La Iglesia de San Francisco, ubicada en el centro de Bogotá, comúnmente está rodeada por habitantes de calle, vendedores ambulantes y palomas. Sin embargo, un día antes del 3 de mayo, fecha en que se conmemora la exaltación de la Santa Cruz, es posible ver a varias personas vendiendo cruces elaboradas con pequeñas hojas verdes, amarradas con cauchos y adornadas con flores artificiales de llamativos colores. Cada cruz está hecha de aproximadamente 15 ramas de laurel que desprenden un fuerte olor y en el centro llevan pegadas una oración que dice: “Esta es la cruz en que la vida sufrió muerte y en que, sufriendo muerte, nos dio vida.”
Desde hace un poco más de 10 años, Jessica, Lady y Lorena venden en la entrada de esta iglesia las cruces típicas de la celebración. Ellas son hermanas y recuerdan que desde que tenían 5 años, su mamá les enseño a unir las hojas de laurel para formar una cruz. Entre las tres han elaborado 500 cruces que esperan vender, a $2000 cada una, entre el 2 y el 3 de mayo. “Las cruces que hacemos nos quitan mucho tiempo, nos demoramos 10 o 15 minutos haciendo una y después unos 5 minutos decorándolas. Y eso sin contar el recorrido que hacemos para recolectar el laurel en los cerros”, dijo Jessica.
Según la Arquidiócesis de Bogotá de los 38.100.000 católicos que se estima hay en Colombia, el día de la cruz lo celebran aproximadamente 20 millones de personas en el país. Su celebración incluye escuchar la palabra de la misa de medio día, bendecir la cruz, ubicarla en un lugar de la casa donde sea visible y rodearla de granos de frijol, lenteja y maíz o con monedas, para que así no haga falta ni abundancia ni prosperidad.
A pesar de que una gran parte de la población celebra esta fiesta católica y por lo tanto, compra las cruces elaboradas en laurel, que son tradición hace más de 100 años, la extracción del laurel de cera es ilegal en Colombia desde 1996. Este árbol que alcanza de 5 a 12 metros de altura y crece en los cerros orientales, funciona como fijador de nitrógeno, es utilizado para el control de la erosión, la recuperación de suelos y como alimento para la fauna silvestre, por ello es una especie nativa sin permisos de extracción.
Cada año la Secretaría Distrital de Ambiente, la Sijín y la Policía ecológica realizan operativos para evitar el aprovechamiento del árbol e incautan entre 110 y 120 bultos de laurel de cera. “La resolución 1367 prohíbe todo el aprovechamiento de musgo y las especies asociadas a su ecosistema, como es el caso del Laurel”, afirmó Luis Francisco Rojas, funcionario de la Secretaría Distrital de Ambiente.
Según Jessica, la prohibición de la extracción del laurel de cera perjudica en gran medida a quienes venden las cruces, ya que gracias a las 600 hectáreas de este árbol que crece en el Parque Entre Nubes, ella y su familia pueden elaborar las cruces sin invertir en mano de obra o material. “Nos toca arriesgarnos porque no tenemos otra manera de ganar plata, además el laurel es una planta divina. No es lo mismo utilizar otro material”, aseguró Jessica.
Como medida alternativa, para reducir la extracción de laurel de cera, desde 2008 la Secretaría de Ambiente propuso elaborar las cruces con la cáscara de la mazorca, pues estas hacen parte del material desecho. En años anteriores, esta institución entregó más de 1500 cruces hechas con las cáscaras, sin embargo para 2014 decidió cambiar de estrategia. “Lo que hicimos fue capacitar, educar y sensibilizar a los vendedores de cruces, enseñándoles a utilizar la cáscara de la mazorca como remplazo del laurel de cera y que así no pierdan sus ingresos”, mencionó Rojas.
La Secretaría de Ambiente pidió a los católicos hacer uso de espigas de trigo, ramas de mirto, claveles y en general cualquier elemento que no cause deterioro a los recursos naturales. Además, advirtió que las multas para quiénes extraigan laurel son superiores a 461 millones de pesos y podrían ser procesados y condenados. “Hasta el momento las medidas han reducido la extracción, sin embargo se trata de una problemática social, pues es una alternativa económica para muchas familias”, dijo Rojas.
La celebración del Día de la Cruz se realiza cada año en conmemoración del día en que fue recuperada la cruz en la que murió Jesús. “Los persas robaron la cruz de nuestro señor para expresar su desprecio por el cristianismo”, cuenta el sacerdote Mario Lora. La cruz fue recuperada por Heráclito y para celebrarlo, el emperador de Jerusalén realizó un recorrido con la cruz a cuestas por toda la ciudad. Desde ese momento, la recuperación de la cruz hace parte de las fiestas del calendario católico.