“Yo sé que soy feo por fuera, pero por dentro soy lindo. Tranquilos, que no hago daño, pero soy peligroso”. Ese es el saludo con el que Claudio se acerca a quienes va a conocer. Le gusta chocar su puño totalmente negro o su codo, de forma amigable. Se pasea por la Plaza de Bolívar con una sonrisa y su overol lleno de manchas de pintura, ofreciendo sus poemas, para los solteros y enamorados.
Hace cinco años que este es su trabajo de todos los días, de domingo a domingo, sin ningún descanso. En su acento todavía se le nota Santa Marta, aunque, cuando su madre murió, viajó hasta Bogotá para quedarse porque sin ella ya no le quedaba nada. No tiene más familia. Ahora, para empezar de cero y sobrevivir, utiliza los poemas que él mismo escribe.
En la Plaza de Bolívar, se ofrecen fotografías, fruta, tinto, música y bailes. Sin embargo, la poesía es inusual. Claudio dice que no podría dedicarse a nada más, pues es lo único que sabe hacer. Así como él, hay muchos más que viven de las muchas cosas que se ofrecen en este emblemático lugar del centro de la ciudad o a veces de la mendicidad y el reciclaje.
Tiende a regalar sonrisas, incluso con el espacio que hay entre cada diente que aún se mantiene firme. A los despechados les dice que tengan fe, que esperen, y a los enamorados que lo disfruten, y que le pidan a Dios por su amor. Un fragmento de su poema favorito, para quienes gozan del amor correspondido, dice:
“Amor…
Es:
Una tierna sonrisa
Amor es
Una suave caricia
Amor es
Y eres tú”
Como Claudio hay cientos de personas en la misma situación de habitabilidad de calle, que recurren a este y otros tipos de trabajos, muchos artísticos, para conseguir su sustento diario. El trabajo informal y el estado de habitabilidad de calle han sido una preocupación de los diferentes gobiernos nacionales y locales.
Se han implementado proyectos, que se llevan a cabo con entidades gubernamentales como el El Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud o IDIPRON y la Secretaría de Integración Social. El estudio más reciente del Departamento Administrativo Nacional de Estadística o DANE, realizado a finales del año 2018, indica que hay 9.538 personas en estado de habitabilidad de calle en Bogotá. Además, el 90,4% de ellos se enfrenta al uso frecuente drogas.
Es importante resaltar que, dentro de las causas encontradas para terminar en este estado, se encuentran los problemas familiares. Muchas veces, ocurre cuando hay situaciones de maltrato intrafamiliar, dentro de otras dinámicas. Actualmente, al igual que Claudio, este poeta samario, alrededor del 40% de las personas de este grupo, proviene de otras regiones del país.