Claudia Arenas, abogada y gerente de una empresa de abogados, aclara que durante los primeros meses del año anterior y hasta el 30 de junio del 2020, los términos judiciales se vieron detenidos gracias al Acuerdo 11517. No obstante, Arenas explica que, en este se plasmaba que dichos términos se suspendían a partir del 16 de marzo e iban hasta el día 20 del mismo mes, pero este tiempo se postergó más de 14 veces, causando retrasos, demoras, congestiones e incluso desinformación dentro de los mismos abogados, pues no se tenía claro que día volvería a funcionar completamente la justicia.
La abogada también comentó que las Notarías fueron un constante dolor de cabeza para ellos y es que, la falta de implementación de medidas tecnológicas e información, lo que generó que en muchos casos solo luego de mediados de año se pudiesen adelantar todos los procesos. “Las disoluciones de sociedad conyugal o las sucesiones son procesos que fácilmente, si hay disposición de las partes, se pueden sacar en menos de tres meses, pero duré con ellos más de siete”, recalca la abogada.
Problemas del teletrabajo en la Rama Judicial
Una jueza civil del circuito, quien pidió la reserva de su identidad, aseguró que la pandemia fue una de las circunstancias que más causó problemas. Según ella, además de la cantidad de procesos que están acumulados por el lento sistema judicial, el teletrabajo comprometió aún más algo ya bastante deficiente y es la infraestructura digital. “Se supone que la justicia desde el Decreto 2106 de 2019, que es la ley anti-trámites, debía empezarse a aplicar la digitalización de procesos, pero eso no pasó. Cualquiera que vaya a los juzgados ha visto los computadores antiguos en los que la gente trabaja. A los abogados les toca llevar las demandas en CD, que es algo muy poco usado hoy en día. La pandemia lo que mostró es lo mal que estamos”, aseveró.
La jueza también asegura que la poca experiencia que se tiene para el manejo de plataformas como Zoom o Teams, las cuales son utilizadas para realizar las audiencias, generado todo tipo de trabas “mucha gente no tiene buena conexión a internet, no tiene computadores y a pesar de eso, prácticamente nos vemos obligados a ejercer el trabajo así” puntualizó. Un juez promiscuo que trabaja en un municipio de Cundinamarca también ratifica la poca guía que se tiene a la hora de ejercer el derecho de forma virtual. “Soy una persona ya mayor, no conozco mucho de la tecnología y la Rama Judicial me impone que debo crear usuarios en un montón de plataformas que no entiendo, me toca es pedirle ayuda a mis nietos para que me expliquen”. Él se refiere a que para poder asistir a las audiencias tuvo que crear un usuario en la página de la Rama, la cual cabe aclarar es muy confusa y abrir cuentas en aplicaciones de videoconferencia.
Sumado a lo anterior, las ayudas por parte de este ente en cuanto a tutoriales y ayudas para aprender a utilizar todos los recursos tecnológicos, no es el mejor. Para comenzar no es fácil encontrar estos videos, algunos de ellos incluso hacen aún más confusa la utilización debido al uso de lenguaje especializado. Otro aspecto es que no hay un asistente virtual que pueda responder las dudas de los usuarios. La única opción que existe es llamar a la línea de atención en la cuál los tiempos de espera no son menores a 15 minutos e incluso hay momentos donde la llamada se cae y es necesario volver a llamar de nuevo.
¿Cómo funciona la justicia actualmente?
La Judicatura anunció una serie de protocolos de bioseguridad. Entre los más importantes, la dotación de elementos protectores como tapabocas y guantes a empleados de las ventanillas de atención al público, la limpieza permanente de zonas de alta circulación, la disposición para el público de gel antibacterial o toallas desechables con alcohol, la capacitación a los empleados judiciales sobre el uso adecuado que deben darles a los elementos de protección, el distanciamiento social y el respeto a un aforo máximo del 20%.
Por otro lado, y debido a los reclamos de los usuarios como la doctora Claudia, las Notarías empezaron a ver la necesidad de volcarse a la virtualidad y poder dar facilidades a los usuarios quienes llevaban procesos detenidos. A pesar de esto, no fue hasta comienzos del presente año cuando se anunció por parte de la Superintendencia de Notariado y Registro (SNR) una verdadera intención de prestar servicios notariales a través de internet. Pero esto no ha sido fácil, más allá de que a partir del 4 de febrero se decretó que se podrán hacer más de 400 trámites vía web, la realidad es completamente distinta pues menos del 0.55% de las 907 Notarias que hay habilitadas en el país permiten realizar todos sus trámites a través de internet. Entre estas se encuentra la notaria 25 de Medellín y la 40 de Bogotá.
Finalmente, el sistema judicial se ha visto desafiado a la necesidad de adecuarse a la era digital porque si bien las labores de la Rama o Notarias nunca se detuvieron en su totalidad, la gran mayoría sí. Miembros del sistema, hacen un llamado para que se siga garantizando el acceso a la justicia y se efectué la protección de los derechos fundamentales de las personas, incluso cuando estas no tienen acceso a los medios necesarios o no sepan cómo manejar las herramientas tecnológicas. Igualmente, la digitalización total de los procesos, la modernización de los sistemas de comunicación de internet y la capacitación adecuada, efectiva del personal ha tomado mucho tiempo y muestra el atraso que tiene la justicia en nuestro país.