El arte y la moda, ¿dos mundos distintos? Entrevista con Eugenio Viola

Jueves, 16 Mayo 2019 20:29
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El nuevo Curador Jefe del Museo de Arte Moderno de Bogotá le expone a Plaza Capital una faceta profesional en la que el arte, la moda, la estética, el género, el cuerpo y la cultura confluyen en un solo lugar.

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  • Coautor 1: Alejandra Palacios

Eugenio es un crítico de arte y curador italiano que, gracias a su especialización en las experiencias y teorías relacionadas con los performances y el arte a través del cuerpo, ha trabajado con artistas como Marina Abramović, Francis Alys y Orlan, grandes exponentes del performance que han colisionado en varias ocasiones el arte y la moda.  Esta especial atención hacia el cuerpo y sus expresiones artísticas, han motivado a Viola a escribir ensayos como “Arte vs. Moda: Las Relaciones Peligrosas”, en el cual expone y amplía la visión sobre las maneras en que la moda puede comunicar, casi de la misma forma, que el arte.

“Soy italiano, amo la moda. En Italia la moda y el arte están muy conectados porque los coleccionistas más importantes son diseñadores de moda y las más importantes fundaciones son dirigidas por dueños de diferentes casas de moda. Uno de mis sueños era trabajar con estas fundaciones, porque no tienen una restricción de presupuesto, como se pueden imaginar. Como por ejemplo la fundación y el museo Trussardi, la Fundación Prada y La Fundación Fendi, la Fundación Miucha como coleccionista de Max Mara, así que… está bastante conectado”. Estas instituciones coleccionan y preservan el arte en todas sus formas, por lo que no resulta sorpresivo que sus fundadores y directivos sean diseñadores de grandes casas de moda, las cuales también financian estos proyectos. Max Mara, por ejemplo, posee la Colección Maramotti, que consta de cientos de trabajos artísticos desde 1945, con ciertas exposiciones permanentes

Aunque su trabajo no se haya adentrado en el mundo de la alta costura, a través del arte que se expone por medio del cuerpo, ha logrado entender esa conexión que existe entre ambos mundos, entre ambas experiencias estéticas. Contrariando un poco la visión clásica en donde el arte está únicamente relegado a los museos y la moda es nada más un accesorio banal, Eugenio propone un espacio en donde estos dos campos pueden colisionar y, en ocasiones, ser uno solo.

 

El cuerpo

Así que, ¿realmente están separados la moda y el arte?

“Hay muchas similitudes entre el trabajo artístico y el trabajo de moda, en qué sentido: ambos trabajos están constantemente buscando nuevas ideas, nuevas tendencias emergentes. Todo se convierte rápidamente en obsoleto, viejo. Y los artistas tienden buscar por algo nuevo. Lo nuevo y también la forma en que consideran el cuerpo, porque por supuesto, por esta razón hay muchas colaboraciones”, asegura Viola.

Estas colaboraciones que menciona, fusionan ambos campos. El arte y la moda se nutren de las herramientas propias de cada uno y logran generar experiencias estéticas comparables. Una de las primeras (y más importantes) cosas que unen estas dos disciplinas, es el cuerpo.

Para Eugenio, la moda puede ser vista como una extensión del cuerpo, en donde, por ejemplo, las prótesis juegan un papel fundamental. Estas transmiten información y establecen identidades, tal y como lo hace la moda. Según él, “estas prótesis y transformaciones están conectadas a la moda en una nueva forma, conectada también con el arte”. Modificamos el cuerpo que vestimos, lo cual, de una u otra manera, también es un lenguaje que colinda con el arte. Mireille Suzanne Francette Porte, mejor conocida como ‘ORLAN’, artista representativa del performance que ha trabajado en el pasado con Eugenio, ha usado las prótesis en su persistente objetivo de crear arte con su propia corporalidad. “Cuando ella hizo la serie de cirugías, ella estaba haciendo performances” acto artístico en el que Eugenio tuvo la oportunidad de participar. En este, la artista recostada en una camilla y vestida por una tela con patrones de rombos de diversos colores, se sometió a una cirugía.

