No moriremos de soledad,
sino de ganas de volver a viajar.
Anhelamos el imposible de dejar atrás,
esta pandemia,
que nos encierra,
que nos aprieta,
que nos congela,
y sin quererlo,
nos hace parar.
Aún tenemos un mundo por abrazar.
Abran las fronteras que se cierran,
déjennos volar sin aeropuertos infectados,
que la vida se nos va...
que la vida se nos va...
que la vida se nos va...