En la sala auxiliar de su casa, con repisas llenas de libros, fotos de su familia, un televisor, una silla y un sofá de cuero, Hernán Peláez cuenta la historia de cómo llegó al periodismo. “Yo empecé a estudiar ingeniería química y la termine en el año 67. Tuve la fortuna de haber hecho una pasantía en Shell Colombia, una compañía petrolera. Cuando terminé me acerqué a la compañía a ver qué posibilidades había y de los tres que hicimos la pasantía allá, me dijeron ‘si venga usted’”, cuenta mientras mueve sus manos para explicarse mejor.
Luego de quitarse las gafas y jugar con ellas, cuenta su experiencia en las diferentes compañías en las que estuvo, como Esso y Shell. En el tiempo en que trabajaba en las empresas se dedicaba al periodismo deportivo. En esa época solo se jugaba fútbol los domingos, así que ese día el ingeniero químico se transformaba en periodista deportivo.
Pero empezaron a aparecer eventos como la Copa Libertadores y el fútbol dejó de ser solo de los domingos. “Tenía que ir a diferente lugares, entonces no podía tener los dos trabajos al tiempo y opté por quedarme en la radio, donde me gustó más,” cuenta Peláez mientras recuerda ese momento. A pesar de no continuar con su profesión, él se siente orgulloso de haberla ejercido por 10 años.
En 1967 Hernán Peláez comenzó a trabajar en El Tiempo, recomendado por Humberto Jaimes, el entonces director de la sección deportiva de ambos medios. Gracias a él comenzó a escribir las columnas Cara y Sello, actividad que realizó durante 25 años. Luego, le presentaron a don Jesús Álvarez Botero, el vicepresidente de Caracol Radio, y él le ofreció trabajar en esa empresa.
Sus primeras épocas en el periodismo no fueron fáciles. Le tocaba correr mucho. “Yo iba al Campín, trabajaba en la tarde en radio cubriendo el partido para Caracol. Después salía volado a las seis de la tarde para El Tiempo, escribía la crónica del partido y me iba a Carvajal, a la revista Deporte Gráfico, que tenía la oficina a dos cuadras y escribía otra crónica del mismo partido”, cuenta Peláez mientras juega con el anillo de su mano izquierda.
Peláez trabajó 23 años en La Luciérnaga, de Caracol Radio, pero hace un tiempo decidió dejar de hacerlo porque estaba cansado. Para él esa fue una etapa muy bonita y un recuerdo, pero no añora volver. Después de los años que se dedicó al periodismo radial, él dice que “el oyente es un tipo muy sensible, sabe si tú estás con gripa, si estás comiendo, si estas con tragos, todo eso lo capta en el oído. Pero si te siente alegre y motivado, el tipo no se deprime”, comenta después de tomar un poco de café.
Luego de estar de pie un momento, vuelve al sofá y dice lo que él y su equipo de trabajo hacían en cada programa. “En esos grupos es importante tener gente que se ría porque eso distenciona. Yo siempre les decía ‘hagan de cuenta que son payasos acá a las 4 de la tarde, así tengan dramas, tragedias o deudas. A las cuatro tienen que empezar a reírse ustedes para que el tipo que esté afuera se ría, lo subimos’ y esa era nuestra meta.”
“En el fondo siempre me gustó la radio porque es rápida, mediática y es de improvisación. En televisión es distinto porque si te equivocas se para la grabación y toca volver a hacerlo”, cuenta el Doctor Peláez mientras mira por la ventana de su sala.
Su nueva etapa está en la televisión. Se siente feliz de estar en Fox Sports porque sigue hablando de fútbol y puede entrevistar ex jugadores. “Busco personajes que ya no lo son, que fueron y dejaron nombre, porque cuentan por despecho o por lo que sea las historias. Me ha servido porque yo trato de ser cálido con el personaje, me entretengo, me divertido y aprendo.
Para Peláez, el fútbol pasó de ser un oficio a un vicio. Su amor por este deporte nació desde pequeño. En Cali, cuando estaba en el colegio jugaba fútbol con sus amigos. Cuando llegó a Bogotá lo siguió haciendo y después en la universidad hasta que se lesionó la rodilla. “Cuando veo un partido yo entiendo lo que pasa porque yo lo jugué. Quien ha jugado, quien ha estado en una cancha, quien ha sentido el olor del pasto, a quien le han dado una patada, sabe lo que es y esas vivencias siempre me gustaron, por eso cada vez me siento más identificado.”
Hoy en día ve más partidos que antes, pero en silencio y sin nadie que lo acompañe. Su hija vive en Italia, a su esposa no le gusta, su hijo es ingeniero matemático, el otro es economista y tampoco les gusta. “Los veo sin volumen porque quiero evitar entrar en conflicto mental. Si no lo hago y el tipo de allá dice ‘no, eso fue penalti’ y yo digo ‘pero sí lo fue’, entonces yo empiezo a discutir con el tipo inconscientemente. Si yo voy a un programa como lo he hecho a hablar y opinar, es otra cosa, pero yo ponerme a discutir con lo que dice el otro, me distrae y, como las mujeres, me quedo ahí alegando con el tipo ‘ombe´ que no fue’ y el otro que sí fue, entonces resolví ver los partidos sin volumen”, dice Hernán Peláez exaltado.
Sus predicciones mundialistas
Hablar de fútbol hace que se emocione y deje de jugar con las gafas, el anillo o mirar a la ventana. Peláez sabe que el Mundial Rusia 2018 está cerca pero también que son pocos los partidos de preparación que le quedan a la selección, por eso dice que Pekerman ya debe saber a quienes va a llevar, así Colombia lo desconozca.
“Por ejemplo, si Falcao va a estar o no, por qué los otros están, pero la duda va a ser el tema de Falcao. En el mundial pasado esa novela de Falcao fue hasta el último día que lo llevaron a Brasil porque no sabían, eso va a ser otra vez”, dice el doctor Peláez con un poco de inconformidad.
Para Peláez las selecciones más fuertes son las de siempre: Brasil, Argentina, él espera que nosotros y de pronto Uruguay. De Europa la selección española, francesa, la alemana, esa está por encima en este momento e Inglaterra. “Eso generalmente no sale de los de siempre, en la final no se va a encontrar a Nigeria ni a Senegal, siempre estarán los duros, los pesados”, explica Peláez mientras mueve las manos para expresarse mejor.
El Doctor Peláez dice que si llegamos a cuartos de final estamos bien. Además plantea que un nuevo jugador que puede llegar a sonar bastante en la opinión pública. Es Yerry Mina. “Los otros de la selección ya están jugados, pero toca esperar al primero de diciembre, que es el dia del sorteo con quien nos toca, ahí sabemos qué vamos a hacer”, dice Peláez con la mirada un poco perdida.
Peláez ha asistido a diez mundiales a lo largo de su vida y desde Colombia ha comentado dos. Actualmente no tiene claro si va a ir al mundial de Rusia 2018, pero dice que es una posibilidad. Él aclara que si va sería como un espectador y no como periodista, ya que como periodista “lo haría para Radio desde Colombia”, concluye Hernán Peláez.
Después de hablar de fútbol, se relaja, se levanta cuidadosamente del sofá y se despide amablemente. Sale de la pequeña sala caminando lentamente, mientras saca un cigarrillo del bolsillo de su pantalón para comenzar a fumar en el balcón antes de que empiece a llover.