 ORLAN y sus prótesis faciales. /imagen tomada del Instagram de @ franck.leclerc06/

Parte de los cambios e innovaciones que se han dado en relación al cuerpo, han sido los que cierran y difuminan la brecha entre los géneros binarios. Tanto en el arte como en la industria de la moda, se ha ido introduciendo la idea de un cuerpo que no se define con “hombre” o “mujer”, puesto que, para Eugenio, lo “masculino y femenino ahora están inmersos en un mundo de no-binario”,

Estos espacios artísticos son el lugar en donde se puede (y se debe) “ir más allá del género”, ya que no es indispensable para la experiencia estética de las piezas.  Por supuesto, esto ha roto antiguos cánones y ha escandalizado a sociedades enteras cada que un artista trata de implementar en la escena de la moda o del arte algo parecido. Como lo cuenta Eugenio, Vivienne Westwood se volvió mundialmente conocida con el punk, cuando ella empezó a utilizar por ejemplo materiales como el , que eran  materiales concebidos especialmente para ropa masculina pero que luego fueron utilizados para crear ropa femenina.

Tartan, la tradicional tela a cuadros que estuvo relegada por mucho tiempo únicamente a la ropa masculina. /Imágenes obtenidas del Instagram de @ ooo_la__la (derecha) y @balmipede_ootd (izquierda)/

 

Performances y desfiles 

Pero no solo las modificaciones corporales pueden abarcar estas dimensiones. Las telas, los colores y los patrones no son nada si no tienen a quien revestir. El movimiento de las modelos, sus expresiones, maquillajes y ritmos también ayudan a escenificar la pieza que llevan puesta. Es así como los desfiles, son el espacio en donde las piezas de los diseñadores adquieren un significado más amplio, pues su mensaje e intención son apreciados y apropiados por la multitud, creando una experiencia completa y compleja. 

Algunos artistas han utilizado esta modalidad para mostrar sus obras, como es el caso de Jeremy Scott, actual diseñador de la casa de modas Moschino, en donde unió la modificación del cuerpo y el performance en una pasarela. En casos como este, Eugenio menciona que “incluso el show de moda puede considerarse como un tipo de performance porque lo es, totalmente”.

Para el curador, esta relación es evidente. Lo ha visto y vivido a través de su vida y de su trabajo: “Yo he trabajado con estos artistas que usaron la moda en sus trabajos. Marina es una de ellos, por ejemplo. He trabajado con artistas que algunas veces también trabajan con moda, con fotógrafos, con artistas del maquillaje, que han estado en la moda”. Marina Abramovich, que también ha trabajado con Viola en el pasado, se ha dedicado a explorar la sensibilidad humana y las emociones usando su cuerpo en actividades performativas.     

Abramovich, a su vez, ha trabajado con los diseñadores Riccardo Tisci y Givenchy, Yohji Yamamoto e incluso marcas como Adidas. También ha aportado a la escena de la costura el poder comunicativo del performance, dándole un nuevo acercamiento al disfrute y al uso de los atuendos.

Incluso, ha habido artistas bien importantes en el mundo de la pintura que han participado en el proceso creativo de diferentes diseñadores de moda. Algunos de ellos han sido Salvador Dalí, quien diseñó los sombreros para Elsa Esquiaparelli; Sonia de Launay, quien fue la esposa de Robert de Launay, y las colaboraciones de Yayoi Kusama con Louis Vuitton.

El Dior de los años 60 y Saint Laurent, con un desfile inspirado en Mondarían, demuestran la gran inspiración que obtienen los diseñadores de moda del arte. Viola resalta que, desde hace sesenta años, gracias a la operación revolucionaria de Andy Warhol y el pop art, se marca una gran innovación en las formas de hacer y pensar el arte. Además, allí se define una distancia entre lo que se denomina alta y baja costura. Apartándose de la sombra de su padre, el ex Beatle Paul McCartney, Stella McCartney se ha abierto camino bajo su propio nombre en el mundo de la moda. Al igual que Alexander Wang, sus desfiles y diseños son innovadores y, tal vez, algo exóticos para muchos por sus diseños, la cohesión de sus colecciones y los materiales que utilizan. Sin embargo, la acogida que han tenido en el campo de la moda ha hecho que, difícilmente, alguno de sus artículos se encuentre por debajo de los 200 euros. El hecho de que una marca de cadena como H&M hiciera colaboraciones con estos importantes diseñadores denota un esfuerzo por tratar de democratizar el proceso, lo cual también sucedía en el arte.

 

Salas de exposición y galerías de arte: experiencias estéticas

Pero no solamente los atuendos, y el cuerpo que revisten, pueden colindar con el arte. Los lugares en donde se exhibe y se vende la ropa también pueden adentrarse en la lógica artística. Los showrooms y las galerías son parte fundamental del conjunto en el que se encuentran los atuendos, zapatos y accesorios. La posición de cada elemento no es casualidad. La alineación de colores, estampados y materiales comunican al espectador la narrativa que el diseñador preparó para su colección.

