El 08 de febrero, en el marco del Día del Periodista, se llevó a cabo en el auditorio Mutis de la Universidad del Rosario un foro sobre el derecho a la Libertad de Expresión para visibilizar el estado del ejercicio periodístico en Colombia, haciendo un contraste con el caso de Suecia, país reconocido por su protección a la Libertad de prensa.
El evento, organizado por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en cooperación con la embajada de Suecia en Colombia y la Universidad del Rosario, fue un espacio en el que periodistas, líderes de opinión, directores de medios y académicos presentaron un análisis del Derecho a la Libertad de Expresión, pilar fundamental de la democracia, en el contexto político y social.
Entre los conferencistas invitados estuvieron Jonathan Bock, Coordinador centro de Estudios de Libertad de Expresión FLIP; Pedro Vaca, relator especial para la Libertad de Expresión para la OEA; Carlos Lauria, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP); Catalina Botero, Oversight Board de Facebook; Ana Bejarano, co-directora de El Veinte; con el apoyo en acceso remoto de Caspar Opitz, Defensor del Pueblo de los Medios Públicos en Suecia, entre otros expertos en el tema.
Público y panelistas analizando el estado de la libertad de prensa en Colombia | Foto: Juan Andrés Romero
¿Qué reflexiones se rescataron del evento?
Al inicio del evento, Jonathan Bock, de la FLIP, tomó la palabra para reflexionar sobre la realidad del periodismo en Colombia.
"No hay censura, pero tampoco hay una libertad de prensa absoluta", fue una de las frases de apertura de Bock. De acuerdo con este, en los últimos meses, Colombia ha sido testigo de más de 20 ataques a la prensa, incluido el asesinato de Mardonio Mejía, periodista pionero en San Pedro, Sucre. Además, Bock recordó que en el país hay al menos tres municipios, como Tuluá, Algeciras y Ciénaga de Oro, que carecen de noticias debido a la violencia que enfrentan. Sumado a esto, mencionó las amenazas y la tensión experimentada por los periodistas durante las elecciones del 2023.
Con estos ejemplos, Bock llama a tener en cuenta la radiografía del periodismo local, que es el más vulnerable, llega a una conclusión clara: “no hay libertad de prensa, no es solo el factor de violencia si no de falta de medios de comunicación y de plataformas, y de espacios que puedan dar información de relevancia local”, siendo esta una de las falencias más importantes de la libertad de prensa en Colombia.
Entre otros de los problemas presentes en los medios en el país, Bock comentó que, desde una investigación de la FLIP relacionada con los gastos de publicidad oficial de Alcaldías entre 2020 y 2023, se encontró que recursos públicos estaban financiando con más de 650 mil millones de pesos a distintos medios de comunicación, afectando la credibilidad de estos con la presentación de una agenda pública que no contribuye al debate y la opinión pública.
Seguido de Bock, Carlos Lauria, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), reflexionó sobre la libertad de prensa en Latinoamérica. Reconoció que la tendencia global a la que se enfrenta el periodismo es desalentadora debido a la violencia, la crisis económica, los gobiernos autoritarios, el acoso sistemático legal y el crecimiento de regiones silenciadas como partes de México y Paraguay. Sin embargo, destacó puntos positivos como el énfasis activo de los medios en abordar temáticas complejas y las tendencias de fact-checking, que ayudan a recuperar la credibilidad de los medios.
Posteriormente, se dio inicio al primer panel de la velada: "Estado de la Libertad de prensa en Colombia", en el que participaron Catalina Botero, Ana Bejarano y Pedro Vaca, moderado por Bock. Se destacó que la Libertad de Expresión como derecho y la información como bien público no son incompatibles en un sistema democrático. De acuerdo con Botero, es fundamental entender que la información de interés público debe ser compartida sin censura, protegiendo así la libertad de expresión y de prensa, un derecho fundamental.
"La libertad de expresión es el vehículo del interés público", afirmó Bejarano, pero también expresó que estamos lejos de su protección real en el contexto colombiano, haciendo un llamado a proteger la democracia, la libertad de prensa y los intereses generales de la sociedad.
Después de un receso, se llevaron a cabo los dos últimos paneles del evento: "Periodismo y Política" y "Autorregulación y sostenibilidad de los Medios".
La relación entre el poder y la libertad de expresión es innegable. Por eso, en el segundo panel participaron periodistas y académicos para hablar sobre la correlación entre el periodismo y la política. Juanita León, directora y fundadora del medio La Silla Vacía, destacó la importancia de cubrir tanto el discurso como las acciones del presidente actual, Gustavo Petro, y la dificultad de presentar los hechos ejecutivos realizados por el gobierno nacional en los medios de comunicación.
Fernando Millán compartió su experiencia desde el medio de comunicación institucional Vida, resaltando la nueva apuesta del ejecutivo por llegar a estratos socioeconómicos bajos con información gubernamental. Sin embargo, se cuestionó si este enfoque caería en publicidad política y mencionó la precarización laboral para los periodistas.
La calidad del periodismo también depende de la independencia y el acceso a la información de los medios de comunicación, tema abordado en el tercer y último panel, moderado por Marisol Cano. Los panelistas hablaron sobre la necesidad de presentar información clara para garantizar la buena difusión de los medios de comunicación, y el secretario de transparencia se comprometió a responder a los requerimientos de los periodistas de manera efectiva.
Para cerrar, se conectaron remotamente Karin Elfving, vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras -RSF, Suecia, y Caspar Opitz, Defensor del Pueblo de los Medios Públicos en Suecia, para presentar un balance sobre el estado de la Libertad de prensa en el mundo y las formas en que Suecia ha logrado ser uno de los países más reconocidos en la protección del derecho fundamental que fue el tema central del evento.
Elfving afirmó que solo 52 países en el mundo cuentan con una situación buena o bastante buena en cuanto a libertad en el periodismo, lo que invita a reflexionar sobre la seguridad con la que cuentan los periodistas en el mundo realmente. Además, señaló el desafío de la Inteligencia Artificial y su impacto en la credibilidad de los medios.
Opitz mostró el modelo de defensa del público frente a los medios en Suecia, explicando que, si bien los medios pueden publicar casi cualquier cosa, en caso de errores, el objetivo es resarcir a través del retracto público, protegiendo así el derecho a la libertad de expresión y la credibilidad.
En el evento se mostraron los desafíos alarmantes que enfrenta el periodismo en Colombia y en el mundo, desde la violencia hasta la influencia gubernamental en los medios. Se destacó, además la necesidad urgente de proteger la independencia de los medios, garantizar la seguridad de los periodistas y promover la transparencia para salvaguardar la libertad de prensa como pilar fundamental de la democracia.