En los equipos de fútbol colombiano existe “la costumbre” o la “maña” de rapar, trasquilar o de bañar en leche a los jugadores que debutaran en la categoría de profesionales, con el fin de hacerlos notar públicamente y darles confianza con el equipo. Estas prácticas varían en los diferentes clubes y es una improvisación dentro del camerino para dar la bienvenida al nuevo integrante. (Lea también: Un domingo de fútbol con los "rodillones")
Otto Méndez, quien jugó por primera vez con el equipo profesional de fútbol Expreso Rojo el 10 de Junio de 2014, cuenta cómo fue la experiencia de su debut en este equipo. El delantero Méndez, fue convocado con el equipo profesional el 11 de mayo y este día antes de salir a la cancha le pasaron la máquina por la cabeza y lo dejaron calvo.
Entrenando con la Sub 20, Otto Méndez fue reintegrado a los profesionales el 11 de abril, día en el que el Expreso Rojo jugaba contra Valledupar y comenta: “Ese día debutaba un muchacho del 97 y llevaron la máquina para raparlo a él, pero el mono empezó a decir que los que habían bajado a la sub 20 y volvían a subir debían raparlos otra vez. Yo no me quería dejar y todos dijeron que le preguntáramos al profe”.
Méndez recuerda que Jhon Bodmer, actual técnico del Expreso Rojo, le dice que le ha sacado muchas canas y que si no se deja rapar simplemente no juega: “Entonces ese día impusieron en el camerino una nueva regla en la cual el jugador que baja y vuelve a subir a la profesional deben trasquilarlo”, cuenta el delantero del Expreso Rojo con risa recordando la historia.
“El día que debuta alguien, alguno del equipo lleva la máquina para trasquilar a quien juega por primera vez. A mí me trasquilaron en el camerino y no tenía tiempo de arreglarme los mechones ni nada que me dejaron en la trasquilada, pues todos cogen la máquina y le hacen lo que quieran hacerle a uno en la cabeza”, cuenta el jugador.
También recuerda que salió con personalidad a jugar y siente que la trasquilada le dio fortuna, porque fue el único que hizo gol ese día en el Expreso Rojo. Explica que en Colombia en casi todos los equipos o los trasquilan o los rapan y los directores técnicos “no se meten en eso”. Lo califica como un ritual de grupo que le genera confianza e imprime alegría al equipo, porque de una u otra forma le quita la tensión al partido.
En cuanto al equipo Llaneros FC, Cristian Beltrán, delantero qué debutó el 29 de Junio de 2014 dice: “Como siempre uno va bien presentado y todo, pero la sorpresa que uno se lleva es cuando llega al camerino y dan la titular y salen con la maña del fútbol de rapar al debutante. Primero llegaron con la máquina y empezaron calveando a un amigo, pero realmente no lo calvean sino le dañan a uno el pelo”.
“En la foto ya no quede bien sino quedé marcado con el peinado, pues a mí solo me raparon un pedazo de la cabeza. Es como para que uno lo recuerde”. También comenta que no sabía lo que iba a pasar y que los técnicos se salen del camerino y dejan que los jugadores y el capitán hagan lo que tengan que hacer.
El baño de leche, otro ritual.
Oscar Barreto, jugador de La Equidad comenta el ritual de su equipo profesional de fútbol y recalca: “Ahorita no se está haciendo nada en La Equidad para el jugador que debuta; pero el antiguo técnico Faber López compraba una bolsa de leche y se la echábamos entre todos al jugador que iba a debutar. Dicen que la bolsa de leche es como el nacimiento de un nuevo jugador”
Barreto afirma que los rituales dan confianza al jugador, le demuestran que hace parte de la familia y lo hacen sentir más importante para el equipo. Cuenta a Plaza Capital que las rapadas son normales en el futbol y que aunque ellos no tengan el protocolo del debut como en otros equipos, se mantiene la tradición de celebrar de la mejor manera los cumpleaños de los jugadores en los que: “se invita a la familia del jugador, partimos una torta y eso es lo que La Equidad hace que de pronto en otros equipos no”.
A nivel mundial además de los bautizos tras el debut cada futbolista tiene su ritual antes de entrar a la cancha; unos oran, otros besan o tocan el piso de la cancha o hacen cualquier otro protocolo.