreso contra la violencia intrafamiliar Estanislao Zuleta como: “[La droga] es la búsqueda por la exaltación del presente”. Pues los estupefacientes pueden hacer parte de la búsqueda de sentido en un joven. Pero las drogas no son siempre la salida.

Para Leonardo Ordóñez, profesor de la carrera de Filosofía de la Universidad del Rosario, estos libros -como ‘Opio en las Nubes’ o ‘¡Que viva la música!’ de Andrés Caicedo- brindan a los adolescentes una manifestación artística de su lucha contra la desesperanza y que estas obras abren una oportunidad para poner a los jóvenes a reflexionar sobre su contexto, la situación del país y sobre lo que significa participar en los procesos históricos que atraviesa el mundo, como la pandemia por el Covid-19.

Andrés Cabrera considera que este tipo de obras son censuradas usualmente porque no se entienden. Pues, muchas veces se cree que su propósito es incitar a los jóvenes a usar drogas y a hacer que su vida dependa de la fiesta. Ante esto, el afirma que un adolescente “ya sabe lo que le corre pierna arriba” y es plenamente consciente de lo que hace.

Leonardo Ordóñez afirma que los adolescentes buscan en estas novelas su propia lucha contra la autoridad y los sistemas de valores de sus padres. También cree que estas novelas pueden influenciar en la construcción de la identidad, en cuanto estas pueden modificar escalas de valores y abrirle una ventana al mundo, o en este caso, a Bogotá.

Pues la rebeldía no se manifiesta solo en el consumo de drogas o en el desenfreno de una fiesta, la rebeldía también es desafiar la autoridad, los sistemas de valores impuestos y una búsqueda constante de sentido. La obra de Rafael Chaparro Madiedo representa esa rebeldía de muchos jóvenes bogotanos que, abrumados por la soledad, las expectativas que la sociedad les pone encima y la desgastante experiencia de vivir en Bogotá, levantan este libro para encontrar una salida a la desesperanza que los carcome.