En Bogotá, la noche se viste de emociones en los bares, pubs y cafeterías que ofrecen un espectáculo en vivo en el que cualquiera puede participar: el micrófono abierto. Es aquí donde muchas veces emergen nuevos talentos de la música, la poesía o el arte en general, que buscan conectar con una audiencia bajo la luz de alguna estrella.
Entre ellos se encuentra Martín, un joven repentista, poeta y aprendiz de cantautor que desde hace más de un año ha decidido dar un giro a su vida para seguir sus sueños y cumplir su verdadero propósito: tender puentes entre personas por medio de la palabra y a través de una constante búsqueda de la belleza.
En estos espacios de micrófono abierto, además de consolidarse una nueva apuesta para el arte y la cultura, se esconde todo un trasfondo de conexión entre las personas que coinciden en estos espacios: las emociones y la catarsis de todo lo que sentimos en nuestro día a día, en medio del caos de un lugar como la capital.
Para artistas emergentes y en general para cualquier amante del arte, estos espacios son sumamente valiosos, pues aquí pueden adentrarse en un nuevo mundo a nivel profesional o, incluso, a nivel existencial. Los 'micros abiertos' son una ventana a la música, la poesía y el arte en Bogotá, una que permite a cualquiera sumergirse en la belleza de las palabras y en la emoción de una canción.