Mauricio Toro se describe a sí mismo como ciudadano y no como político. Por ello, es enfático en rechazar las maquinarias de la política tradicional y a los funcionarios públicos que no han servido al país como lo prometieron en un principio. El representante a la Cámara por Bogotá es politólogo de la Universidad Javeriana y fue gerente general de iNNpulsa, una entidad estatal que trabaja en pro de la innovación y el emprendimiento de los colombianos.
Plaza Capital (P.C): ¿Usted por qué decidió ingresar al campo de la política?
Mauricio Toro (M.T): Todo inició porque no me sentía representado por las personas que estaban en el Congreso, porque yo sentía que a ninguno de ellos les importaba el tema de la educación y el emprendimiento. Entonces, por falta de esa persona que se interesaba por esos temas me puse a pensar y llegué a la conclusión que lo peor que podría pasar es que no pasara nada.
P.C: Usted no pertenece a las familias políticas tradicionales ni tiene padrinos políticos, en ese sentido, ¿qué hizo para que la gente creyera en usted? ¿Qué cree que hizo distinto para quedar electo?
M.T: Lo más importante fue darle megáfono a todos los que no se sentían representados. Lo que hice distinto fue trabajar por todos aquellos que sufren por la educación, porque no estudian lo que quieren sino lo que les toca; por los que todos los días están ahogados por los impuestos. Por eso empezamos a hacer ese ruido y fuimos escuchados. Fue hacerle ver a las personas que yo soy como ellos y que tenemos las mismas dificultades. Eso me ayudó a conectar con la gente de a pie.
P.C: ¿Usted cómo ayudaría a que los colombianos vuelvan a creer en el Congreso y en los partidos políticos?
M.T: La primera tarea es demostrar que los proyectos de ley que impulsaremos sí generarán un efecto positivo en la sociedad. Para devolver la esperanza se necesitan cuatro años en que denunciaremos todos los ‘aviones’ que manchan el nombre de una institución. Es una tarea de todos los ciudadanos.
P.C: ¿Cuál es su mensaje para los jóvenes que no votan porque sienten que no son representados?
M.T: El no votar es más peligroso que votar por alguien que no es bueno porque los ‘aviones’, es decir los malos políticos, viven de la abstención y juegan con el hambre de las personas que tienen necesidades. Cuando los buenos salen a votar para ayudar a aquellas personas menos favorecidas se acaba esa politiquería. Yo le diría a la gente que salga a votar porque solo así sacaremos a todos esos corruptos. Crean en el poder de un solo voto y comprendan su poder individual.
P.C: ¿Qué piensa hacer usted en el Congreso por los jóvenes de Colombia?
M.T: Vamos a denunciar las malas prácticas, el abstencionismo y las injusticias. Eso va a empezar el cambio que todos queremos, principalmente en los debates que le interesan a los jóvenes, como el emprendimiento y la educación.
P.C: ¿Podría explicarnos su propuesta sobre la reforma del Icetex?
M.T: Hay que reestructurar por completo el modelo de financiación de la educación en Colombia. Lo primero que hay que cambiar es la universidad pública, la cual está completamente desfinanciada y no puede recibir a la gran masa de estudiantes. Y en segundo lugar trabajar sobre las tasas del Icetex, que son totalmente absurdas. Yo propongo que el Icetex se vuelva una entidad social que cobre al precio real y no tres veces mayor de lo que fue al principio para que la gente no salga endeudada, es decir, lo que necesitamos en una entidad que le permita a los colombianos estudiar sin tasas abusivas. En conclusión, lo que proponemos es un trato justo para los estudiantes.
P.C: ¿Cuál debería ser la prioridad del próximo Presidente?
M.T: Son tres. La primera es la implementación y el cumplimiento de los Acuerdos de Paz para evitar el regreso de los exguerrilleros a las filas del narcotráfico y el terrorismo. La segunda es la educación, necesitamos invertir en educación diez veces más de lo que se invierte hoy. Y la última es el fomento de incentivo a los empresarios y los emprendedores del país.