Una luz cálida y hogareña ilumina las piezas cuidadosamente ubicadas en las estanterías del taller. Una melodía de jazz, funk o rock acompaña las labores del hombre que se mueve entre el torno, el modelado, el esmaltado y los hornos. Una sensación de calma y armonía invade a todo aquel que ingresa en Taza de casa, ya sea para comprar, para aprender el oficio de la cerámica o simplemente para conocer.

Para continuar con este homenaje a los trabajos y oficios, Plaza Capital le da a conocer el oficio del alfarero de la mano de Miguel Ortiz, un joven comunicador que desde hace cinco años decidió combinar su profesión con una pasión de la infancia. Miguel ahora comunica, transforma y enseña a través de la arcilla.