Según el Departamento Nacional de Estadística (Dane) el país cuenta con más de 5 millones de adultos mayores y de estos, casi un millón reside en la capital, lo que comprende todo un reto para la gestión de Claudia López debido a que Bogotá tiene una gran importancia para lograr la tan nombrada inmunización de rebaño en el país. Estas son algunas de las causas más comunes en la población de la tercera edad para no vacunarse:
Desinformación, un flagelo que nace desde las redes sociales
Las conocidas “Fake News” o “Noticias Falsas” pelean con la ciencia de una manera muy intensa en la lucha por lo que entienden los ciudadanos. Esta disputa afecta en mayor nivel a la población más longeva debido a que la mayoría no suele consultar en fuentes oficiales, sino que confían en cadenas de WhatsApp en las que participan sus amigos y/o familiares. Entre las razones más frecuentes, están las ideas de que el fin de la vacuna es controlar a la gente por medio de un chip o volverla estéril para reducir el número de personas en el mundo. Esto ha sido desmentido por científicos independientes que expresan la imposibilidad de una vacuna para lograr esto. Además, señalan que los controles para el desarrollo y aprobación de una vacuna son muy extensos y no se ha visto afectación alguna en las pruebas realizadas.
Tiempo de desarrollo de la vacuna, una comparación que no ayuda
Pese a que la comunidad científica y académica recibió con agrado el rápido desarrollo del biológico, y la población en general, algunos adultos mayores tienen la creencia de que no está bien haberla “dejado salir” tan pronto puesto que es un virus nuevo y el desarrollo de una vacuna tarda varios años. Por otro lado, en la indagación realizada por Plaza Capital, dimos con el médico Veterinario Juan Pérez* (nos pide no revelar el nombre real). Llama la atención la respuesta particular que nos dio, él sostuvo que la vacuna, en teoría, no es una vacuna sino un “antiviral” que ayuda a combatir el covid, pero no se puede considerar una vacuna porque no tiene inoculado (inyectado) el virus.
Esto contrasta con lo dicho por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en donde resaltan que “su función es entrenar y preparar a las defensas naturales del organismo y el sistema inmunológico para detectar y combatir a los virus y las bacterias seleccionadas. Si el cuerpo se ve posteriormente expuesto a estos gérmenes patógenos, estará listo para destruirlos de inmediato, previniendo así la enfermedad”. Está demostrado que una “buena vacuna” posee al menos un 50% de efectividad y prácticamente todos los desarrollos realizados en las vacunas existentes, denotan una efectividad del 95% aproximadamente contra el nuevo coronavirus.
Miedo a efectos secundarios y otras particularidades
Algunos ciudadanos dicen que esperarán un tiempo prudente para vacunarse, pues narran que han escuchado casos de personas en el mundo que han presentado complicaciones posteriores a vacunarse. Sin embargo, no saben la exactitud de los casos que referencian y también llama la atención que algunos dicen que “si es de la vacuna china no me vacuno”, refiriéndose al desarrollo realizado por la farmacéutica Sinovac.
La vacunación a la población mayor empezó y es importante recalar los efectos secundarios que, según las fuentes oficiales, tiene esta y cualquier vacuna. Dolor en la zona de aplicación, enrojecimiento, y quizá dolor de cabeza o mareos, son los efectos posteriores según el Ministro de Salud colombiano, Fernando Ruiz, sumado a las credenciales de la OMS que sostienen lo mismo. Sin lugar a duda la vacunación masiva salva vidas y ayuda a retomar nuestras actividades cotidianas, bien se puede hablar del caso exitoso que está teniendo Israel después de estudios que mostraron un factor de éxito del 95,8% en prevención de hospitalización y muerte por covid-19, esto al estar aplicando las vacunas de Pfizer.