El pasado martes 23 de agosto, el director general de policía Nacional de Colombia, Henry Sanabria mostró las ideas de transformación del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, y empezó por el cambio del nombre del escuadrón a “Unidad de Diálogo y Acompañamiento de la Manifestación Pública”.
La idea de modificación del Esmad genera expectativa por parte de la sociedad civil y de las organizaciones defensoras de derechos humanos. En esta entrevista se mencionan las expectativas, e impresiones de cara a los cambios de la policía, el proceso de intervención de la fuerza y el uso de armas potencialmente letales durante las manifestaciones.
- ¿Cree que los cambios de carácter estético en las tanquetas y en los uniformes pueden tener un sustento real ante cómo ve la gente a la policía nacional, o a quienes estén ahí para contener los motines?
Sí, con el tema de los uniformes y las tanquetas vemos es que se identifica simbólicamente lo que ya representa el cuerpo de un agente del Esmad en el espacio público, en una protesta, que es un resultado también de lo que ha construido ese mismo cuerpo policial. Estar en una protesta es ver a estos hombres y mujeres con esta arma negra que prácticamente los desindividualiza, y los vuelves también como este “RoboCop” que solo sigue órdenes y que solamente va a dispersar una marcha cuando se considere necesario. Ahí hay una intención de cambiar ese simbolismo de lo que representa estos cuerpos armados vestidos de negro. Pero, eso no va a tener ningún efecto si no se ven unos cambios sustanciales en cómo estas policías van a ser cuidadoras de los derechos humanos.
Lo que hemos identificado es que el movimiento estudiantil, movimiento Indígena y campesino son las personas que más violentadas son por el Esmad. Si esas cosas de fondo no se cambian, pues un cambio de uniforme no va a implicar mayores cambios en la noción que hay del Esmad y todo lo que ha hecho durante estos años.
- ¿Considera que se puede ver con buenos ojos la posibilidad de usar las tanquetas de la misma policía como ambulancia para civiles y miembros de la fuerza pública?
Con el tema de las tanquetas, ahí veo dos cosas, por un lado, se identificó un problema, se abona eso, y es que durante el paro nacional y en general en escenarios en donde termina habiendo enfrentamientos en las protestas, sacar a los heridos es difícil porque sigue el enfrentamiento. Si una persona quedaba herida, sacarla era muy complejo, la ambulancia no podía entrar, y eso en muchas ocasiones generaba que alguien que tenía una herida de gravedad, por no ser atendida a tiempo, o podía morir, o podía agravarse su estado de salud, entonces ahí se identificó ese problema.
Sin embargo, por otro lado, yo no creo que tenga que ser la policía los encargados de sacar a un manifestante herido de una manifestación, y esto tiene que ver también, con que hablar del Esmad también debe ser hablar de reforma a la policía. Nosotros hemos insistido muchas veces que, parte de los problemas de la policía es que tiene muchas funciones. Se le delegan muchas funciones en el espacio público, entre convivencia de ciudadanos, y eso hace que no las pueda abarcar todas, y si las intenta abarcar todas, pues termina ejerciendo mal sus funciones.
Por lo tanto, de nuevo, se identificó este problema, pero no tiene que ser la policía la misma encargada. No, yo no me imagino en un enfrentamiento, que una persona salga herida por algún artefacto activado por la policía, y que sea la misma policía la que entre a sacar a la persona.
- ¿Los cambios en el proceso, que implican como último paso que se permita actuar a la unidad de choque, si abren más espacio a la garantía para el derecho a la protesta?
Bueno, pues en teoría lo legal, supuestamente ya el Esmad es el último recurso. Sin embargo, entra haciendo un montón de actos que violan derechos. Digamos que suena muy bien en las palabras, pero en la hora de la verdad, el último recurso termina siendo, “me desbloquean acá o interviene el Esmad” y eso no es ningún diálogo. Entonces, es más bien mirar, cómo van a hacer para que ese último recurso tenga sentido.
Hay otra cosa y es el tema de los gestores de convivencia, que se inició con la alcaldía de Petro acá en Bogotá, y ha tenido buenos resultados en el momento de desescalar la violencia. Yo creo que ha sido un experimento bueno, que ya no es experimento, sino que hace parte de la institucionalidad. Creo que eso ha tenido resultados en lograr bajar la tensión en algunos escenarios, lograr frenar un posible enfrentamiento, pero también, como hemos visto durante estos años, no es suficiente. Entonces, me parece bien que lo quieran implementar a nivel nacional.
- Al hablarse de la regulación de las armas VENOM, ¿Se podría aceptar el uso de armamento siendo más regulado a la hora de ser usado por miembros de la policía?
Es muy importante que dirijamos la discusión hacia las armas potencialmente letales, porque lo que vemos es que esto es un mercado global que está creciendo cada vez más, y mientras crece, las normativas siguen siendo las mismas. Entonces hay mucha diversidad de armas, vemos aturdidoras y un montón de armas que están comprando cada vez más, que están bajo una misma sombrilla, bajo la normatividad tanto nacional como internacional, de armas de letalidad reducida y ya.
Tiene que frenarse toda esa adquisición de armas, mientras entendemos cuáles son las que hay, quitar las que se tienen que quitar, mirar qué efectos generan, cómo lograr restringirlas cada vez más, cómo lograr si es necesario protocolos diversificados. Es decir, no el protocolo de uso de armas de letalidad reducida, sino cada tipo de arma, cómo se utiliza, y que la sociedad civil tenga ese conocimiento.
- ¿Qué sensación o expectativas deja para ustedes como organización esta propuesta preliminar de reforma?
Bueno, hay un primer paso, en reconocer que debe haber un cambio sustancial. Y creo que igual eso lo alcanza a reconocer el director de la Policía, que también anuncia que la idea es descentralizar al Esmad. Hay una idea y una intención para hacer un cambio sustancial, no me atrevo a decir todavía estructural o de raíz, porque no, no lo sabemos. Preocupa también que diga que van a comprar nuevas tanquetas y que van a actualizar todo este armamento o que van a seguir utilizando la VENOM.
Ahora, estás transformaciones y estas reformas se tienen que dar con participación ciudadana porque también ha sido a partir de la ciudadanía que se ha puesto en la agenda esta discusión. Si se hacen siempre desde el poder, desde arriba hacia abajo, sin tener ningún diálogo, pues no va a ser efectivo. Es fundamental que haya participación y que se garantice que se van a resolver estos grandes problemas, más allá de cambios estéticos que pueden ser necesarios o no. Es un buen paso, pero hay mucho trecho en todo ese camino para para lograr un cambio como el que nos estamos imaginando.
- Si pudiera elegir un tema prioritario, que ustedes como organización hayan demandado, para que sea tomado en cuenta en esta propuesta de reforma al ESMAD, ¿cuál sería?
Yo diría que la estigmatización de la protesta está muy ligado a la doctrina y la estructura discursiva que existe en interior de la institución. Yo creo que, si logramos cambiar esa idea, no solamente social, sino también desde el mismo Esmad, de que el que sale a marchar es un vándalo o todos los prejuicios que hay hacia la persona que sale a marchar ya no va a ser visto esto como decía el policía que mató a Dylan, “dele a cualquiera a cualquiera o dele a alguno”, sino como una noción de que hay que salir a proteger a la gente, y hay que salir a acompañar o no hay que salir tampoco, solamente si algo llega a pasar.