La Corte Constitucional está estudiando dos demandas que buscan eliminar el aborto como delito, sobre las que se espera una decisión en el corto plazo. Uno de esos recursos fue interpuesto por el movimiento Causa Justa (que busca que las mujeres puedan de manera libre e informada tomar decisiones autónomas basadas en su propia conciencia moral).
Esta acción judicial pretende eliminar el aborto como un delito, pues actualmente el artículo 122 del Código Penal establece que aquella mujer que cause o permita que otra persona se lo realice, tendrá una pena privativa de la libertad de uno a tres años.
La demanda busca ponerle fin a la persecución penal y encarcelamiento de las mujeres que decidan realizar una interrupción voluntaria del embarazo por fuera de las tres causales en las que ya está despenalizada en el país.
El recurso está dirigido a proteger y defender los derechos de las mujeres en Colombia y minimizar las constantes dificultades que tienen cuando se habla de acceso a la justicia, que ha sido evidente durante décadas y que representa una afectación directa a sus derechos fundamentales.
Plaza Capital entrevistó a la Helena Gómez y a Natalia Poveda, integrantes de la Red Jurídica Feminista, organización que hace parte de Causa Justa, con el fin conocer más sobre estos espacios de activismo, sus inicios, cómo se conforma, las dificultades, los retos y los logros de crear una organización autogestionada en Colombia que defienda específicamente los derechos de las mujeres desde un perspectiva de género.
La organización empezó en el 2018 como un escenario para atender casos y darle un enfoque feminista desde el derecho. Y en el 2020 creció, alcanzó más gente gracias a sus convocatorias por redes sociales, donde tienen como objetivo transmitir información jurídica de manera sencilla y clara a partir de una perspectiva de género. Buscando "llegarles a todas las mujeres’" que necesiten ayuda y, de acuerdo con Helena, a quienes tienen "perfiles diferentes, con distintos niveles educativos, distintas formas de vivir y diferentes clases sociales".
Hasta el momento, la red ha atendido 191 casos, asistidos por integrantes que están ubicadas en diferentes zonas del país como Barranquilla, Sogamoso, Tunja y Pasto, aunque buscan expandirse aún más. Esta organización se desarrolla en tres espacios: formación, comunicación y casos de atención.
La red es un espacio autogestionado que no cuenta con apoyo del Gobierno, por lo que todo lo que tienen se lo han conseguido por su "propia mano" incluyendo su alianzas. Su rol no siempre es representar a la persona sino que en algunas ocasiones es redireccionarla e informarla hacia dónde puede ir, por eso la mayoría de enlaces de la organización, buscadas y pactadas por ellas mismas, generalmente son otros ‘parches’’ activistas, pero en algunas ocasiones se articulan con entidades gubernamentales.
La Corte está a punto de tomar una decisión clave respecto al aborto, ¿cuál es la importancia de que sea un procedimiento legal, libre y seguro?
Helena Gómez (H.G): Desde la Red Jurídica Feminista uno de nuestros principios es que justamente defendemos la despenalización del aborto y apoyamos el aborto libre y seguro con unas condiciones dignas. Y esto es importante por muchas razones, ya que las barreras que enfrentan las mujeres y las personas gestantes en general a la hora de tomar la decisión de hacer una interrupción voluntaria del embarazo son muy problemáticas.
La importancia de un aborto legal, libre y seguro es el reconocimiento de nuestros cuerpos, el reconocimiento de la libertad de escoger sobre ellos y de plano que nosotras y las personas gestantes son las que deben tener la última palabra sin que esto implique una carga legal que termina por estigmatizar. Porque el derecho al final lo que termina haciendo es solidificar y avalar aspectos morales que están socializados. Lo que hay detrás de la defensa del aborto es también la defensa del derecho a decidir, a que cada persona con capacidad de gestar, cada mujer, pueda tomar la decisión de algo tan trascendental en su cuerpo y en su vida.
Natalia Poveda (N.P): La decisión de una mujer referente a un embarazo no debe estar mediada por unas condiciones y los obstáculos son múltiples porque de trasfondo hay factores culturales, religiosos y demás, por eso comprendemos que no sirve lo que ya está, sino que es necesario sacar por completo del código penal el delito de aborto para que no exista esa amenaza de la judicialización.
¿Cuál es la importancia de un enfoque jurídico feminista?
N.P: Como abogadas, nos encontramos todo el tiempo que el sistema judicial y el sistema general de derecho jurídico no tiene enfoque feminista, tiene un enfoque muy tradicional, que es muy problemático, específicamente para mujeres víctimas de violencia, que son revictimizadas, que enfrentan mil barreras a la hora de acceder a la justicia o algo tan sencillo como la información.
Por eso buscamos comunicar asertivamente de una manera feminista con un enfoque de género, porque las redes de comunicación muchas veces también son problemáticas y sumándole el hecho de que los medios de comunicación jurídica en general no tienen este enfoque. Para nosotras es importante comunicar de una manera diferente, para intentar tumbar estos estándares que han sido tan problemáticos en muchos aspectos a la hora de acceder a la justicia.
¿Cuáles han sido los mayores retos?
N.P: El hecho de ser un espacio autogestionado plantea muchos desafíos porque el acompañamiento de casos es una responsabilidad importante que requiere recursos, no solo económicos, sino que también las competencias humanas y unos saberes que no son tan fáciles de encontrar. Todo proceso organizativo, cuando uno media una relación laboral y económica, siempre es difícil, y lo es también que las cosas funcionen de manera rápida, por lo que se vuelve todo un reto la consolidación como espacio de activismo. Además hicimos un cambio de imagen y de estética en todos los aspectos. Para hacerlo de la mejor manera posible y estar cambiando conforme con las necesidades de la Red.
¿Cuál consideran que ha sido el mayor logro de la Red Jurídica Feminista?
N.P: Nosotras somos un espacio chiquito, que hasta ahora está naciendo, entonces creemos que nuestro mayor logro es arrancar, no somos una organización ‘’tradicional’’, y eso hace que no sea sencillo mantenerse, porque no es un trabajo y vivimos en un sistema que hay que trabajar para vivir.
Conseguir gestar y mantener este espacio con todos los restos que esto conlleva, que no sea del Estado, que tampoco sea una organización formal, sino un espacio netamente de activismo, en el que podamos confluir personas que nos nombramos como feministas.
Todo lo que hemos conseguido lo consideramos un logro, el hecho de tanto abogadas como estudiantes de derecho quieran hacer parte de estos escenarios y que sigamos construyendo lo que hemos construido, es decir, el poder atender casos, tener recursos, tener un lugar en las redes sociales que nos otorga legitimidad en el movimiento que nos permite ser un puente de referencia, crear cierto nivel de visibilidad y confianza (que nos trae mayor responsabilidad) y el hecho que nos inviten a espacios y para alianzas.
H.G: Poder llegarle a mujeres que nunca pensaron en tener información respecto al acceso a la justicia es muy valioso para nosotras. También pudimos tener contacto con mujeres en condición de vulnerabilidad (...). Estos acercamientos nos han permitido que mujeres y personas que nos han buscado vean otra cara de cómo es posible acceder a acompañamiento jurídico con enfoque de género es un logro que estamos orgullosas todos los días.