El uso de las llantas es inevitable para el ser humano ya que es uno de los elementos que hacen parte de carros, motos, camiones, tractores. Estos permiten la movilización de las personas, pero en la actualidad el desecho de estas se ha convertido en un problema.
Hace algunos meses una bodega de almacenamiento en Fontibón se incendió, lo que provocó una ola de contaminación por la ciudad, afectando a tres localidades. Desde ese momento las autoridades competentes iniciaron investigaciones, y se descubrió que era un almacenamiento ilegal, debido a que no cumplía con los permisos requeridos, para hacer este tipo de recolección.
La Secretaria de Ambiente de la ciudad de Bogotá decidió realizar una campaña “llantas usadas en el lugar indicado” para que los usuarios que tengan cualquier tipo de llanta la lleven a los 92 sitios de almacenamiento disponibles en la ciudad. Con esta propuesta que lleva más de seis meses, se planea reducir la contaminación en las calles bogotanas y así aprovechar las llantas para reciclarlas y en algunas ocasiones repararlas para que vuelvan a rodar por las calles, además de utilizar el caucho como materia prima para la realización de obras civiles.
Estos 92 sitios están ubicados por toda la ciudad desde el norte hasta el sur. La mayoría son servitecas, estaciones de gasolina y almacenes comerciales como Home Center. Estos puntos están inscritos al programa de pos consumo liderado por la ANDI (Asociación de Empresarios de Colombia) este programa busca cumplir la resolución 1457 de 2010 la cual dice: “Establecer a cargo de los productores de llantas que se comercializan en el país, la obligación de formular, presentar e implementar los sistemas de recolección selectiva y gestión ambiental de llantas usadas, con el propósito de prevenir y controlar la degradación del ambiente”.
Es por esto que todas las empresas del país deben cumplir con esta normatividad y vincularse a este convenio, hasta las empresas internacionales con gran venta en Colombia deben unirse: Michelin y Goodyear a pesar de ser marcas internacionales cumplen con la normatividad. A diferencia de las dos anteriores otras marcas internacionales como Pirelli, Firestone, Bridgestone, la responsabilidad de cumplir la norma es directamente de las empresas importadoras, ya que estas marcas no tienen una relación directa con el país. Colombia es un gran importador de este elemento, pues alrededor de 37 millones de llantas ingresan cada año, allí se encuentran llantas de todos los tipos y tamaños.
Pero para lograr buenos resultados y que la ciudad no se inunde de más llantas además de no afectar más el ambiente, se debe empezar por cada persona que tiene un vehículo ya sea un camión, un carro, o moto. “es importante que todas las personas contribuyan con el medio ambiente, pero no todos tenemos la suficiente información como para saber cómo se donan las llantas o que hay que hacer con ellas”, afirma Andrés Arias quien es agricultor y transporta sus productos diariamente a abastos en su camión.
Helber Casas quien trabaja para la Secretaria Distrital de Ambiente afirma: “En Colombia las llantas se reciclan y se utilizan como un elemento más para el asfalto. Al ser triturada se sacan los componentes necesarios y se combina con la mezcla. Pero esto no es una solución suficiente para acabar con el problema, pues por más que se utilicen para ayudar a tapar los huecos la producción de llantas es mayor”.
Además de lo que explica Helber, no todas las llantas sirven para realizar este procedimiento, debido a que no todas tienen los mismos componentes, ya que en la fabricación de la llanta se utilizan más de 30 tipos de cauchos, y para la fabricación de esta se hace uso de alambres, cuerdas de tela y acero.
En el mercado se encuentran diferentes tipos de neumáticos y se clasifican de acuerdo al tamaño del rin que tiene el vehículo. “La llanta más grande del mundo tiene cuatro metros de diámetro; la más pequeña tiene 26 milímetros”, afirma Helber.
La llanta más grande es utilizada por los camiones Caterpillar 797, más conocidos como los camiones de las minas del cerrejón, la más pequeña es aquella que tienen la mayoría de bicicletas.
Las llantas en Bogotá van de un lado a otro, y el programa de recolección de la Secretaría de Ambiente no está dando los resultados que la ciudad necesita, pues aún se ven las llantas tiradas en las calles, generando cada día más contaminación “no solamente basta con que estos sitios de recolección estén presentes, para lograr el objetivo se necesita la colaboracion de las personas", comenta Helber