La Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, con el Protocolo Interinstitucional para la entrega de cadáveres de personas desaparecidas, busca humanizar y cubrir las necesidades de los familiares victimas del delito de desaparición.
Tal como lo expresó a Plaza Capital Marisol Ariza Piñeros, asesora del Defensor del Pueblo, el objetivo principal del protocolo es dignificar la entrega de los cuerpos a los familias, “antes de hacer el lanzamiento formal, el documento se socializó con las víctimas de desaparición forzada para evaluar si responde a las necesidades, si ayuda a su reparación y a la justicia, y si cumple con todas las expectativas de estas personas”.
La concertación y la gratuidad son los principios básicos de este nuevo mecanismo que apoya a las víctimas. El tiempo, modo y lugar de la entrega del cadáver, así como, todas las diligencias derivadas del proceso de entrega no tiene ningún costo para los familiares.
De acuerdo con la Comisión de Búsqueda de personas Desaparecidas, hasta el 26 de agosto de este año (fecha en que se lanzó el protocolo), se reportaron 4.539 personas desaparecidas, de las cuales solo 99 son por desaparición forzada, los otros 4.440 son por ausencia voluntaria, trata de personas, reclutamiento o secuestro.
El proceso de entrega de cadáveres de personas desaparecidas en Colombia ha tenido un gran avance. Desde la implementación de la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005), puesto que se crearon una serie de protocolos a partir de las versiones y confesiones de los paramilitares postulados a esta ley. Ahora también, con el nuevo protocolo, se incluyen mejores condiciones que hacen que la entrega del cuerpo se haga de manera digna.
“La queja generalizada de los familiares de las víctimas desaparecidas, antes de la aplicación de la Ley de Justicia y Paz, era que cuando aparecía el cuerpo, los llamaban a medicina legal y le entregan los huesitos en una bolsa negra. Actos absolutamente indignos", afirmó la asesora del Defensor.
De acuerdo con la funcionaria, ahora con la implementación del nuevo mecanismo, las víctimas van a poder reparar el dolor que han causado la pérdida del ser querido, podrán darle cristiana sepultura y podrán hacer justicia.
Para la entrega digna de los cuerpos a los familiares de las personas desaparecidas, se articulan esfuerzos de la Fiscalía General de la Nación, el Instituto Nacional de Medicina legal y Ciencias Forenses, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General, el Ministerio de Salud, la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y demás entidades intervinientes.
Desde la primera persona desaparecida, en el año 1938, hasta esta fecha, en el registro único de desaparecidos se han calculado 94.275 víctimas; de las cuales 73.232 hacen parte del grupo grande de causas de desaparición, y 21.043 son desaparecidos forzosamente.
El audio contiene a parte de la entrevista a Marisol Ariza, Asesora del Defensor del Pueblo