“¿Quién no quisiera ser un semidiós con magia, sumergirse en otro universo, vivir aventuras, ser importante, salvar o destruir el mundo o que hablen de ti?”, esas son las palabras de una jugadora de rol que se emociona al contar los mundos sobre los que escribe o los personajes que interpreta en la red.

Mónica, cuyo apellido no revelaremos por petición propia, es una estudiante de Comunicación Social como cualquier otra. Va a la Universidad en el día, lee libros en los huecos o mientras va en Transmilenio y juega League of Legends cuando ha terminado sus deberes universitarios. Pero aún hay más, esta chica de 18 años es una roleplayer.

“El roleplay surge con los amantes de la ciencia ficción que realizaban juegos en los que cada participante adoptaba el rol de un personaje al que debía representar”, explica. Algunos “roleros”, como se los conoce popularmente, se toman bastante en serio sus papeles, al punto de que llegan a adoptar ciertas características del personaje como suyas: su forma de vestir, de hablar, incluso de pensar.

Si bien, según cuenta Mónica, el panorama del roleplay antaño estaba ligado a juegos de mesa como Calabozos y Dragones, hoy las posibilidades para los roleros son infinitas gracias a la red. “Hay plataformas muy adaptables y se puede rolear en todas ellas. Están los foros especializados; Tumblr, que es muy cool por los gifs; Facebook; y Twitter, aunque no entiendo cómo rolean en 140 caracteres”.

Mónica ha representado a una amplia gama de personajes, tanto literarios como de series de televisión, entre los que se encuentran Clara Oswald (Doctor Who), Marley Rose (Glee), Renesmee (Crepúsculo) y Annabeth Chase (Percy Jackson y los Dioses del Olimpo.

Hace un tiempo, se hizo un especial de rol de fin de semana en el que, en un foro, competían Semidioses (personajes de la saga literaria de Percy Jackson escrita por Rick Riordan) y Magos (personajes de la saga Harry Potter). Mónica se puso su camiseta naranja representativa del equipo semidiós, se sentó frente a la pantalla de su computador y todo empezó.

“La competencia consistía en una captura de bandera, el grupo que más roleara, que más mensajes escribiera, ganaba la bandera y la competencia. Fue algo demasiado loco, mi equipo logró escribir alrededor de 1.000 comentarios”. Pero los comentarios no fueron todos de acuerdo a la historia oficial de estas dos sagas, hubo un cambio, cosa que es muy común en los juegos de rol.

“Empezamos a jugar a la Locura de Afrodita, que es básicamente cuando cambias las parejas establecidas y te inventas otras nuevas dentro de la historia”, aclara Mónica. Aquí, básicamente es como si en vez de seguir la historia en la que Jack y Rose (de Titanic) acaban juntos, se jugara a que Rose y el capitán del Titanic fueran almas gemelas.

Los roleros de habla hispana son una comunidad que, sólo en Facebook, roza los 50.000 usuarios. Además, el representar, ser y escribir como un personaje exige un análisis profundo de la obra en la que se encuentra inserto. “A mí me ha servido como un ejercicio de escritura y de interacción enorme. Hay varias categorías de dificultad en el role, que van desde la simple descripción de acciones hasta el desarrollo de escenas mucho más complejas”, dice Mónica.

En el mundo del rol, para ser Harry Potter no sólo debes saber escribir el hechizo para abrir puertas (¡Alohomora!), sino que debes saber cómo se expresa el personaje y cómo reaccionaría a la hora pico de Transmilenio, por ejemplo.

La interacción de los roleros con personas externas a este mundo es variada. La mayoría del tiempo, cuando hablan desde sus cuentas de rol, se refieren a ellos mismos como sus personajes; sin embargo, si quieren referirse a sí mismos, aclaran que está hablando el user o usuario, pero nunca dicen su nombre.

Ahora que ha acabado la entrevista, esta roleplayer debe volver a un mundo alternativo de mitos griegos inspirado en los libros de Rick Riordan, en el que interpreta a Annabeth, una hija de Atenea. Su misión es compleja, pues ha dejado la trama del rol justo en el momento en que su personaje vuelve tras una muy larga ausencia y le confiesa a Percy, su novio e hijo de Poseidón, que ha matado a alguien.

Mónica se loggea como Annabeth Chase y ya no es más una estudiante universitaria, ahora es una semidiosa griega.