El fracking convirtió a Estados Unidos en el mayor productor de petróleo del mundo, luego de ser un gran importador de este recurso. Esta situación motivó a otros países a considerar implementar este método en su territorio. El fracking o fracturamiento hidraúlico consiste en excavar profundamente el subsuelo hasta rocas en donde el petróleo se encuentra disperso y, mediante la presión del agua, crear grietas que construyan un camino en el que todas las reservas de este recurso se conecten para poder extraerlo.
Algunos de los argumentos que se han expuesto en este debate, que defienden la práctica, han sido: la posibilidad de incrementar la cantidad de petróleo que se exporta y las ganancias económicas que derivaría de ello, y la responsabilidad gubernamental de garantizar a los ciudadanos recursos importantes para el desarrollo de las actividades cotidianas, como el gas y el petróleo.
Por otro lado, quienes la contrarian, acuden a ideas como la conservación del agua, el elemento más necesario para la vida, y el alto impacto a la tierra que causaría más sismicidad en el país.
Una solución alterna a estas dos posturas contrarias puede ser, por ejemplo, transformar las principales fuentes de energía en Colombia. Es decir, usar otros elementos de la naturaleza que nos permitan continuar abasteciendo nuestra nación, como lo son: la energía solar y la eólica. Escuche en el siguiente podcast en qué va el debate.