De la misma manera, cuando se observa una galería, cada cuadro y escultura están en un orden determinado por un curador, que ordena las obras para contar una historia que será narrada a medida que la persona se adentra en el espacio. Sin embargo, se debe recordar que el objetivo principal de las salas de exposición y las tiendas, es vender, cosa muy contraria al museo. “Los museos son acerca de la preservación y la valorización del trabajo artístico, así que los temas son diferentes” cuenta Eugenio.  De esta forma, se podría hablar, más que todo, de una relación directa entre las tiendas con las galerías privadas y un estudio a un una salas de exposición.

El costo que se le da a una obra artística también va ligado al valor simbólico que se le da, en el cual puede influir el renombre y la trayectoria del artista. En la mayoría de casos, es la imagen del artista la que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso de una obra.

Estas preguntas llevan a una cuestión que siempre ha estado en el debate: ¿es posible dividir tajantemente al “buen” arte de “la moda”, siendo la simple transformación de textiles para la venta? Eugenio no encuentra muy satisfactorio establecer estas relaciones tan duales y contrapuestas. Según Viola, “la alta costura, el Prêt-à-porter (prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda), la alta moda y la baja moda… de alto arte o arte pop... no me gusta hablar así”.

Para él es algo que debe hablarse de una manera horizontal, en una forma democrática. Pues, aunque no estén en el mismo nivel de complejidad ambas aproximaciones, estas hacen parte de una “operación cultural compleja”, en donde estos productos son apropiados de manera distinta y la apreciación que realiza el individuo puede ser idéntica a la que realiza un coleccionista de arte o de piezas de alta costura. Esto depende del contexto y no puede ser estratificada, tan radicalmente, una cuestión como esta, pues responde a un contexto social variado.

 

Moda y arte: usables

Habiendo encontrado tantas similitudes y puntos convergentes entre el arte y la moda, ¿podemos ponerlos a la par o alguno de los dos toma la ventaja sobre el otro? ¿La moda se posiciona sobre el arte teniendo en cuenta el hecho de que esta se puede utilizar y replicar múltiples veces? Al respecto, Eugenio señala que no se puede hablar de la supremacía de una de estas áreas sobre la otra, porque, además, el arte también puede ser repetido y usado, solo que desde un acercamiento diferente. “El arte puede ser usable en el sentido que puede subrayar y mostrar problemas y preocupaciones conectadas a nuestra realidad contemporánea en una forma diferente”, dice. 

Además, los artistas han tenido un rol activo dentro de la sociedad y han participado en sus cambios más políticos, como ha sucedido a través de las protestas por los derechos de diferentes comunidades como la LGTBQ+ y la negra. El impacto de sus obras ha visto su alcance y poder con artistas como Walsh, con el corto 20th century. Para este curador, “los artistas siempre están entre la gente forzada para poder reaccionar”.

 

Ambas áreas como modos de sensibilización

“Yo creo que, en el arte, a veces, es necesario provocar.” Desde su posición como curador de arte, especialmente desde el lugar que ocupa actualmente como Curador Jefe del Museo de Arte Moderno de Bogotá, intenta presentar artistas que lidien con las contradicciones y problemas actuales, de forma abierta y provocativa. Es importante, además, crear un espacio en el que voces locales, nacionales e internacionales tengan un lugar.

Lo importante aquí es la experiencia y perspectiva que provean las obras y sus diferentes artistas. “Una exhibición de la que te vayas con más preguntas que respuestas, es una exhibición a la que te puedes acercar en distintas capas”. La experiencia que se ofrece, hace que la relación que cada persona tiene con las obras y con las ideas que se configuran a través del museo, puedan ser abordadas desde lo más superficial a lo más profundo, dependiendo de las preferencias y posibilidades que cada quien tenga. 

 Así mismo, Viola resalta que la moda puede ser abordada desde diferentes ángulos y “utilizada también de forma social pero el arte puede abordar de una manera más directa algunos problemas específicos.” Sin embargo, la moda resulta ser una herramienta de renovación y expresión artística importante, que forma parte de la vida cotidiana y que, de alguna manera, es menospreciada. Su poder artístico y político parece ser no tan evidente en muchas ocasiones, pero es esa sutileza la que puede permitir que la moda sea un arma potente que no solo permite una expresión constante, múltiple y en movimiento. La moda se convierte en una manera de conexión con el cuerpo, una extensión del mismo y es, precisamente su sutileza, la que hace posible no solamente el acompañar los cambios del mundo, sino ser parte de las luchas más importantes.