“Una noche ellos estaban desesperados porque tenían muchísima hambre, no había concentrado, no había dinero, y tuvimos que optar por alimentarlos con un poco de arroz para saciar su hambre”, cuenta Lorena Gaitán, una joven de la localidad de Usme que ante la crisis económica que vivía su familia enfrentó el terrible dilema de dar en adopción a su perro, Tommy.
Por Carolina Morales
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- Coautor 1: Dayana Contreras
- Coautor 2: María Camila Pulido