El pasado 8 de diciembre el Concejo de Bogotá, mediante el Decreto 627 de 2016, aprobó un presupuesto de $18,8 billones para la ciudad. De esta cifra $2,3 billones fueron destinados a TransMilenio para inversiones y gastos que requiriera la empresa.
Aunque la mayor parte de estos recursos son utilizados para pagar contratos de aseo, iluminación, defensa jurídica y seguridad privada, , entre otros, otra parte de estos recursos, que salen del bolsillo de los bogotanos, son usados para contratos que, a simple vista, poco y nada tienen que ver con el servicio.
Plaza Capital logró detectar que, en lo que va del 2017, TransMilenio S.A. ha invertido cerca de 166 millones de pesos en cinco contratos relacionados con elementos audiovisuales, equipos de radio, bonos navideños y uniformes deportivos.
Los contratos conocidos por Plaza Capital fueron adjudicados mediante la figura de contratación por mínima cuantía, modalidad que no exige un proceso de licitación. Esta figura, según el abogado David Díaz, experto en derecho tributario, abre las puertas para "que las inversiones no se realicen con el más mínimo control en cuanto a quién se le dan los contratos y por la cantidad de dinero por la que se pactan los negocios". Así, para el experto tributario “muchas veces se pueden configurar contratos con controles mínimos en cuanto a lo legal, donde solo se busca controlar cuánto se gasta más no en qué se gasta”.
Vale aclarar que la prestación del servicio de este medio de transporte está sostenido por una alianza público-privada -conocida como APP- en la que el Distrito, según el Decreto 305 de 2015, se encarga de mantener y construir las troncales y los dueños de los buses (los operadores privados) se encargan de hacer funcionar los buses y de mover el sistema. Según el acuerdo 04 de 1999 a la sociedad anónima de TransMilenio le corresponde la gestión, organización y planeación del servicio de transporte público. Además, en el título II del acuerdo 04 de 2007, se establece que esta misma alianza debe “Implementar las acciones de mejora que surjan del seguimiento y medición de la operación del Sistema Integrado de Transporte Público, incluyendo los requerimientos de los ciudadanos”.
Plaza Capital dialogó con Jorge Pardo Jiménez, representante de la subgerencia jurídica de TransMilenio, acerca del gasto en estos contratos. El funcionario expresó que aunque “los contratos presentados parezcan que no están del todo relacionado con el servicio, sí sirven para que el sistema, en su conjunto, funcione de la mejor forma. De ahí que se les otorgue una justificación contractual”.
Para dimensionar el gasto que se hace en contratos de mínima, basta con realizar una búsqueda a través del Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop). Al consultar los procesos de la entidad TransMilenio con la característica “contratación mínima cuantía”, el sistema arroja 200 resultados. Esta cantidad de contratos manejan un margen de entre los 4 mil y los 73 millones de pesos.
Plaza Capital buscó algunos contratos que pueden ser vistos como poco relacionados respecto al servicio de transporte. Vale aclarar que, por poco coherentes que parezcan respecto a la prestación del servicio, estos contratos de mínima cuantía no tienen algún problema legal, pero sí arrojan dudas sobre si el dinero de los impuestos es utilizado para cubrir las necesidades prioritarias de la ciudad en asuntos de transporte.
Compraron herramientas audiovisuales
Plaza Capital encontró un contrato para la renovación de una licencia de Adobe Creative Cloud. Esta suite incluye los programas: Photoshop, Lightroom, iIlustrator, InDesign, Premiere Pro, After Effects, Audition y otros 21 programas. Algunos de estos son utilizados en carreras relacionadas con diseño y comunicación, pues ofrecen herramientas en procesos de edición de materiales audiovisuales.
Llama la atención de este contrato que es específico en que la licencia debe ser proveída para 15 individuos.
El negocio fue cerrado con la empresa Greenknow por un costo de $45 millones. No obstante, según la página de Adobe, contratar dicha suite, siguiendo los parámetros que se establecían en el contrato, tendría un costo cercano a los $28 millones y medio.
