El sistema Captcha es un reconocido mecanismo para brindar seguridad en la red. Sin embargo, este se ha convertido en un desafío complejo no solo para usuarios malintencionados, sino también para los internautas comunes.
Captcha es un sistema de seguridad usado para proteger portales en la red del ataque de otros ordenadores (bots) que tengan la intención de sabotear o robar su contenido. A modo de protección, este programa pide una autorización para acceder a la información en la página.
El sistema muestra algunas palabras ligeramente distorsionadas y pide que el internauta las escriba. Solo los usuarios que entiendan las palabras y logren escribirlas de modo exacto podrán acceder al contenido de la página. Este examen pretende distinguir a un humano de una máquina, pues los ordenadores corrientes aún son incapaces de leer en un lenguaje alterado.
Sin embargo, debido a que los hackers han mejorado la programación de sus ordenadores, el sistema Captcha también ha vuelto mucho más difíciles los exámenes de autorización, a tal punto que ni siquiera una persona puede comprenderlos.
Varios ejemplos de esta nueva generación de Captchas son comunes en todo lo ancho de la red.
La dificultad al momento de leer Captchas no sólo radica en la distorsión del texto, pues también existen los exámenes relacionados con imágenes, rompecabezas intrincados, ecuaciones aritméticas o, incluso, preguntas sobre cultura general.
Los internautas de todo el mundo cada vez se quejan más de la forma de aplicación de Captcha, no sólo por lo ridículo de sus pruebas, sino por lo obsoleto de su función, pues a los hackers les resulta cada vez más fácil burlar su seguridad.
Gustavo Gil, desarollador de web y experto en sistemas de seguridad, dice que estas modalidades son necesarias para mantener seguras las páginas web, ya que las computadoras evolucionan de tal forma que llegan incluso a realizar operaciones lógicas con mucha más certeza.
"Hasta ahora ningún computador puede realizar operaciones lógicas complejas. Por eso se abandonó el Captcha alfanumérico por el de ecuación matemática. Sin embargo, hay robots que pueden resolverlas, de modo que ahora programan el Captcha con imágenes o preguntas que requieran una consciencia o inteligencia humana que las identifique. Las computadoras no pueden pensar así; por ahora". Dicta así Gil que también es ingeniero de sistemas.
La promesa para el futuro según algunos expertos en computación como Sergio Luján Mora de la Universidad de Alicante es que los Captchas seguirán evolucionando paulatinamente hasta convertirse en sistemas mucho más complejos que determinen con precisión la ‘humanidad’ del usuario.