Un grupo de profesionales y estudiantes de diferentes disciplinas se unen a ‘Colectivo de la Calle’ para promover el periodismo popular.
El colectivo está integrado por 10 jóvenes, estudiantes y profesionales de diferentes disciplinas como Derecho, Ciencias Políticas, entre otras. A pesar de la misión que tiene el grupo, ninguno de los integrantes del colectivo es periodista o estudia algo relacionado con el tema. “Confío que siendo un buen politólogo puedo ser un buen periodista. Es algo de vocación no tanto de profesión” afirma Andrés Serna, director del taller que ofreció el colectivo el pasado martes.
Entonces ¿por qué un colectivo enfocado en el periodismo? pues a todos estos jóvenes los une un mismo deseo, hacer periodismo claro para un público dispuesto a escuchar o leer la verdad. Desean contar las cosas desde su visión y que así los receptores logren formar su propia opinión. Su lema es: La noticia popular inspira, anima y orienta.
Han logrado publicar diferentes artículos en Aula y Palabra, un blog pensado para la prensa estudiantil. “Estos talleres no pueden quedarse aquí, tenemos un medio, Aula y Palabra, queremos que todos los que asistimos a estos estudios publiquen ahí. Es su espacio hay que aprovecharlo” dice Irene Arenas, miembro de Colectivo de la Calle. Gracias a su éxito, han hecho varias actividades y han convocado estudiantes de diferentes universidades de Bogotá como la Universidad del Rosario, los Andes y la Universidad Nacional, que funciona como sede actual para talleres.
El último de los talleres se realizó el pasado martes 23 de septiembre en la Universidad Nacional. Tenía como fin enseñar a escribir notas de prensa y analizar el discurso popular. “El periodista es parte del pueblo, debe tomar poder de la opinión y no dejar que la noticia le sea tan ajena” inicia diciendo Andrés Serna. Luego se dividen los participantes en tres grupos y se le encomienda a cada equipo escribir una parte de la noticia, se da el tema y las ideas empiezan a fluir.
Minutos después se pasa a la socialización del ejercicio y entre risas y bromas, pues no son más de 15 personas, se inicia la sesión de retroalimentación donde todos comparten sus opiniones y aclaran sus dudas. Para terminar se procede a una segunda socialización, esta vez se escribe la noticia por secciones en enormes carteleras y se tienen en cuenta los aportes y consejos para reconstruir el texto.
Esta clase de actividades motivan a los nuevos asistentes a unirse al colectivo, que demuestra que el periodismo, más que una profesión es una vocación. “Yo vine porque me gusta el periodismo y quiero aprender a hacerlo. Pues aunque soy abogado hago unas notas de forma empírica” dice Sebastián Salamanca mientras disfruta de la actividad.