El grupo Bogotá sin Toreo se manifestó frente a las declaraciones del nuevo alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, acerca del uso de la Plaza de Toros La Santamaría.
Durante la jornada electoral se llevó a cabo la iniciativa propuesta por animalistas, antitaurinos y protectores del medio ambiente, que consistió en insertar junto con los tres tarjetones electorales una papeleta donde se evidenciara el desacuerdo con las corridas de toros en Bogotá. Con esta acción los electores manifestaron la indignación por la sentencia del Consejo de Estado, que tumbó la consulta antitaurina.
A pesar del conocimiento por parte de animalistas y ciudadanos de que este papel no tendría ninguna incidencia ni validez, y tampoco sería contado, realizaron este ejercicio como un acto de desobediencia civil que no tendría ninguna repercusión legal. Sin embargo, varios medios de comunicación, e incluso el Registrador de la Nación, difundieron información que afirmaba que este acto constituía un delito de obstrucción al proceso electoral y tendría nueve años de cárcel.
Carlos Crespo, vocero del colectivo Bogotá sin Toreo, afirmó que la razón de ser de esta declaración es que el Registrador Carlos Ariel Sánchez es taurino y que para este grupo es delito que el pueblo esté en contra de sus propios intereses. Además Crespo indicó que la papeleta "era un ejercicio sin incidencia, que no infringía ninguna norma electoral y no influía en anulación de votos".
"La papeleta Bogotá sin Toreo tuvo poco tiempo de publicidad, pero aun así consideramos que fue un éxito por lo que vimos en las redes sociales", dijo Crespo. Varios jurados de votación relataron que en las capacitaciones electorales, la registraduría manifestó que la consulta antitaurina no se llevaría a cabo y que el ingreso las papeletas estaría prohibido.
Respecto a esto Crespo afirmó que algunos jurados les dijeron a los votantes que no podían ingresarlo e informaron a la policía, pero muchos hicieron valer su derecho a la participación y terminaron insertándola. Sin embargo en la mayoría de lugares no hubo inconvenientes y quienes lo hicieron de manera abierta como él no tuvieron ningún problema.
Después de los resultados electorales en los que Enrique Peñalosa fue elegido como nuevo alcalde de la capital, declaró para Blu Radio que durante su administración no volverán los toros a la ciudad, sobre esto Crespo aclaró que las corridas de toros nunca han estado prohibidas en Bogotá.
“La alcaldía de Gustavo Petro canceló el contrato de arrendamiento de la Plaza Santamaría a los taurinos. El hecho de que Peñalosa mantenga la prohibición y trate de hacer lo posible por mantener un bien público libre de corridas de toros hará que se vea enfrentado a la sentencia constitucional que obliga devolver la Santamaría al control de los taurinos”, afirmó Crespo refiriéndose a los retos del nuevo alcalde de la ciudad para prohibir la práctica de la tauromaquia.
Aunque el Consejo de Estado resolvió que la consulta popular no era el mecanismo más adecuado para acabar las corridas de toros tanto en Bogotá como en el resto del país, el colectivo “Bogotá sin Toreo” promoverá que se prohiban definitivamente estas actividades de la mano del representante a la Cámara, Juan Carlos Losada, quién también se ha encargado de impulsar la ley 172 contra el maltrato animal.