La concentración y la memoria no solo se desarrollan por actividades o entrenamientos específicos, sino también por una alimentación diaria rica en nutrientes que contribuye a mejorar la función biológica de las células neuronales y los neurotransmisores, permitiendo así un mayor desarrollo cognitivo. Las grasas vegetales alimentan el cerebro y permiten su correcto funcionamiento, de igual manera los alimentos ricos en zinc, magnesio, hierro, B12, citicolina y fosfatidilserina prevén contra el deterioro cognitivo.
Pescados y mariscos
Según el Departamento de Gastroenterología de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga de tipo omega-3, Eicosapentaenoíco (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), además de que mejora la capacidad retentiva, han sido asociados con el retraso del deterioro cognitivo leve y del riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores. Estos ácidos grasos se encuentran sobre todo en la sardina, el salmón y en los mariscos. Se recomienda el consumo al menos dos veces por semana.
Aceites vegetales
Las grasas saturadas provenientes de salchichas, embutidos y comida chatarra se deben evitar a toda costa. Para reemplazarlas se recomiendan los aceites vegetales, pues son ricos en omega 3 y vitamina E. Puede empezar cambiando su aceite de cocina por aceite de oliva, aceite de canola o aceite de nuez.
Frutos secos
Las uvas pasas, las nueces, las almendras y las avellanas son ricas en zinc y en magnesio. Aunque los científicos no han podido concluir la verdadero función del zinc en el cerebro, este mineral regula la comunicación entre las neuronas, permitiendo los procesos de aprendizaje y memoria. Por otra parte, el magnesio mejora el funcionamiento cerebral a corto plazo. Además de las funciones mencionadas anteriormente los frutos secos se recomiendan para manejar la ansiedad, y son excelentes, pues no engordan.
Lácteos y huevos
Los lácteos y sus derivados contienen B12 y citicolina, la primera vitamina permite el desarrollo intelectual y la segunda es una sustancia natural y ayuda a la formación del tejido cerebral. Consumir queso y yema de huevo en el desayuno protege al cerebro.
Hígado, corazón, riñones y mollejas
El hierro y el ácido fosfatdidico se encuentran en mayor cantidad en las menudencias. Aunque su sabor no es apetecido por la mayoría de personas, el hierro permite que el oxígeno llegue al cerebro, nutriendo las células neuronales. La fosfatidilserina y el ácido fosfatídico presentes en el hígado y los sesos conservan la memoria, especialmente en las personas de la tercera edad.
¿El chocolate en realidad mejora la memoria?
Aunque diversos estudios mencionan que el chocolate mejora la memoria, otros solo resaltan su función energética. Sin embargo, la nutricionista Carolina Novoa afirma que solo el chocolate puro, es decir que contenga al menos un 75% de cacao, además de ser desestresante, mejora la concentración y la memoria. El cacao puede mejorar la función de una región específica del cerebro denominada circunvolución dentada, la cual se asocia con la memoria relacionada con la edad. Consumir chocolate negro de manera moderada antes de presentar un parcial, será un buen aliado.
Tips adicionales
Los alimentos antes mencionados deben estar acompañados de actividades y juegos que estimulen la memoria como sopas de letras, sudokus, entre otros. Además se debe llevar un estilo de vida saludable, evitar el alcohol, el cigarrillo y las sustancias psicoactivas, pues estas arruinan el desarrollo de las neuronas afectando la concentración y la memoria. Se recomienda dormir aproximadamente entre 6 a 7 horas y tomar pequeñas siestas de 20 minutos cada día. Finalmente, la ansiedad se puede evitar practicando algún deporte o ejercicio e incluso buscar nuevas estrategias como la meditación. Un buen estado nutricional y la práctica de estas estrategias diariamente pueden prevenir la aparición temprana de enfermedades como el Alzheimer, al igual que mejorar la calidad de vida.