El pasado mes de agosto se registró un nuevo ataque al periodismo. Esta vez fue en contra del comunicador Javier Osuna, quien adelantaba investigaciones sobre el paramilitarismo en Norte de Santander. Aún se desconocen los autores del hecho.
“Soy periodista y amo este oficio; oficio que dejaré de ejercer de viejo, no de miedo”, escribió Javier Osuna en una carta dirigida a la opinión pública, luego de que su residencia en Bogotá fuera atacada debido las investigaciones que estaba llevando a cabo con las víctimas del paramilitarismo, reafirmando así que, pese a este tipo de actos en contra de su trabajo, no dejará atrás estos temas que afectan a tantos colombianos.
El periodista, que llevaba 18 meses investigando sobre las víctimas del paramilitarismo amenazadas por hacer parte del proceso de Justicia y Paz en Norte de Santander, al regresar de Cúcuta el pasado 22 de agosto, encontró destruidos los computadores donde guardaba información sobre estos casos.
Aunque Osuna agradece el apoyo brindado por los medios de comunicación, la FLIP, (Fundación para la Libertad de Prensa) y la UNP (Unión de Protección Nacional), quienes le han dado protección luego de este incidente, asegura que es necesario cobijar también a quienes hacían parte del grupo de testigos que le colaboró durante su investigación.
El periodista además hizo un llamado a las autoridades para que aceleren la investigación de este hecho y para que la justicia actúe de manera pertinente en la lucha de acabar con la censura a los periodistas del país.
Osuna se ha especializado en tratar temas sobre la historia del conflicto armado en el país y sus víctimas, los cuales ha vinculado con el poder que ha ejercido la violencia y la corrupción sobre la sociedad y los medios de comunicación. Por investigaciones de este tipo, el comunicador ganó el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, por el reportaje “La prensa silenciada” en 2009, en el que hizo referencia a los ataques y asesinatos a periodistas que tuvieron algún tipo de relación con el proceso de Justica y Paz.
En Colombia, durante los últimos años, se han presentado cientos de casos de violencia contra medios de comunicación y periodistas que han querido mostrar la realidad que viven a diario las víctimas del conflicto y que los grupos al margen de la ley han querido callar por medio de ataques, amenazas y atentados.