La justificación de este negocio, según la contratación, fue que el SITP “debe contar con las herramientas necesarias, para poder informar permanentemente y de forma oportuna a los usuarios actuales y potenciales, sobre los servicios y la buena utilización sistema”
Aparte de este contrato, el pasado 17 de agosto también fueron adquiridas una serie de cámaras fotográficas por un valor final de 22.3 millones. Dentro de este se pactó la adquisición de una cámara réflex de sensor completo, una cámara de 10 megapíxeles, un lente 70-300 mm, dos maletines, dos trípodes, dos micrófonos, un panel led para iluminación, un estabilizador para cámara de video, un arnés de pecho para cámara, unos parlantes para computador y dos audífonos profesionales. Esta adquisición fue justificada con el argumento de que la entidad necesitaba equipos “que permitan a la entidad gestionar la elaboración de material de video, audio y fotográfico para apoyar los procesos de información dirigidos tanto a usuarios actuales como potenciales". Sin embargo, estos gastos no están relacionados con construir y mantener las troncales, que es a lo que deben estar destinados los dineros de las transferencias que el Distrito le hace a TransMilenio.
Transmisión de radio
Algo similar ocurre con el contrato para el mantenimiento de equipos radiales. Transmilenio tiene instalado un Centro de Emisión Radial a través del cual informa a los usuarios, en tiempo real, sobre el estado operativo a las diferentes estaciones y portales del sistema, hechos de orden público, movilidad y frecuencia de los servicios.
Los equipos fueron: tres estaciones de trabajo de rendimiento avanzado, una consola profesional de radio, cinco micrófonos, un brazo para micrófonos, dos televisores y cinco audífonos, entre otros.
Vale recordar el decreto 305 de 2015, donde se establece al distrito como encargado de mantener y construir las troncales a través del IDU. Por su parte, recordando el título II del acuerdo 04 de 2007, la sociedad anónima debe responsabilizarse por el correcto seguimiento del servicio, donde se incluyen los requerimientos de los ciudadanos, y dentro de estos, el servicio de información.
¿Por qué se dirigió dicho dinero del presupuesto a una corrección en las funciones que les corresponden a la alianza privada? Pues bien, según la justificación del contrato de mínima cuantía fue para “informar a los usuarios acerca del estado del sistema en tiempo real”.
Y está bien jurídicamente –dice Diaz- porque no se pierde el dinero, se está invirtiendo, se justifica, se busca al más barato y, de igual modo, termina sirviendo. Así no corresponda con el gasto, que debe hacer TransMilenio y no el Distrito.
El contrato tuvo un costo de 47 millones de pesos y fue ejecutado durante siete meses.
Justificaciones legales
A todo contrato, según Díaz, se le puede crear una justificación legal, así el objeto en cuestión tenga poco que ver con la entidad. “Usted tiene un ejemplo claro: ¿Para qué necesitará TransMilenio una cámara? Podrían decir que para tomarle fotos a los conductores para sus hojas de vida y perfectamente estaría dentro del marco legal”.
A pesar de que, a simple vista, los contratos mencionados anteriormente no tengan una relación grande con la prestación del servicio, esto no configura que se estén desperdiciando dineros públicos, lo cual no los hace ilegales.
Para Leonardo Puentes, vocero del comité Revoquemos a Peñalosa, si bien no se desperdician recursos, pues están dentro del marco de la legalidad, "sí es preocupante que no se hallen mejores formas de invertir el recurso público". Según Puentes, “hay un cierto vacío legal que le permite a los agentes, como TransMilenio, invertir el dinero de la forma en que mejor le parezca así existan mejores alternativas de gasto".
El 24 de octubre de este año, se tramitó el pago de $18 millones por los siguientes artículos: 20 uniformes de fútbol masculino, 15 de micro femenino, cuatro uniformes de arquero, cuatro pares de guantes profesionales, 12 uniformes para voleibol, 15 uniformes de baloncesto, 50 sudaderas, tres balones de futbol, seis de voleibol y cuatro balones de baloncesto.
El 18 de este mismo mes se compraron 230 bonos navideños desde esta misma entidad. TransMilenio dice que "el dinero es propio y las necesidades están justificadas".
Las cifras de TransMilenio en ganancias
El sistema de transporte vende diariamente 2,4 millones de pasajes. Recoge cerca de $5280 millones diarios que se dividen de la siguiente manera:
Los privados ganarán cerca de 173 mil millones este año. El Distrito apenas recogerá 63 mil millones, cifra que no alcanza a ser siquiera el 10% del presupuesto que destinó para este servicio. El presupuesto este año para TransMilenio fue igual al de salud. Así, el dinero de estos contratos poco coherentes con el servicio sale, bien sea del presupuesto distrital, y los impuestos, o de lo que pagan los dos millones de bogotanos que usan un servicio público-privado que se ha posicionado como una de las prioridades de una administración que, desde su dirigencia, ha sido cuestionada por un conflicto de intereses centrado en este sistema de transporte.